Institución Educativa El Recreo, Guaviare, Colombia1
Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela2
luzcordoba2023@gmail.com1
lgarcalobo@gmail.com2
Fecha de recepción: 10/09/2023
Fecha de aceptación: 18/10/2023
Pág: 16 – 38
La seguridad alimentaria puede materializarse a través de la ordenación del
proceso productivo y la organización del consumo alimenticio, a fin de cubrir los
requerimientos de los asentamientos locales con prioridad en lo endógeno para el
consumo interno y familiar. Se evidenció la problemática presente en el municipio
del Retorno (Guaviare, Colombia) que afecta la garantı́a de estilos de vida saludable,
la nutrición y el derecho humano a la alimentación de sus habitantes. La presente
investigación se planteó como propósito general diseñar una estrategia pedagógica
basada en la implementación de la huerta agrofamiliar, con el fin de promover
la producción de algunos cultivos y el consumo local, garantizando alimentos
saludables y de calidad a la comunidad; y, especialmente, como objeto de estudio
a las familias de los estudiantes de postprimaria del Centro Educativo El Recreo,
Colombia. Metodológicamente se incorporó en el análisis a 23 estudiantes bajo un
estudio con enfoque cualitativo a través de la investigación-acción. Se aplicó una
entrevista semiestructurada con 21 interrogantes durante el diagnóstico y después de
la intervención educativa. Los resultados del estudio mostraron que el alumnado
logró adquirir conocimientos teóricos sobre educación ambiental para desarrollar
competencias procedimentales y actitudinales relacionadas con los estilos de vida
saludable. La principal conclusión es que la estrategia pedagógica implementada generó
un impacto positivo en la seguridad alimentaria de los educandos, toda vez
que, ampliaron sus saberes en la contextualización y el desarrollo de actividades
pedagógicas para la conformación de huertas agrofamiliares y el reconocimiento del
nivel de seguridad alimentaria en la región.
Palabras clave: comunidad educativa, desarrollo endógeno, huertas agrofamiliares,
intervención educativa, seguridad alimentaria, sustentabilidad.
Food security refers to the management of the productive process and the organization
of food consumption in order to meet the requirements of local settlements with
priority to endogenous for domestic and family consumption. In this sense, the
problems present in the municipality of the Retorno (Guaviare, Colombia) that
affect the guarantee of healthy lifestyles, nutrition and human rights in food of its
inhabitants were evidenced. The general purpose of this research was to design
a pedagogical strategy based on the implementation of the agro-family garden in
order to promote the production of some crops and local consumption, guaranteeing
healthy and quality food to the community, and especially, as an object of study,
to the families of the post-primary students of the Educational Center the Recreo,
Colombia. Methodologically, 23 students were incorporated in the analysis under
a study with a qualitative approach through action research. A semi-structured
interview with 21 questions was applied during the diagnosis and after the educational
intervention. The results of the study showed that the students were able to
acquire theoretical knowledge on environmental education to develop procedural and
attitudinal competences related to healthy lifestyles. The main conclusion is that
the pedagogical strategy implemented had a positive impact on the food security
of the students, since they broadened their knowledge in the contextualization and
development of pedagogical activities for the creation of agro-family gardens and the
recognition of the level of food security in the region.
Key words: educational community, endogenous development, agro-family vegetable
gardens, educational intervention, food security, sustainability.
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0
Esta investigación se desarrolló en el contexto de la problemática existente sobre la seguridad
alimentaria de los habitantes colombianos del Departamento del Guaviare, particularmente, en
el Municipio del Retorno. De acuerdo con lo que expone la Gobernación del Guaviare (2021)
esta localidad manifiesta un nivel crı́tico con respecto a la producción, acceso y disponibilidad de alimentos. Esta dificultad afecta la garantı́a de recibir los lugareños una nutrición saludable
en la comunidad en general y, especı́ficamente, en la educativa. Por lo tanto, se requiere
focalizar alternativas de solución que permitan la producción, consumo y buen manejo de los
alimentos por parte de la población, tales como el desarrollo de la huerta agrofamiliar desde
un enfoque pedagógico.
Ante tal problemática en el contexto del desarrollo sostenible, la Organización de
las Naciones Unidas (2016) ha enfocado la seguridad alimentaria desde una perspectiva
asociada con la agricultura y la sana nutrición. En tal sentido, otras instituciones como
FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF (2021) han destacado que los problemas nutricionales en
sus diversas formas (desnutrición y obesidad) son la principal causa de muertes al nivel mundial.
Por otra parte, dentro de la Agenda 2030 la Organización de las Naciones Unidas (2022)
manifiesta que entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se incorpora la seguridad
alimentaria en el Objetivo 2, que se denomina ‘Hambre Cero’. En este orden de ideas, el ODS
2 tiene como objetivo poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la
nutrición, ası́ como promover la agricultura sostenible para el año 2030. Se centra en garantizar
que todas las personas tengan acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes y que se
promueva la agricultura sostenible para combatir la inseguridad alimentaria a nivel mundial.
En este contexto, este objetivo es fundamental para abordar el problema de la falta
de acceso a alimentos adecuados y nutritivos que afecta a millones de personas en todo el
mundo. Para lograr el ODS 2 es necesario trabajar en la promoción de sistemas alimentarios
sostenibles, el aumento de la productividad agrı́cola, la inversión en la agricultura rural y la
reducción de las pérdidas de alimentos, entre otros aspectos clave relacionados con la seguridad
alimentaria y la nutrición. Una manera práctica serı́a, por ejemplo, abordar el problema desde
los espacios educativos mediante la promoción de las huertas agrofamiliares.
