Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres, Mérida, Venezuela1
Universidad Politécnica Territorial del Estado Mérida Kléber Ramı́rez, Mérida, Venezuela1
macosta@cenditel.gob.ve1
Fecha de recepción: 07/09/2022
Fecha de aceptación: 16/09/2022
Pág: 58 – 68
Existen cuestionamientos filosóficos, epistemológicos, metodológicos, ontológicos,
axiológicos ante la ciencia de finales del siglo XX, los nuevos tiempos y la evolución histórica
de los sistemas sociales y culturales, no se pueden apreciar desde una sola perspectiva de
análisis, pues resulta insuficiente para desentrañar la compleja trama de la relación entre
el hombre, pensamiento, conocimiento, existencia, sociedad y universo. De esta manera,
emerge la transcomplejidad, que busca aprehender la integralidad del hombre y su mundo,
observándolo desde una mirada de complementariedad epistemológica, integrando los
postulados teóricos de la transdisciplinariedad y la complejidad para pensar la realidad
de forma distinta, de interpelarla, cuestionarla y abordarla desde lo multireferencial,
lo complejo y transcomplejo, lo diverso y lo transdisciplinario y ası́ obtener múltiples
respuestas a una misma situación, dejando atrás el pensamiento cientı́fico reductivo y
lineal como única forma de dar respuesta a los fenómenos complejos como modo de
afrontar la realidad. En este contexto, se ubica el presente ensayo, cuyo objetivo se
centra en abordar la investigación desde la perspectiva transcompleja como alternativa de
comprensión de la realidad en las ciencias sociales.
Palabras clave: complejidad, investigación, transcomplejidad.
There are philosophical, epistemological, methodological, ontological and axiological
questionigs about the science of the late twentieth century, the newer times and the
historical evolution of social and cultural systems, which cannot be appreciated from a
single perspective of analysis, since it is insufficient to unveil he complex relationship
between man, thought, knowledge, reality, society and the universe. Thus, transcomplexity
emerges, which seeks to apprehend the integrality of man and his world, observing it
from a look of epistemological complementarity, integrating the theoretical postulates of
transdisciplinarity and complexity to think reality in a different way, to question it and
to approach it from the multidisciplinary, questioning it and approaching it from the
multireferential, the complex and transcomplex, the diverse and the transdisciplinary and
thus obtaining diverse answers to the same situation, leaving behind the reductive and
linear scientific thinking as the only way to respond to complex phenomena as a way of
approaching reality. In this context, the present article focuses on approaching research
from the transcomplex perspective as an alternative for comprehend reality in the social
sciences.
Key words: complexity, research, transcomplexity.
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0
La evolución histórica del sistema social, cultural, educativo y cientı́fico conduce a nuevas
formas de percibir la realidad, que de por sı́ está impregnada de incertidumbre y que se
construye al dejar atrás el paradigma cientı́fico lineal y rı́gido como única manera de develar
los fenómenos, el cual produjo grandes descubrimientos y adelantos cientı́ficos, pero arraigado
en su innegable insuficiencia para comprender la realidad en toda su magnitud; en especial
en las ciencias sociales, donde los hechos no se pueden analizar desde una sola perspectiva,
porque solo mirar desde allı́ no es suficiente para desentrañar la complejidad relacional tan
grande que existe entre diversos factores del ser humano y el entorno en su completa dimensión.
Para ello, es necesario entender que el conocimiento no es lineal sino el resultado de varios
eventos que pueden ocurrir o no en el mismo tiempo o espacio, lo que significa repensar e
interpretar lo desconocido desde diferentes puntos de vista, donde el investigador tiene las
competencias para obtener múltiples respuestas de una misma situación, pues sus capacidades
son infinitas e inagotables al construir, deconstruir y reconstruir los hechos. De acuerdo con
Espina (2003), no es posible estudiar la realidad sin considerar lo universal y lo particular, lo
estructural y lo histórico, la homogeneidad y la diversidad; de ahı́ que es inevitable analizar
las realidades y su contradicción en un proceso en el que cualidades emergen, surgidas
especı́ficamente de la organización del todo, con capacidad para retroactuar las partes.
En efecto, la nueva realidad que se presenta cada vez más compleja, motiva a transformar
los modelos, paradigmas y esquemas de pensamiento para dilucidar las representaciones
sociales, por lo que emergen códigos de interpretación más amplios que buscan aprehender
la integralidad del hombre y del mundo, de donde ha devenido la transcomplejidad como
una renovadora forma de vivir y convivir la investigación, capaz de aprovechar la visión
investigativa en conjunto. Pues, desde la cosmovisión transcompleja pueden coexistir los
múltiples métodos hacia la construcción de una epistemologı́a del libre pensamiento, se hace
necesario asumir una manera de pensar, conocer y actuar dentro de un marco lógico racional
que construye conocimiento.
