Fecha de recepción: 10/09/2023
Fecha de aceptación: 1/11/2023
Pág: 39 – 52
Los territorios agrı́colas están enfrentando transformaciones profundas de las
condiciones sociales y ecológicas. El conocimiento ecológico local y las prácticas
asociadas son esenciales para mantener y mejorar los servicios de los agroecosistemas
como la producción de alimentos. Los agroecosistemas son sistemas socioecológicos
complejos y adaptativos cuya resiliencia es la capacidad intrı́nseca para adaptarse
y enfrentar perturbaciones. Este estudio se centra en la memoria social y ecológica
(MSE) del campesinado y por tanto se investiga dónde y cómo las prácticas ecológicas,
el conocimiento y la experiencia se retienen y transmiten, a través de las historias
de vida, recuerdos, saberes, su relación con la naturaleza y los procesos que entre
ellos tienen lugar. Se realizaron entrevistas abiertas a 16 actores claves, horticultores
del piedemonte andino larense. Se obtuvieron cuatro categorı́as hermenéuticas de
MSE: conciencia histórica, el significado de ser campesino, experiencias locales
organizativas y la percepción del entorno ecológico. Los campesinos en este territorio
han desarrollado y conservado estrategias adaptativas con base en su conocimiento y
memoria socioecológica que les ha permitido enfrentar y superar cambios sociopolı́ticos
abruptos y transformaciones ambientales graduales. La MSE resulta transversal en
todos los principios que determinan la resiliencia de estos agroecosistemas.
Palabras clave: conocimientos campesinos, entrevistas abiertas, resiliencia, sistemas
socioecológicos, sustentabilidad.
Agricultural territories are facing profound transformations in social and ecological
conditions. Local ecological knowledge and associated practices are essential to maintain
and improve agroecosystem services such as food production. Agroecosystems are complex
and adaptive socio-ecological systems whose resilience is the intrinsic capacity to adapt
and cope with disturbances. This study focuses on the social and ecological memory
(SEM) of the peasantry and therefore investigates where and how ecological practices,
knowledge and experience are retained and transmitted, through life stories, memories,
knowledge, their relationship with nature and the processes that take place between
them. Open interviews were conducted with 16 key actors, horticulturists from the
Andean foothills from Lara State. Four hermeneutical categories of MSE were obtained:
historical awareness, the meaning of being a peasant, local organizational experiences and
the perception of the ecological environment. Peasants in this territory have developed
and conserved adaptive strategies based on their knowledge and socioecological memory
that have allowed them to face and overcome abrupt sociopolitical changes and gradual
environmental transformations. The MSE is transversal in all the principles that determine
the resilience of these agroecosystems.
Key words: peasant knowledge, open interviews, resilience, socio-ecological systems,
sustainability.
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0
Los territorios agrı́colas son sistemas socioecológicos, en el que los agricultores transforman
el ambiente y establecen las actividades que se llevan a cabo, bajo unas condiciones ecológicas
únicas limitadas y caracterı́sticas de un sistema social, económico y polı́tico locales, regionales e
inclusos globales determinantes (Godoy, 2021). Con frecuencia estos espacios pueden enfrentar
cambios drásticos inesperados en la dimensión social o ecológica del sistema y es allı́ donde
los antecedentes, la experiencia y el conocimiento de quienes lo habitan es fundamental para
superar y adaptarse a las adversidades.
Carl Folke, en su artı́culo “Conocimiento tradicional en sistemas socio-ecológicos” Folke
(2004), insiste en la importancia de valorar e incorporar el conocimiento tradicional en el
estudio y gestión de ecosistemas. Ya que se trata de un conocimiento que emerge de personas,
comunidades, organizaciones que a diario y durante muy largos perı́odos de tiempo interactúan
para su beneficio y sustento, trasmitiendo información entre generaciones, a partir de una
memoria y tradición oral de eventos ocurridos, enfrentados y superados. La forma en que dicho
conocimiento se organiza y se integra culturalmente, su relación con la ciencia profesional
institucionalizada y su papel en catalizar nuevas formas de gestionar los recursos ambientales se han convertido en temas fundamentales ante los desafı́os de la crisis climática global y
brindan la esperanza de restaurar los ecosistemas productivos a través de esfuerzos colectivos..
La crisis climática global que enfrenta la humanidad, y por ende los territorios
agroalimentarios, lleva a repensar la realidad, a entender su complejidad, para desde allı́
abrir nuevas vı́as del conocimiento. En esta perspectiva, el ambiente es el campo de relaciones
entre la naturaleza y la cultura, de lo material y lo simbólico, de la complejidad del ser y del
pensamiento, es una realidad empı́rica, pero también es un saber, un saber sobre las estrategias
de apropiación del mundo y la naturaleza a través de las relaciones de poder que se han
inscrito en las formas dominantes de conocimiento (Leff, 2005), es decir, lo subjetivo adquiere
gran valor en la comprensión de los sistemas socioecológicos como lo son los agroecosistemas y
las complejas relaciones que en ellos se establecen.