En materia de cifras, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) en colaboración con otros organismos internacionales (FAO, FIDA, OMS,
PMA y UNICEF, 2021) informó que alrededor de 690 millones de personas en todo el mundo
estaban subalimentadas en el perı́odo de 2019 a 2021, lo que valida la problemática que se
presenta a escala mundial. Para el caso particular de Colombia, en este mismo informe del
Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2021 estimó para ese mismo
lapso que habı́a alrededor de 4,3 millones de personas subalimentadas, es decir, un 0,62 % de
la escala mundial.
Frente a esta delicada situación nacional, la investigación se concentró en diseñar una
estrategia pedagógica basada en la implementación de la huerta agrofamiliar de alcance local,
eventualmente replicable y escalable en otros ámbitos geográficos, con el fin de promover
productos y consumo local garantizando alimentos saludables y de calidad a las familias de los estudiantes de postprimaria del Centro Educativo (C.E.) El Recreo (localizada en el
Departamento de Guaviare, Colombia).
En el andamiaje metodológico se incorporó en el análisis a 23 estudiantes bajo un estudio con
enfoque cualitativo a través de la investigación-acción. Se aplicó una entrevista semiestructurada
con 21 interrogantes durante el diagnóstico y después de la intervención educativa. Mientras
que, epistemológicamente se orientó con la identificación de las siguientes categorı́as de análisis:
la seguridad alimentaria, las estrategias pedagógicas y la huerta escolar en la modalidad
agrofamiliar. La cuales se abordan en la siguiente sección, como fundamento teórico de la
investigación.
Esta categorı́a de estudio está conceptualizada por la FAO (2011) como todos aquellos esfuerzos que se llevan a cabo para la organización de:
La producción y el consumo de alimentos acorde con las necesidades de las comunidades locales, otorgando prioridad a la producción para el consumo local y doméstico. Proporciona el derecho a los pueblos a elegir lo que comen y de qué manera quieren producirlo. La soberanı́a alimentaria incluye el derecho a proteger y regular la producción nacional agropecuaria y a proteger el mercado doméstico del dumping de excedentes agrı́colas y de las importaciones a bajo precio de otros paı́ses (p. 3).
Con el propósito de cumplir con su cometido, según manifiesta la FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF (2023) la seguridad alimentaria se apoya en cuatro pilares fundamentales:
Por otro lado, para Jones et al. (2013) la medición adecuada de la seguridad alimentaria
es fundamental para orientar la ayuda alimentaria y económica, apoyar los sistemas de alerta
temprana de hambrunas y de seguimiento mundial, evaluar los programas de nutrición, salud
y desarrollo, y fundamentar la polı́tica gubernamental en muchos sectores. En este sentido,
manifestaron que existen tres niveles que miden la vulnerabilidad sobre el derecho a la
producción y consumo de alimentos, es decir: a) inseguridad alimentaria leve, se origina cuando
no existe certeza sobre la capacidad de obtención de alimentos; b) inseguridad alimentaria
moderada, se desarrolla cuando no existe un abastecimiento alimentario en una comunidad de
manera continua y diaria; y, c) inseguridad alimentaria grave, se considera cuando no existe
consumo de alimentos durante un dı́a o posterior a este tiempo.
En tal sentido, la FAO, FIDA, OPS, PMA y UNICEF (2023) concibe la inseguridad
alimentaria como un problema que emerge como consecuencia de un conjunto de factores
diversos, los cuales inciden con distinta intensidad en el funcionamiento de los sistemas
agroalimentarios. Entre ellos destacan “las crisis y perturbaciones derivadas de los conflictos,
la variabilidad del clima y los fenómenos climáticos extremos y la contracción económica”.
Tales factores, aunados a las desigualdades sociales afectan la capacidad de los sistemas
agroalimentarios para garantizar la seguridad alimentaria de la población a través de una
alimentación nutritiva, inocua y accesible; aspecto fundamental para garantizar un desarrollo
sostenible.
En sı́ntesis, la seguridad alimentaria es una meta para cada uno de los paı́ses desde la visión
estructural y polı́tica, donde el impulso de la producción y consumo desde lo endógeno promueve
modificaciones en la matriz productiva local. Por tanto, llevar a la práctica polı́ticas orientadas
a incentivar la seguridad y soberanı́a alimentaria desde los espacios educativos como, por
ejemplo, mediante la implementación de huertas agrofamiliares u otro tipo, permite identificar e
integrar los ODS a los fines de lograr una mejor fabricación y comercialización de los alimentos
con contenido nutricional y de calidad en las comunidades. En estos casos se cuidan también
aspectos que también forma parte de los retos y amenazas como lo son la degradación de los
suelos, la contaminación atmosférica, la escasez de agua, la explosión demográfica, el cambio
climático, las crisis económicas y problemas de gobernabilidad, entre otros.
Las estrategias pedagógicas son enfoques o métodos utilizados por los educadores para
facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Estas estrategias están diseñadas para ayudar
al alumnado a adquirir conocimientos, desarrollar habilidades y comprender conceptos de
manera efectiva. Según Ausubel (1968) la teorı́a del aprendizaje significativo se basa en la
idea de que los nuevos conocimientos se adquieren mejor cuando están relacionados con el
conocimiento previo del estudiante. En este contexto el mismo autor señala que una estrategia pedagógica efectiva es aquella que ayuda a los estudiantes a vincular la nueva información con su base de conocimientos existente, lo que facilita la retención y la comprensión a largo plazo.