En lo esencial y tal como su propia raı́z lo explica, la transcomplejidad va más allá de la
complejidad, pero a su vez relacionándose con la transdisciplinariedad, es decir, se preocupa
por la búsqueda de lo que está entre, a través y más allá de las disciplinas, manteniendo
siempre el respeto a cada una de ellas. Se trata de la suma de dos paradigmas que rigen en
esta era, la transdisciplinariedad que implica la ruptura de las fronteras que existieron entre
las disciplinas en donde están implı́citas la inter y multidisciplinariedad, siendo un sistema
complejo en el que el problema o fenómeno es considerado como un todo, relacionado a su vez
con la complejidad que ofrece la posibilidad trascender.
De allı́ que la transcomplejidad tiene una mirada integradora y holı́stica para descubrir
los fenómenos que se presentan mediante la integración de diversas posturas, que por sı́
solas no bastan para acercarse a la realidad, lo que produce conocimiento a partir de la
comprensión dialógica y dialéctica, en un entorno innovador y transformador, constituyendo
una propuesta que abre paso a la incertidumbre y al redescubrimiento del saber, buscando
puntos de encuentro que permitan la flexibilidad, adecuación y permeabilidad para establecer
posiciones más allá del propio paradigma.
A la luz de estos planteamientos, el presente ensayo aborda el pensamiento complejo,
la trascomplejidad y sus potencialidades como nueva narratividad cientı́fica fundada en el
encuentro con lo desconocido, la incertidumbre y lo impredecible, lo que constituyen nuevas
posibilidades en la red de visiones, posturas y disciplinas de la investigación como alternativa
de comprensión de la realidad en las ciencias sociales.
Al hacer referencia a la transcomplejidad es necesario acercarse a la definición decomplejidad y transdisciplinariedad, puesto que su origen tiene fundamento epistémico y filosófico en ambos términos. La complejidad nació como resultado de la organizaci ón deltodo bajo la presión de infinitas combinaciones de interacción simultánea de las partes que lacomponen, lo que implica razonar las complicaciones, la incertidumbre y las contradicciones, alrespecto explica Morin (2003) que la complejidad es una concepci ón distinta del hombre como sujeto que estudia la realidad desde una perspectiva dialógica, buscando integrar el orden, la claridad, la distinción y precisión del conocimiento.
Según plantea Ugas (2006) dos formas de entender la complejidad son: (a) como dificultad
de comprensión de una situación que se desborda intelectualmente y (b) como una cualidad
del objeto que se considere; de allı́ que el concepto de complejidad tiene que ser empleado
como adjetivo para caracterizar los fenómenos y procesos que se investigan, desde diversas
perspectivas filosóficas, pero también desde el punto de vista matemático, fı́sico, biológico e
histórico.
Con relación a la transdisciplinaridad, es una forma de organizar el conocimiento que
trasciende las disciplinas de carácter radical, para brindar una perspectiva global que no se
limite a la disciplina y sus campos de acción, sino que vaya en dirección amplia que avanza
hacia pensar el mundo en diferentes unidades con la aspiración de un conocimiento lo más
completo posible, es decir, poder dialogar con la pluralidad de la inteligencia humana. Es por
esto que, el diálogo de saberes y la complejidad son esenciales de la actitud interdisciplinaria
que ve el mundo de manera holı́stica, ası́, la suma de esfuerzos puede constituirse en una nueva
arquitectura.
En ese orden, la confluencia de los postulados de las teorı́as de la complejidad y la
transdisciplinariedad configuran una nueva cosmovisión transparadigmática investigacional
transcompleja, que propugna la adopción de una posición abierta, flexible e integral, donde
existe complementariedad de lo cuantitativo, cualitativo y dialéctico. De ahı́ que Morin (2003)
junto al estudio de la complejidad propuesto, busca una práctica cientı́fica interdisciplinar,
basada más en la promoción del intercambio mutuo entre los compartimientos estancados
heredados que en la aparición de nuevos conceptos; al respecto Vergara (2010) señala que la
episteme de la transcomplejidad es usada para integrar los planteamientos del paradigma de
la complejidad y de su método de estudio, la transdisciplinariedad.
