Participamos en la Cumbre del Buen Conocer y ayudamos a construir Conocimiento Libre

Maricela Montilla. Revista CLIC

La Cumbre del Buen Conocer, que se realizó en Quito – Ecuador desde el 27 hasta el 30 de mayo, fue un espacio organizado por el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) con el apoyo del Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano y de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno ecuatoriano. El objetivo central del evento fue generar propuestas de política pública y acciones para impulsar el cambio de la matriz productiva de Ecuador hacia la economía social del conocimiento. La idea es plantear un nuevo modelo social centrado en la colaboración, lo común, el conocimiento compartido y las prácticas comunitarias tradicionales.

Maricela Montilla, investigadora de CENDITEL e integrante del equipo editorial de Revista CLIC, estuvo participando como invitada en la Cumbre, específicamente en la mesa en que se discutió el tema de Datos y Gobierno Abierto y el recientemente aprobado Plan Nacional de Gobierno Electrónico de Ecuador. Por Venezuela también estuvieron Mariángela Petrizzo y Alejandro Ochoa, asesores y colaboradores asiduos de la Revista.

La Cumbre del Buen Conocer reunió a 198 actores entre los que se encontraban 157 actores nacionales y 41 actores internacionales; que forman parte de organizaciones institucionales, políticas y comunitarias de Ecuador y de diversos países del mundo. El evento se desplegó en dos espacios: conferencias abiertas y mesas de trabajo por temas estratégicos. Las conferencias abiertas daban apertura a cada día de trabajo y abordaron los siguientes temas: implicaciones de la agricultura moderna; la producción generalizada del común; el plan de transición hacia la economía social del conocimiento, acceso al procomún urbano y los nuevos desarrollos de la cultura libre en América Latina.

Las mesas de trabajo iniciaban una vez culminaban las conferencias abiertas pautadas para cada día. Se conformaron 14 mesas de trabajo que durante 3 días estuvieron abordando los siguientes temas estratégicos: recursos educativos abiertos; ciencia abierta; cultura libre; agricultura abierta y sustentable; biodiversidad; energía distribuida; diseño abierto para la fabricación industrial orientada al procomún; datos y gobierno abierto; marco de políticas públicas y normativa para la economía social; hardware libre y ciberseguridad; software libre; TICS/conectividad y accesibilidad; territorialización del trabajo cognitivo y comunes urbanos; y saberes ancestrales y diálogo de saberes.

A partir de las sugerencias y opiniones emitidas por los participantes en las distintas mesas se re-elaborarán colectivamente los documentos que sirvieron de base para iniciar las discusiones en estos espacios de encuentro y se pondrán a disposición de las instituciones ecuatorianas competentes en cada uno de los temas estratégicos tratados. Se puede encontrar más información sobre los resultados de las diferentes jornadas en este Boletín redactado por los organizadores de la Cumbre y en la página de la Declaración de la Cumbre del Buen Conocer.

Buen Conocer

A continuación se ofrece una síntesis de los asuntos más importantes que se discutieron en la mesa de Datos y Gobierno Abierto, y que apuntaron al desarrollo de infraestructuras abiertas y públicas para el conocimiento común de la sociedad, con el fin de promover los derechos civiles, la democracia y la soberanía tecnológica en Ecuador.

– Fomentar el desarrollo de tecnologías de información y comunicación que favorezcan la soberanía e independencia del pueblo ecuatoriano, para lo cual es necesario promover el despliegue de la industria nacional del software libre y la integración del sistema público de educación.

– Antes de activar la “ciudad inteligente”, es necesario definir un modelo diferente que se convierta en un instrumento de participación ciudadana que vincule a las comunidades con la administración pública en el planteamiento de propuestas concretas para resolver los problemas de la sociedad. Un modelo que otorgue poder al ciudadano, en lugar de usarlo como un consumidor; donde la inteligencia ciudadana va más allá de la captura de los datos. Antes de implementar cualquier aplicación/solución es pertinente utilizar mecanismos y herramientas de participación ciudadana y activar comunidades que permitan que el proceso se produzca de abajo-arriba, con una participación real. Sobre esta base se elaboraron recomendaciones concretas para quien haga la política pública y que sirvan como advertencia a los responsables de las instituciones de qué se puede hacer (reconociendo el contexto social, económico, político local que ha de guiar el marco regulatorio).