En el campo de la pedagogı́a existen muchas estrategias pedagógicas diferentes, como la
enseñanza basada en proyectos o en problemas; el aprendizaje cooperativo; la instrucción
diferenciada; el uso de tecnologı́a educativa, entre otras. Estas estrategias se eligen y se aplican
según el contenido a enseñar, los objetivos del aprendizaje y las necesidades de los estudiantes.
Por consiguiente, mediante la estrategia pedagógica se definen las acciones a ejecutar por
el educador con el objetivo de facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje del estudiantado. Ası́ mismo, facilitan la implementación de nuevas metodologı́as que involucran alternativas
que, al ser planeadas e involucradas en la institución educativa, evitan la monotonı́a y afectan
positivamente el proceso educativo. Finalmente, Rodrı́guez (2021) se refiere a estas estrategias
como aquellas prácticas del docente que busca flexibilizar el desarrollo de los aprendizajes
y el proceso de enseñanza mediante la implementación de distintos recursos didácticos que
permitan dinamizar e interactuar en el aula o en espacios alternos como los naturales.
Ahora bien, en concordancia con el problema detectado en la investigación a sugerencia
de Martı́nez-Restrepo et al. (2016) para mejorar los estilos de alimentación de la colectividad
colombiana es necesario propiciar el desarrollo de estrategias pedagógicas en las instituciones
educativas que brinden la circulación del conocimiento sobre acciones sostenibles que posibilitan
la ingesta permanente a una alimentación saludable. Por ende, la pertinencia del presente
estudio se encuentra asociada con el requerimiento de fomentar escenarios pedagógicos y
formativos donde los educandos puedan adquirir hábitos de alimentación saludable a través
de la elaboración de huertas en sus entornos familiares, ası́ generar una tradición propia de la
localidad.
De esta manera, al promover la realización de prácticas de agricultura en los entornos
para su alimentación se puede inducir a la conservación de las tradiciones, como también, a
la circulación del conocimiento empı́rico y el saber popular sobre la siembra y el cultivo de
plantas nativas o endémicas que hacen parte de la identidad local (Ibarra et al., 2019). En este
sentido, no sólo se puede generar un efecto positivo en la nutrición de la comunidad educativa y
comunidad en general, sino también en la conservación de plantas significativas en el patrimonio
natural y cultural de la región, lo que posibilita a su vez su conocimiento y consumo para el
bienestar humano de la población.
Etimológicamente huerta proviene del latı́n ‘hortus’ que significa ‘jardı́n’ y esta última
deriva del griego ‘hortos’ que es similar a ‘recinto vallado’; en otras palabras, de ‘recinto que se usa como pasto’. En este entendido, el concepto de huerta es utilizado para referirse
al terreno donde se cultivan productos agrı́colas. De acuerdo con la conceptualización de la
Real Academia de la Lengua Española (RAE) (RAE, 2023) una huerta posee mayor amplitud
territorial que un huerto, o sea tiene una mayor superficie.
Al respecto, Brierley (1985) señala que históricamente las huertas agrofamiliares emergieron
como huertos caseros, trabajados por los esclavos en parcelas ubicadas en la parte posterior de
sus hogares. Entre los rubros cultivados destacaron especies vegetales, frutas, raı́ces tropicales
y crı́a de animales (cerdos, aves, cabras, etc.). Todos ellos, se orientaban a satisfacer las
necesidades alimentarias de la población esclava.
De este modo, el término huerta designa a un determinado espacio o lugar, especialmente
diseñado para sembrar hortalizas, vegetales y plantas medicinales de diferentes tipos. Para
Martı́nez-Restrepo et al. (2016) la huerta puede ser muy variada, depende del tipo de cultivos,
tamaño y sistema del trabajo; por ello, una de sus caracterı́sticas principales, es que el
espacio cultivado es para el aprovechamiento y consumo de los propietarios o empleados, sin
intención de elevar la productividad para comercializar sus cosechas; en otras palabras, son
para autoconsumo. Teniendo en cuenta que las huertas son áreas que se acondicionan con
anterioridad para la siembra de diferentes especies de plantas, estas son producidas para el
consumo de quien las ha plantado o de las personas de su entorno.
Es importante reseñar que entre los tipos de huertas, cuya clasificación se extrae de lo que
expone Pantoja (2020), destacan de acuerdo a su ubicación y prácticas de manejo las siguientes:
En este marco también se encuentran los huertos que se hacen por ocio o entretenimiento, los cuales consisten en alquilar terrenos pequeños o jardineros en propiedades privadas. De acuerdo con Pantoja (2020), se clasifican en:
De toda esta clasificación, es preciso explicar lo correspondiente a las huertas agrofamiliares,
estas según Dı́az (2019) se definen como parte de las estrategias fundamentales de la producción
agrı́cola, por medio de las cuales se producen alimentos para beneficio de contextos comunitarios
urbanos y rurales que aportan a la economı́a familiar y contribuyen con los conocimientos de
quienes trabajan en ella.
El ambiente donde se encuentran las huertas agrofamiliares suele ser continuo al lugar
de residencia, siendo su caracterı́stica principal la diversificación de especies vegetales en
las prácticas de cultivo en la región. Es indispensable contar con un sistema que facilite
la producción de alimentos, como lo son las huertas agrofamiliares, que según Dı́az (2019)
tienen como objetivo principal un servicio ecosistémico para el abastecimiento de alimentos de
calidad, cuyos beneficiarios principales son la familia.