Regresando al constructo de la transcomplejidad, el término fue introducido por Lanz
(2001), para definir a los enfoques postmodernos en los cuales se fundamentan los procesos
organizacionales. La perspectiva de la transcomplejidad, es una representación epistemológica
que integra los postulados de la teorı́a del pensamiento complejo de Morin (2003) y la
transdisciplinariedad de Basarab (1996), la cual se encuentra inmersa en variados metadominios
del conocimiento donde confluyen psicologı́a, antropologı́a, polı́tica, espiritualidad, lingüı́stica, ecologı́a, economı́a, historia, filosofı́a, entre otras; es decir, se integran las perspectivas de la
complejidad y transdisciplinariedad para difundir la episteme cartesiana de la ciencia.
Por su parte, Vergara (2010) dimensiona la transdisciplinariedad como episteme de la
transcomplejidad usada para integrar los planteamientos del paradigma de la complejidad y
de su método de estudio. Desde esta concepción, no existen restricciones, por tanto, se plantea que la ciencia es integrada junto a sus métodos y procedimientos como una eco-cognición
transcompleja del conocimiento, en donde se requiere una descripción contextualizada e
integradora, en relación con las etapas precedentes y a sus potencialidades de continuidad.
La transcomplejidad es entendida entonces, como una visión del mundo, que nace para
dar múltiples respuestas a la realidad, o como explica Schavino (2013) desde ella se propugna
la adopción de una posición abierta, flexible, inacabada, sistémica y multivariada, donde
lo cualitativo y lo dialéctico se complementan en una relación sinérgica que configura una
matriz epistémica multidimensional. Es decir, da una mirada de saberes interconectados en
donde desde lo simple se trasciende y se devela lo no visible o como bien lo expone Ruiz
(2001) “se supera el reduccionismo que es más un modismo intelectual que una perspectiva
onto-epistemológica” (s.p.).
De todo lo que precede, se deduce el constructo que se utiliza para definir lo transcomplejo
como un enfoque integrador, perspectiva desde la cual, se da un principio de coexistencia entre
paradigmas a partir de lo transparadigmático, lo interaccional crı́tico y diverso. Pues, como
lo explican Sotolongo y Delgado (2006) la transcomplejidad no implica multidisciplinas sino el
respeto a la pluralidad de saberes.
A finales del siglo XX, se dieron indicios de que la forma tradicional de hacer ciencia habı́a
llegado a su fin por la rigidez y visión lineal del orden lógico, medible, predecible y cuantificable
que comprimı́a a la humanidad en la búsqueda de la lógica cientı́fica; ası́ como la resistencia
de un objeto toca fondo cuando es empujado a su máxima firmeza y colapsa, asimismo llegó al
declive el positivismo reduccionista, promoviendo la transformación irreversible del paradigma.
Este deambular cientı́fico se hace evidente a medida que surgen nuevas teorı́as, nuevas formas
de pensamiento y perspectivas del mundo, lo que “implica una desobediencia a los paradigmas
tradicionales para dar cuenta que desde la complejidad del ser humano y los sistemas sociales,
todo es cuestionable” (Balza, 2010, p. 192).
Desde esta metamorfosis ontológica se manifiestan nuevas formas de pensamiento que
se integran y se transforman unas a otras; en ese contexto, surge la transcomplejidad como
fruto de la existencia de varias perspectivas filosóficas y retando las posturas clásicas de la
racionalidad para promover la transición de la simplicidad hacia el pensamiento complejo,
ası́ como por los problemas epistemológicos y prácticos no resueltos por las visiones clásicas
de la filosofı́a, para dar múltiples posibilidades de reentender y resignificar la realidad,
mediante una posición abierta, flexible, integral, sistémica y multivariada; en donde existe la
complementariedad de lo cuantitativo, lo cualitativo y lo dialéctico.
Es una aproximación multidiversa y cambiante, lo cual acarrea repensar los criterios y principios que explican la ciencia, el método y todo el entorno, pues da opción a una mirada de
saberes interconectados en donde desde lo simple se manifiesta y se descubre lo no visible. Para
la UNESCO (1997), la transcomplejidad es una nueva visión de una experiencia vivida. Es una
vı́a de autotransformación orientada hacia el conocimiento y hacia la creación de un nuevo
arte de vivir, la investigación desde esta posición, debe adecuarse a problemas transversales,
transcendentales y multidimensionales como las meta-meta-teorı́as a partir de la dialógica y
reflexión profunda.