– Fortalecer la importancia de la privacidad y de proteger los datos como derecho clave de los ciudadanos, según consta en la Constitución del Ecuador. El Plan Nacional de Gobierno Electrónico de Ecuador hace referencia a la “nube”, pero no explica dónde residirán los datos, si estarán encriptados, quién los manejará, si utilizarán fuentes abiertas, etc. Frente a esta propuesta, se sugiere incorporar un modelo de plataformas abiertas y distribuidas. Esto incluye la necesidad de contar con repositorios distribuidos de datos abiertos, la nube distribuida, herramientas distribuidas de búsqueda y redes sociales también distribuidas. De igual manera, se debe considerar el desarrollo de nuevas plataformas para dispositivos móviles basadas en hardware abierto, alternativo a Apple o Android como una forma de “monopolio regulado”.

– Garantizar la seguridad, la propiedad colectiva y la preservación de datos y metadatos. El Ecuador debe tener un marco regulatorio de protección de datos para garantizar la privacidad, confianza y protección de datos personales. Esto debe evitar cualquier compilación, procesamiento y rastreo de información personal no autorizada y la creación de perfiles que incluyan las preferencias de los ciudadanos. De esta manera, los ciudadanos estarán empoderados para interactuar con los datos y usarlos para involucrarse activamente con su entorno. A fin de lograr este objetivo, estas tecnologías de “no rastreo” deberían ser implementadas a fin de dar a los usuarios más control sobre sus datos sociales e información, y contar con una infraestructura basada en clave pública criptográfica adecuada y sólidas tecnologías de autenticación.

– Proveer herramientas respetuosas de la privacidad, aplicaciones para debatir, tomar decisiones y promover la democracia en red, marco legal y modelos educativos para activar una participación democrática colectiva a nivel nacional y a nivel local para crear propuestas de legislación, decisiones administrativas, sugerencias sobre la prioridad respecto a acciones públicas y la asignación presupuestaria local y nacional.

– Los estándares y formatos abiertos no deben ser una opción, sino deben ser criterios obligados en el desarrollo de la nueva infraestructura desde el núcleo. El software (programas) y los datos deben estar disponibles bajo una licencia abierta y libre o ser colocados en el dominio público de tal manera que la ciudadanía pueda construir soluciones y aplicaciones basadas en datos, además de una infraestructura de datos distribuidos sin restricciones tecnológicas.

– Fomentar la adopción de un nuevo pacto social en torno a la apertura gubernamental que fomente, acoja y valore la participación ciudadana en la co-creación de soluciones, propuestas, proyectos, emprendimientos y planteamientos orientados a contribuir en la solución de problemáticas sociales identificadas, ejercer monitoreo, debate, deliberación, seguimiento y sanción de los procesos internos del gobierno.

– Buscar alternativas no basadas en el mercado, provistas públicamente y nuevos modelos socio-económicos para remunerar la cooperación colectiva y social de ciudadanos y desarrolladores que producen contenidos y aplicaciones que tenga un valor social, para construir infraestructuras robustas dirigidas al logro de la soberanía tecnológica.

– Promover la capacitación de los ciudadanos por medio de academias y centros de investigación, y formular planes de alfabetización tecnológica orientadas a la apropiación social de las soluciones y herramientas tecnológicas adoptadas por el Estado, como mecanismos para contribuir al desarrollo de la Nación. Dado que el futuro de la sociedad democrática depende de manera crucial de la preparación de los jóvenes para las actividades positivas de la ciudadanía, las políticas deben incluir medios para incorporar a los jóvenes en los planes de formación sobre las herramientas tecnológicas para que puedan participar activamente en la consulta ciudadana, la comunicación y la acción que se convertirá en parte de su vida. Las escuelas y la red de centros de información de la nación pueden ser lugares en los que podrían los jóvenes participar en actividades lúdicas.