Para Landon-Lane (2019) las huertas agrofamiliares recurren hoy por hoy a diferentes
prácticas agrı́colas, encaminadas a modificar las condiciones ambientales que se trabajan
tradicionalmente, las cuales van desde las huertas bajo cubierta, donde las etapas del ciclo
vegetativo son controladas, hasta sistemas extensivos, como las huertas frutı́colas.
Dentro de los beneficios o aportes de las huertas agrofamiliares, en la actualidad los paı́ses
con un alto nivel de desarrollo se encargan de promocionar los aportes que generan este tipo de
huertas con el fin de optimizar los medios de subsistencia de las poblaciones urbanas y rurales.
En sı́ntesis, sus aportes según Landon-Lane (2019) serı́an:
Por último, los elementos que intervienen y deben incorporarse al momento de poner en funcionamiento una huerta agrofamiliar son los siguientes (Landon-Lane, 2019):
De este modo, se han expuesto cada una de las categorı́as de análisis que sustentan la investigación, permitiendo argumentar epistemológicamente que las huertas agrofamiliares representan una estrategia pedagógica importante para la seguridad alimentaria de la población.
Esta investigación se realizó bajo el paradigma socio-crı́tico, modelo que se enmarca en el
contexto de una práctica de investigación caracterizada por la acción-reflexión-acción, lo que
significa que el investigador busca generar cambios y liberarse de la opresión en un contexto
social. Para Brito (2018) la Investigación-Acción (IA) fue desarrollada por el pensador Kurt
Lewis en el año 1944, como una forma de indagación que podı́a ligar el enfoque experimental de
la ciencia social con programas de acción social que dieran respuesta a los problemas sociales
de su época.
De acuerdo con Brito (2018), dentro de la IA existe lo que se denomina IA emancipadora.
Este quehacer está dirigido al compromiso de la transformación en las prácticas educativas y de organización, aunque se orienta con relevancia hacia la práctica social. Por lo tanto, se
convierte de un proceso neutral de comprensión y pasa a ser un proceso práctico y crı́tico de
intervención y reflexión.
Al respecto, el paradigma socio-crı́tico resultó pertinente en tanto mediante la reflexión
acerca de la seguridad alimentaria de la comunidad educativa objeto de estudio se generó
una experiencia significativa en la que participaron los miembros de la misma, con el fin de
construir nuevas alternativas y propuestas en torno a una problemática especı́fica del contexto.
Esta tenı́a el propósito de transformar la realidad de todos los actores involucrados, partiendo
desde el ejercicio del pensamiento crı́tico y acciones, que a su vez se convierten en reflexiones
idóneas dentro del contexto y las necesidades evidenciadas en este para aportar nuevos cambios
en pro del desarrollo de la comunidad.
Como guı́a orientativa metodológica se adoptó el enfoque cualitativo, que según Vera y
Villalón (2015) es una descripción estricta de un marco contextual en donde se desarrollan
hechos o fenómenos que no admiten estrictamente la cuantificación. En esta investigación se
determinó la pertinencia de este enfoque, debido a que el análisis de la realidad educativa
implica una intersubjetividad que se demarca compleja. Por esta razón, la recolección de datos
se efectuó en forma sistemática, entrelazada con la implementación de estrategias pedagógicas
basadas en huertas agrofamiliares para mejorar la seguridad alimentaria de los estudiantes del
C.E. El Recreo de El Retorno, Guaviare.
El tipo de investigación consistió en la investigación-acción, que surgió con la finalidad de
promover acciones de cambio en una problemática determinada en la comunidad objeto de
estudio, a partir de ciclos basados en el diagnóstico, la planificación y ejecución de un proyecto
comunitario. Posteriormente, implica la reflexión sobre los anteriores ciclos desarrollados
para determinar el impacto o los efectos del plan desarrollado, con el propósito de contribuir
a la mitigación de la situación problemática de la colectividad (Bernal, 2017). El método
investigación-acción se desarrolló en tres fases procedimentales:
De igual manera, el presente producto académico se fundamentó en un marco referencial
basado en la descripción de las actividades didácticas, la seguridad alimentaria y las huertas
agrofamiliares. El mismo se incorporó en el desarrollo de la cartilla para la realización de la estrategia pedagógica de manera autónoma en los estudiantes, es decir, mediante una
metodologı́a de aprendizaje guiada.
Por otro lado, como unidad de análisis se seleccionó una muestra intencionada de 23
estudiantes de los 65 que integran la postprimaria del Centro Educativo El Recreo. El grupo
estuvo formado por 15 estudiantes de sexo masculino y 8 estudiantes de sexo, con edades entre
12 y 17 años, debido a que es una muestra flexible de acuerdo con la ubicación geográfica, los
recursos y las prácticas pedagógicas desarrolladas en la institución educativa. La técnica de
recolección de datos fue la entrevista semiestructurada, que este caso constaba de 21 preguntas
aplicadas antes y después de la intervención educativa. Los datos cualitativos ası́ recabados
fueron codificados e interpretados mediante el uso matrices hermenéuticas, identificando la
categorı́a de análisis, la subcategorı́a y la unidad significante.
Con base en lo anterior, la conveniencia de la aplicación de la investigación se justificó
en el mejoramiento, con una proyección temporal continúa hacia el progreso de los estilos de
alimentación de los estudiantes y sus familias. Por lo tanto, al tener una seguridad de los
alimentos dentro de su estilo de vida a través de la fundación y uso de huertas agrofamiliares
estimula el consumo de comida saludable, junto con el aprendizaje significativo que generan
los alumnos al actuar con responsabilidad sobre la evolución de la huerta y sus debidos cuidados.