La transcomplejidad definida por Schavino y Villegas (2010) es una actitud que reconoce
la existencia de la pluralidad de aproximaciones que habı́an sido relegadas, como lo cotidiano,
lo imaginario, entre otros. De aquı́, que se haga posible desde ella la interconexión migratoria
de saberes que no pretenden yuxtaponerse unos por encima de otros, sino respetarse ante su
multiplicidad.
Sin embargo, la transdisciplinariedad según Basarab (1996), le concierne como “(. . . ) el
prefijo trans lo indica, lo que está a la vez entre las disciplinas, a través de las diferentes
disciplinas y más allá de toda disciplina”. Este abordaje es ciertamente una invitación a recorrer
el marco teórico de la ciencia de una manera diferente, propicia la liberación de ideas, la
incertidumbre, la unión de paradigmas, el cuestionamiento de la realidad desde perspectivas
complejas y divergentes, la apertura de nuevos caminos, la revelación de un nuevo corpus teórico
capaz de responder preguntas que el reduccionismo cientı́fico no puede contestar.
La actualidad de la investigación en el mundo globalizado de hoy, requiere de una visión
integrada del cómo investigar para abordar los problemas a partir de un sistema indivisible
y no como la suma de las partes, haciendo necesario pensar la acción investigativa desde un
enfoque transdisciplinario que plantea que para comprender la realidad hay que buscar las
conexiones entre los múltiples elementos involucrados e integrar las partes para explicar el
todo como la atribución de la unidad del conocimiento, brindando una mirada más inclusiva
que explora y descubre las múltiples manifestaciones de los fenómenos que se presentan a
través de una postura holı́stica y compleja.
De allı́ que el abordaje transcomplejo, permite una visión profunda del mundo y de la
existencia del ser en sus múltiples relaciones con su contexto social, económico, polı́tico,
ambiental, ecológico, espiritual, religioso y cultural, para apreciar el todo como es y desde
sus principios y valores, al romper con lo disciplinar y caminar hacia lo transdisciplinar con
la firme intención de captar la realidad mutable con la lupa de lo transcomplejo; en donde
la experiencia y la experticia del investigador tiene en su poder integrar el conocimiento
cientı́fico, filosófico y cotidiano, basado en la naturaleza interdisciplinaria del pensamiento para
entrelazar diferentes áreas de conocimiento, integrándolos en procesos cognitivos complejos, permitiendo que las mentes se abran y combinen experiencias a través de todas sus aristas.
Argumenta Villegas (2010) que la investigación transcompleja constituye una nueva
cosmovisión investigativa de complementariedad que permite la producción de un conocimiento
complejo, reconociendo la integración de saberes, la comunicación entre la reflexión filosófica y
el conocimiento cientı́fico. El conocimiento complejo es aproximado y referencial, producto de
la relación dialógica entre interpretación, comprensión y transformación, entre lo cualitativo,
cuantitativo y dialéctica, y resultado de interacciones multidimensionales entre las personas y
el mundo al que pertenecen.
Al respecto, el investigador debe ubicarse desde el punto donde finaliza lo conocido y
comienzan las nuevas realidades, mostrar el curso de la acción de la investigación e identificar los
actores principales mediante una reflexión constante y permanente para generar los constructos
que conlleven a los nuevos conocimientos derivados de la cosmovisión de la transcomplejidad.
Visto ası́, el hecho investigativo está cargado de un alto grado de complejidad, lo que ha llevado
a cambios en los esquemas de conocimiento utilizados hasta el momento, pues cada proceso
investigativo parte de un sistema de creencias que el investigador construye y reconstruye a
lo largo de su vida porque cualquier fenómeno problemático será explicado de acuerdo con el
marco cognitivo desplegado.
En ese orden de ideas, Schavino y Villegas (2010), refieren siete principios de la investigación
transcompleja, que constituyen un marco conceptual de referencia para guiar al investigador
en el abordaje del objeto de estudio; los cuales son:
Con esta visión, las incógnitas altamente complejas requieren de procesos de investigación donde se conjuguen diferentes disciplinas, abriendo la posibilidad del aporte racional delpositivismo científico fusionado con las reflexiones de la corriente humanística, donde elinvestigador es libre de decidir el enfoque y la teoría que corresponda a su investigación según su criterio, pues no existen caminos únicos; derivando un nuevo conocimiento donde convivenlo objetivo y lo subjetivo.