Por consiguiente, para responder a esta situación se desarrolló una propuesta educativa
enfocada hacia la realización de huertas agrofamiliares como estrategia para fortalecer los
conocimientos sobre alimentación saludable y el acceso a alimentos de calidad en los estudiantes
de postprimaria del Centro Educativo El Recreo, ubicado en El Retorno (Departamento de
El Guaviare, Colombia). No obstante, su especificidad, los hallazgos y la propuesta podrı́an
constituirse en una alternativa frente a situaciones similares, que permitan una identificación
y solución factible que puede emplearse como un proyecto replicable.
A manera de sı́ntesis metodológica, la figura 1 representa el plan de análisis llevado a cabo
para la presente propuesta de identificación. Allı́ se destacaron los elementos más relevantes
respecto a la metodologı́a de análisis implementada, indicando qué se pretendió evaluar, el
cómo se hizo y las fases llevadas a cabo.
Figura 1: Plan de análisis metodológico
Fuente: Elaboración propia (2023).
Los resultados obtenidos se presentan de acuerdo con las categorı́as de análisis del estudio. En relación con la categorı́a de huertas agrofamiliares, la tabla 1 sintetiza lo correspondiente a la subcategorı́a denominada “Implementación según el tipo y clasificación de las huertas agrofamiliares y según sus elementos para la conformación” y la unidad significante “Conceptualización de huerta”.
Tabla 1: Matriz hermenéutica relacionada con la conceptualización de la huerta
Fuente: Elaboración propia (2023).
En este sentido, los estudiantes y familiares encontraron que la relevancia de las huertas se
focaliza en los procesos de siembra y alimentación, puesto que son fundamentales y de fácil
manejo, siempre y cuando exista una adecuada organización espacio-temporal del terreno. Los
estudiantes han generado hábitos de ayuda y colaboración con respecto de los conocimientos
adquiridos durante el proceso de intervención. De acuerdo con las actividades propuestas, la
identificación conceptual y la puesta en escena de las acciones a realizar lograron que el trabajo
social propuesto desde la IA permitiera vincular la comunidad con el saber y la ejecución del
proyecto.
Ahora bien, en la misma categorı́a y subcategorı́a de análisis, con respecto a los tipos de
huertas como unidad significante, se obtuvo la siguiente interpretación plasmada en la tabla 2.
Tabla 2: Matriz hermenéutica relacionada con la tipologı́a de huertas
Fuente: Elaboración propia (2023).
Junto con algunos aspectos teóricos, los saberes populares también se aplicaron de forma
práctica en la comunidad. Esto permitió distinguirlos de los saberes conceptuales que tienen
los estudiantes al momento de realizar cualquier proyecto de impacto hacia la creación de
huerta. En este sentido, el alumnado y sus familiares –al conocer los tipos de huertas que
existen– pueden decidir por cual aplicar, de acuerdo con las necesidades del momento.
Ası́ mismo, en relación con las huertas agrofamiliares los estudiantes evidenciaron una
amplitud en su concepto, toda vez que lo relacionan con un espacio de siembra y producción de
cultivos de los hogares campesinos que promueven el fortalecimiento de los vı́nculos familiares. Sobre la conformación de la huerta, reconocieron procesos como el diseño del plan de cultivo
de acuerdo con el objetivo y calendario de siembra, la técnica a implementar, los tipos y
formas de siembra, la elección de la semilla, el mantenimiento de la huerta como el riego,
el fertilizante mediante la elaboración de abono orgánico (compostaje), el trasplante y, por
último, la selección de las semillas en función del plan de cultivo. Estos conocimientos versátiles
que lograron adquirir son conocimientos que contribuyen con el desarrollo colaborativo familiar
para una mejorı́a en los métodos tanto de siembra como de alimentación, siendo uno de los grandes problemas solucionados en la intervención educativa realizada.
Por otro lado, con respecto a la categorı́a de seguridad alimentaria en la subcategorı́a “Pilares
en la región para evitar dificultades en la disponibilidad de productos alimenticios” con la
unidad significante “Conceptualización de seguridad alimentaria”, en la tabla 3 se evidencian
los resultados obtenidos.
Tabla 3: Matriz hermenéutica relacionada con la conceptualización, pilares y niveles de la seguridad alimentaria
Fuente: Elaboración propia (2023).
En este sentido, el objetivo social de que los estudiantes comprendieran la importancia de
mantener una siembra organizada para satisfacer las necesidades tanto alimentarias como de
calidad en los alimentos fue lograda, entendiendo que es muy pertinente para el desarrollo de
la comunidad y sus propias familias. En este punto es importante destacar que los estudiantes
terminaron manejando los procesos de creación y mantenimiento de las huertas para el
desarrollo del agro en familia.
En resumen, fue posible constatar que los estudiantes lograron fortalecer los conceptos
relacionados con las huertas, su importancia, tipos y otros aspectos clave con ellas relacionados.
Con lo antes descrito, se evidenció una mejora considerable respecto de la entrevista inicial, puesto que a los estudiantes que habı́an presentado algunas dudas respecto a los conocimientos,
éstas fueron disipadas con la implementación de la estrategia pedagógica de la huerta
agrofamiliar. En el desarrollo y ejecución de la intervención educativa el estudiantado mostró
interés por cada una de las actividades, ası́ como preocupación por el ambiente e intenciones
por mejorar la seguridad alimentaria familiar.
En cuanto a los conocimientos adquiridos, le permitió a cada estudiante generar crı́ticas
al sistema alimentario del paı́s, ası́ como comprenderse como parte de los actores sociales de
cambio en su comunidad. Ası́, al recibir los conocimientos tienen la obligación social de aportar
a los avances de su propia familia y comunidad. En lo relacionado con las últimas preguntas del
instrumento, a través de las cuales se buscaba identificar en los estudiantes las caracterı́sticas y
rasgos propios y comunes sobre el proceso de intervención, esta estrategia les permitió corregir
algunos saberes y conceptos y, por otro lado, la motivación a seguir realizando acciones para
la mejora de las huertas.
El aprendizaje significativo se concentró en lograr que los estudiantes dirigieran su proceso
de asimilación para el desarrollo endógeno con el aprovechamiento de los recursos locales a
través de la producción y consumo de alimentos a partir de las huertas agrofamiliares, a los
fines de elevar las condiciones alimentarias de la sociedad en la que se sitúan. De esta manera, se
generaron crı́ticas por parte de los estudiantes hacia la intervención dentro del agro, teniendo en
cuenta que los conocimientos adquiridos son base fundamental en el desarrollo de las acciones
de la agricultura.
Se pudo apreciar a partir del diagnóstico previo (el antes) que la mayorı́a de los estudiantes
presentaron nociones habituales sobre la definición de huerta desde su experiencia familiar
y la vida del campo que se asocia al concepto de huerta agrofamiliar, pero no con respecto
a la conceptualización en general. Según Jiménez (2020), la huerta se entiende como un
espacio en cualquier tipo de entorno (rural o urbano) que se orienta al desarrollo de
cultivos de acuerdo con una finalidad en especı́fica a satisfacer, que no necesariamente
radica en la obtención de alimentos. No obstante, estos últimos elementos conceptuales fueron
consolidados posterior a la intervención educativa, tal cual se mostró en la sección de resultados.
De esta manera se puede apreciar que en el proceso de diagnóstico los estudiantes aludieron
el significado de ‘huerta’ al de ‘huerta agrofamiliar’. Asimismo, se evidenció que los estudiantes
reconocieron algunos tipos de huerta. Sin embargo, desconocen la diversificación tipológica
de las huertas, o bien, no establecen una relación de la multiplicidad de huertas. Esto último
podrı́a deberse a lo señalado por Acevedo (2018), en el sentido que en los entornos rurales
la práctica agrı́cola se enfoca en la producción de alimentos y plantas medicinales desde
conocimientos tradicionales y experienciales de los campesinos. Cabe resaltar que posterior a la intervención educativa el estudiantado se apropió de los saberes correspondientes para
identificar el tipo de huerta a utilizar en casos especı́ficos.
Por otra parte, con respecto a la conformación de la huerta agrofamiliar, se identificó
que los estudiantes no evidenciaron un desempeño de competencias técnico-cientı́ficas en la
elaboración de huertas, sino que lo hicieron a partir de sus nociones basadas en el conocimiento
experimental y tradicional del campo. Al respecto, Tomás y Urra (2018) consideran que la
mayorı́a de las familias campesinas transmiten sus saberes tradicionales desde un conocimiento
práctico a las nuevas generaciones, por lo cual la mayorı́a de sus saberes adquiridos carecen
de una relación con la técnica agrı́cola y el conocimiento cientı́fico de las ciencias naturales.
En consecuencia, es necesario promover un fortalecimiento epistemológico de la labor agrı́cola,
articulándolo al conocimiento tradicional de manera que permita un mejoramiento en la
conformación de las huertas y la producción de cultivos desde una visión ontológica. En este
sentido, se evidenció la necesidad de que la estrategia pedagógica se orientara a –como en efecto
se logró– la conformación de una huerta agrofamiliar con conocimientos técnicos-agrı́colas, los
cuales permitieron mejorar las prácticas de cultivo y, por ende, la seguridad alimentaria de la
comunidad y de sus familias con productos de calidad.
Para Armienta et al. (2019) los huertos escolares han perdido importancia dentro del
proceso escolar, toda vez que los docentes no han utilizado esta estrategia pedagógica para el
fortalecimiento de la articulación interinstitucional, especialmente en aquellas ubicadas en el
sector urbano, donde las posturas de las familias, estudiantes, docentes y directivos es más
ajena a este tipo de procesos que en las escuelas rurales. De allı́ que se deban implementar este
tipo de recursos didácticos para el fortalecimiento de las competencias ambientales, puesto
que tal y como lo indica Rodrı́guez (2021), la ejecución de la huerta admite crear una práctica
propia, al reconocer la interacción entre el ser humano y el medio natural. Además, sin esta
vinculación natural no se encuentra un sentido de la vida. En efecto, la huerta representa
la implementación de una estrategia educativa que se desarrolla por sı́ misma, debido a la
demanda de investigación sobre alternativas para educar en un entorno sensible al entorno
ambiental.
Por otra parte, se pudo apreciar que, en correspondencia con la importancia de las huertas,
los estudiantes la asocian a la economı́a familiar y al acceso a los alimentos de manera continua,
si bien no establecen una relación directa con la seguridad alimentaria en su región. En este
sentido, al menos en lo que compete al concepto de seguridad alimentaria, el estudiantado
considera que sólo se relaciona con el acceso a los alimentos. Acá es clave rescatar lo señalado
por Ardila et al. (2018), pues dicho término abarca no sólo la disponibilidad, sino también,
producción, calidad y el consumo permanente de alimentos en un determinado contexto
sociocultural. Por consiguiente, se evidenció la necesidad de fortalecer el concepto de seguridad
alimentaria (y nutricional, como se le denomina en años recientes) desde el reconocimiento de
los pilares de la seguridad alimentaria en la cartilla elaborada como parte de la intervención educativa.