En concordancia con lo anteriormente descrito, para abarcar las realidades complejas y
aproximarse a lo desconocido, el modelo del pensamiento transcomplejo parte de dinámicas
independientes para llegar a la verdad articulando e integrando enfoques de acuerdo con los
requerimientos ontológicos del contexto, lo que implica la utilización de la complementariedad
metodológica, cuyo planteamiento se dirige a la reflexión profunda y al diálogo recursivo,
mostrando un sistema con argumentos no conclusivos, sino con principios de reflexión, al
dejar abiertas posibilidades para nuevas perspectivas, planteamientos y modos de asumir la
discusión, lo que da paso a la ciencia de lo inesperado con finales abiertos.
Es hora de romper los silos disciplinarios, ir más allá de las interrelaciones cientı́ficas
y coordinar la construcción del conocimiento, pasando del simple seguimiento de pasos a
entenderlo como un sistema complejo en el que los elementos de construcción comienzan con la
variabilidad problemática y las estrategias de investigación para construir espacios dialógicos
donde el investigador toma protagonismo al ser actor dinamizador de sentidos y significados.
Esta situación admite el uso de multimétodos y transmétodos como forma de evaluar,
explicar o comprender fenómenos, pudiendo ser creativos, pensar diferente, cuestionar
constantemente y buscar respuestas desde todos los ámbitos posibles, utilizando la mayor
diversidad de métodos y técnicas viables, e incluso construir un nuevo método para generar
argumentos cientı́ficos diferentes a los conocidos. Al realizar una investigación dentro de esta visión paradigmática, es necesario abordarla a través de varios caminos o métodos, es decir,
no se trata de buscar la solución a un problema de investigación sino que se da relevancia al
proceso reflexivo que permite analizar la incertidumbre a partir de sus partes, en conjunto y
viceversa.
Referente a ello, Najmanovich (2001) explica que se trata de construir itinerarios según
las problemáticas particulares de cada investigación especı́fica, de manera que en cada caso
se emplearán distintos métodos e incluso la combinación de ellos, pues dependerá de la
perspectiva del investigador o del equipo de investigadores, de lo investigado, del contexto, de
factores internos y externos, de la facilidad para conseguir la información, del acercamiento a
los múltiples niveles de la realidad y de diversos aspectos que puedan contribuir a develar la
verdad, en consecuencia, el transmétodo es un proceso recursivo que se construye y deconstruye
en cada investigación en correspondencia con los requerimientos de la realidad a abordar.
Tal como lo enfatiza Balza (2010) hay que destronar el predominio del método único usado
en el paradigma positivista basado en la regularidad estadı́stica y la rigidez al analizar los
datos cuantitativos, para liberar de las prisiones paradigmáticas que condicionan nuestros
pensamientos, siendo el desuso y no el hombre el que lo aniquile, lo que directamente conduce
a la desobediencia al método tradicional para reconceptualizar desde la complejidad los
sistemas sociales, adoptando modelos de pensamiento transparadigmático para impulsar la
transmetódica como método en la búsqueda de alternativas en los procesos de investigación,
basados en la complementariedad, la integración y la reflexión profunda.
La nueva era de la ciencia vislumbra innovadoras formas de percibir la realidad, en donde
los investigadores deben abrir la mente, estar dispuestos a romper las reglas y aprender
continuamente. Es imposible seguir haciendo investigación de acuerdo con los procedimientos
habituales, los verdaderos investigadores están constantemente explorando, renovando,
cambiando paradigmas para apoderarse de nuevas maneras de encontrar respuestas en un mar
de incertidumbres, pues las prácticas tradicionales de investigación producen investigaciones
poco creativas atrapadas en modelos únicos que no coinciden con la realidad.
Desde este despertar, surge la transcomplejidad, una propuesta epistemológica emergente
que plantea nuevas formas de hallar respuestas, emancipar y transformar no solo la
investigación, sino al ser y su realidad, mediante una relación dialógica que integra paradigmas
que van más allá de la complejidad, abriendo caminos a la incertidumbre hacia nuevos
significados y al redescubrimiento ontoepistemológico a partir del cual se explica la realidad
desde una lógica plural y multivariada, caracterı́sticas que trascienden los criterios que le
anteceden, forjando cambios profundos en la manera de comprender el todo de una forma
libre, flexible y recursiva.
Para finalizar, es fundamental destacar que al igual que con cualquier otro método de
investigación, la transcomplejidad tiene sus seguidores y sus crı́ticos, por lo que no se puede
afirmar que sea universalmente aceptado como el único método de investigación hegemónico
para las ciencias sociales, porque esto contradice su propia apertura y flexibilidad; sin embargo,
es una opción válida entre todas las que existen en el mundo cientı́fico y en el campo de
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