De igual manera, los estudiantes desconocı́an el estado de la seguridad alimentaria de
su región. Al respecto, Andicoberry (2018) plantea que la falta de reconocimiento del nivel
de seguridad alimentaria de una población se debe al desconocimiento de sus derechos y
pilares de seguridad alimentaria, dificultando la comprensión del grado de gravedad que
atenta a su bienestar alimentario. Por lo tanto, es necesario empoderar a las comunidades
campesinas en el conocimiento de su forma de alimentación y disponibilidad alimentaria para
promover estrategias que permitan fortalecer su seguridad alimentaria. Con este fin y para
materializarlo en la práctica es necesario informar a la comunidad educativa sobre su nivel de
seguridad alimentaria desde datos y conocimientos cientı́ficos que les permita a sus integrantes
comprender y adquirir responsabilidades para el ejercicio efectivo de este derecho humano.
Dichos aspectos fueron considerados en la intervención educativa, lo que permitió al alumnado
ser consiente del nivel en su localidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, Marı́n et al. (2021) afirman que la alfabetización ambiental
en los primeros inicios del proceso educativo tiene gran relevancia, puesto que a esta edad
los estudiantes de manera natural observan y piensan en la naturaleza, lo que facilita que
desarrollen actitudes hacia la ciencia, comprendan de mejor manera los conceptos cientı́ficos.
También adquieren un lenguaje cientı́fico que les permite entender y razonar cientı́ficamente
para generar pensamientos y conocimientos apegados a la ciencia. De esta forma el estudiante
es capaz de plantear soluciones y proponer acciones con respecto a la vida de las plantas y a
la alimentación de las personas.
Ahora bien, en cuanto a la implementación de la estrategia pedagógica, los estudiantes
manifestaron que la conformación de huertas agrofamiliares permite consolidar sus
conocimientos sobre agricultura, promover competencias ambientales del cuidado de la
tierra y los recursos naturales desde prácticas de cultura orgánica, la erradicación de los
cultivos ilı́citos en la región y, por ende, el desarrollo de aprendizaje significativos. Esto está
en consonancia con lo apuntado por Latorre (2017), por cuanto se entiende como el proceso
de formación que parte desde los saberes y experiencias previas y se articulan a la experiencia
y realidad en los estudiantes. Es ası́ como se consideran los conocimientos tradicionales de los
estudiantes sobre la conformación de una huerta agrofamiliar y se mejora su profundización
desde la articulación de conocimientos técnicos sobre agricultura, lo que permite que se puedan
aplicar estas prácticas para el mejoramiento de la producción y calidad de sus productos
alimenticios.
Para Sánchez (2019) las acciones didácticas implementadas en la huerta escolar contribuyen
al fortalecimiento de la participación colectiva estudiantil sobre el desarrollo de prácticas de
emprendimiento que promuevan el conocimiento de prácticas de agricultura sostenible. Pero
también, propician una mayor sensibilización al cuidado del entorno natural en el que se encuentra inmersa la población estudiantil objeto de análisis en la presente investigación. Todo
esto reafirma la importancia de la implementación de una huerta agrofamiliar, puesto que se
logra establecer la importancia y la relación que tienen los huertos y el aprendizaje, en donde
mediante este tipo de recursos pedagógicos los educandos alcanzan un grado de sensibilización
y motivación en la construcción y producción agrı́cola (Huillcas, 2020).
En concordancia con lo anterior, los resultados de la presente investigación se alinean con
los de Tomás y Urra (2018) quienes afirman que la producción de huertas permite que las
familias campesinas puedan aplicar sus conocimientos técnicos adquiridos con el conocimiento
tradicional para mejorar la calidad de sus productos y, por ende, su seguridad alimentaria. Por
otra parte, al adquirir conocimientos técnicos sobre la conformación de una huerta agrofamiliar,
los estudiantes reconocen mayores conocimientos sobre la clasificación de las huertas vinculado
con el plan de cultivo asociado al objetivo de siembra y el calendario de siembra, ası́ como
también adquirir conocimientos de agricultura orgánica sobre el mantenimiento del cuidado de
las huertas agrofamiliares. De igual manera, al promover prácticas de agricultura orgánica se
contribuye al mejoramiento de la calidad de los cultivos, es decir, a la seguridad alimentaria.
Esto último es significativo para las comunidades, puesto que no sólo se pretende alcanzar la
accesibilidad, consumo y disponibilidad de alimentos, sino al mismo tiempo la promoción de la
salud y la erradicación de cultivos ilı́citos en una zona demarcada por la violencia y la pobreza
(Yepes, 2019).
Para Moncada (2017) los ambientes educativos de cultivo y práctica agrı́cola como escenario
de adquisición de aprendizajes multifuncionales representan un espacio donde los estudiantes
participan, tienen vivencias y colaboran no sólo en fomentar su propio aprendizaje sino
contribuyen con la asimilación de sus compañeros. Además, los educandos logran formar
habilidades cientı́ficas y sociales, ası́ como prácticas de alimentación saludable en armonı́a
con el entorno natural. Mejı́a (2020) manifiesta que el desarrollo de la huerta educativa como
alternativa didáctica logra enseñar a los estudiantes contenidos del área de ciencias naturales,
haciendo que los estudiantes tengan una participación más dinámica, colaborativa y a la vez
mejoren su rendimiento académico.
Finalmente, con respecto a la seguridad alimentaria se evidenció que los estudiantes
relacionaron dicho concepto con los pilares de la seguridad alimentaria, al tiempo que
reconocieron una preocupación sobre el nivel de seguridad alimentaria en su región debido
a las condiciones socioculturales de la población. Esto da cuenta de que los estudiantes valoran
las huertas agrofamiliares como una estrategia válida para promover la seguridad alimentaria en
su región. Lo anterior, permite coincidir con los resultados obtenidos con Andicoberry (2018),
debido a que al promover la adquisición de conocimientos sobre los pilares de la seguridad
alimentaria desde datos cientı́ficos de la región, los estudiantes logran comprender el estado de
su seguridad alimentaria y proponer estrategias para a través de la conformación de huertas
agrofamiliares.
La investigación llevada a cabo permitió identificar las diferentes falencias con respecto
a la seguridad alimentaria y el rol que tienen los distintos tipos de huertas por parte de los
estudiantes objeto de estudio, acción que fue necesaria para estructurar de modo efectivo
la intervención de la estrategia pedagógica. Con base en los resultados del diagnóstico, se
diseñaron actividades de fortalecimiento, tanto de los conocimientos como de los aspectos
comportamentales de los estudiantes hacia la importancia de las huertas agrofamiliares.
Ası́ mismo, mediante la intervención de la estrategia se constató que los estudiantes
atendieron con buena disposición las actividades planteadas, lo cual llevó a realizar
adecuadamente y en el tiempo esperado las actividades y ejercicios establecidos en el
cronograma del proyecto. Esto permitió a su vez implementar las herramientas e instrumentos
de recolección de datos de modo útil y alcanzar ası́ los objetivos inicialmente delineados.
También se evidenció la adquisición de saberes y herramientas para la creación y el
buen manejo de huertas agrı́colas, las cuales indispensables en la localidad donde se ubica
la institución educativa, a los fines de promover y garantizar la soberanı́a alimentaria
con alimentos nutritivos y disponibles regularmente, gracias a la aplicación de estrategias
pedagógicas asociadas a las huertas agrofamiliares.
En el transcurso de la intervención educativa realizada se examinaron los diferentes aspectos
implicados. Destacan entre ellos debilidades tales como el escaso apoyo que reciben por parte
de las entidades públicas para el desarrollo ordenado y cumplido, tanto de los conocimientos
de los estudiantes hacia los materiales y recursos que se tienen, como en el trato con respecto
a lo alimenticio en las instituciones educativas. Asimismo, debido a su situación geográfica y
condiciones propia, se encontró que en la zona estudiada los conocimientos y herramientas
sobre el desarrollo como sociedad del conocimiento llegan de forma limitada, lo que obliga a
los docentes a trabajar de una manera más tradicional y poco innovadora.
Ahora bien, entre las oportunidades que se encontraron en el desarrollo de la estrategia
destaca el espacio generado por la institución para el desarrollo de las actividades, los
ambientes de estudio y desarrollo del aprendizaje por parte de los estudiantes y docentes. Al
mismo tiempo se evidenció que el aporte por parte de los padres de familia es fundamental
para generar espacios de enseñanza y la implementación de actividades diferentes. Al igual,
También merece ser destacada la relevancia de los materiales didácticos, en general simples
y sin dificultad para ser adquiridos por parte de los destinatarios, permitiendo que se pueda
llegar a una cantidad amplia de estudiantes.
En lo que se refiere a las fortalezas de la investigación, se encontró la motivación de los
estudiantes para desarrollar las actividades propuestas en la intervención. Ası́ mismo, los docentes, padres de familia y directivos de la institución manifestaron su disposición a cooperar
mediante la estrategia diseñada y aplicada, para de esta manera fortalecer los conocimientos y
la práctica sobre la sostenibilidad de las huertas agrofamiliares mediante acciones educativas.
Otro aspecto clave acá es la oportunidad que supone para la generación de espacios dentro de
la institución con los diferentes estudiantes de postprimaria, los cuales logran cada vez más
desarrollar conocimientos propios de la región para un mejor desarrollo de la comunidad.
Con respecto a las amenazas identificadas con respecto la intervención, las mismas
se asociaron a las dificultades que tienen los estudiantes en participar de las estrategias
pedagógicas, el desinterés primario por las actividades nuevas, el desconocimiento de las
diferentes formas de generar una huerta, el entorno social en el que se vive, las condiciones de
vida en las que se encuentran dı́a a dı́a, los problemas familiares que se ligan a las acciones
escolares, entre otras. Si bien estos factores suelen convertirse en amenaza directa a los
proyectos nuevos, pueden ser tratados en la intervención bajo el apoyo e integración de la
comunidad hacia los conocimientos recibidos.
En suma, al comparar la estrategia pedagógica en con el diagnóstico se evidenció un impacto
positivo en la consolidación de competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales sobre
las huertas agrofamiliares para la seguridad alimentaria. Ası́, los estudiantes involucrados en el
estudio comprendieron conceptos, técnicas y procesos agrı́colas para la conformación de huertas,
al tiempo que valoran en la actualidad la importancia de las huertas desde su experiencia y la
relación con el contexto de seguridad alimentaria en la región.
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