Los problemas de los agroecosistemas han sido exitosamente abordados desde la ciencia
agroecológica, en el cual el agroecosistema es al mismo tiempo un lugar fı́sico y un sistema
naturaleza-sociedad, donde existe una reciprocidad entre componentes subjetivos y objetivos
de la dimensión social y ecológica de interés para la investigación, no solo los aspectos naturales
y de datos agrı́colas, sino por las personas que dependen y modifican este entorno natural
(Álvarez-Salas et al., 2004). Se trata, en definitiva, de un “problema de nuevo tipo” que se
encuentra en los lı́mites del conocimiento cientı́fico, para cuya aproximación se requiere una
reinterpretación que considere el mundo fenomenológico como un continuo sistémico, al cual no
se accede a través de los objetos sino de los eventos o procesos donde tiene lugar la emergencia
de propiedades relacionales (Bravo y Marı́n, 2008).
En ese sentido, este estudio se llevó a cabo en un territorio de tradición hortı́cola cuyos
habitantes han vivido allı́ a lo largo de varias generaciones. El objeto de esta investigación fue
develar y analizar las relaciones e interacciones que se dan en estos agroecosistemas a través
de las historias de vida, recuerdos, y saberes de los actores sociales que hacen vida en ellos, su
relación con la naturaleza, eventos ocurridos a lo largo del tiempo como expresiones de memoria
social y ecológica necesaria para una acertada gestión de la sustentabilidad. Se presentan en este
artı́culo los resultados de algunas entrevistas abiertas como estrategia metodológica escogida.
El estudio se realizó con un abordaje cualitativo en el marco interpretativo del método
etnográfico y la hermenéutica para el análisis socioecológico de agroecosistemas hortı́colas
del piedemonte andino larense. La investigación tuvo como base epistemológica el paradigma
emergente sistémico, en el cual las propiedades o cualidades no están únicamente en
los elementos sino en sus interacciones y relaciones que se incorporan y se integra mediante
categorı́as de análisis, las historias de vida de personas que hacen vida en estos agroecosistemas,
sus contextos comunitarios y territoriales trasmitidos desde la memoria socioecológica a través de la tradición oral familiar y comunitaria (Martı́nez, 2009, 2015).
Para el logro de los objetivos se realizaron entrevista abiertas que posteriormente se
categorizaron, estructuraron para su posterior análisis. El proceso se realizó durante los
años, 2017, 2018, 2021, 2023. La inmersión en campo permitió entrevistar a 16 personas,
15 nativos del territorio y un agricultor de origen español con más de 50 años en la zona,
tanto hombre como mujeres, de diferentes edades entre 25 y 75 años. Las entrevistas abiertas
fueron individuales, en sus hogares o fincas con una duración de una a tres horas a voluntad
del entrevistado. Se seleccionaron las comunidades con mayor tradición hortı́cola y personas
dedicadas a la agricultura y con liderazgo social. Las comunidades fueron: Bojó, Monte
Carmelo, Sabana Grande y Palo Verde ubicadas en torno al pueblo de Sanare, municipio
Andrés Eloy Blanco, estado Lara.
Se aplicaron los principios del Código de Ética para la vida de la República Bolivariana
de Venezuela (2011), de beneficencia, no maleficencia, justicia, autonomı́a, precaución y
responsabilidad y respeto por los derechos humanos. El estudio no involucró toma de muestras
de salud humana, ni trabajo con flora y fauna de ninguna especie, ni causó daños a la diversidad
biológica o sus ecosistemas. Las entrevistas abiertas abordaron el quehacer agrı́cola, y datos
sociales y ecológicos caracterı́sticos del territorio. La entrevista fue completamente voluntaria,
no involucró ningún tipo de pago o gratificación. La opinión del entrevistado no involucra
ni afecta los derechos de terceras personas. El entrevistado autorizó su uso para difusión en
audiovisuales con fines educativos y académicos relacionados a la actividad agrı́cola sostenible.
Los resultados de la investigación no son de interés comercial.
Se exponen en este artı́culo, los resultados de algunas de las entrevistas abiertas realizadas
a informantes claves comunitarios, es decir, personas originarias del territorio, que han sido
testigos y participantes de hechos sociales y ecológicos ocurridos en torno a la actividad
agroalimentaria. Los resultados se han organizado en enunciados que integran discursos,
productos culturales y relaciones sociales relativos a distintas formas de concebir y actuar
en estos agroecosistemas. La memoria socioecológica se analiza y se plantea a partir del análisis
cualitativo de dos elementos: el contexto social de los agroecosistemas y el contexto ecológico,
estructurados en cuatro categorı́as de análisis (Tabla 1).
Tabla 1: Estructuración de las categorı́as de memoria socioecológica y conocimiento campesino según lo obtenido de las entrevistas.
Fuente: Elaboración propia (2023).
Fue de gran impacto en el territorio andino larense, el cambio de las prácticas agrı́colas
con la llegada de inmigrantes españoles, especı́ficamente isleños canarios de origen campesino,
en la década del 50 y 60 de la posguerra europea. Se incorporaron nuevos cultivos, insumos
quı́micos, tecnologı́as y una mayor actividad comercial agrı́cola. Esto significó un punto de
inflexión en el sistema ecológico y social. Posteriormente con la regularización de las tierras
por la Reforma Agraria, estas pasaron a ser en su totalidad de los campesinos venezolanos.
Los más ancianos comentan y recuerdan durante las entrevistas:
...Para el año 54 aquı́ se sembraba mucho maı́z, caraota, quinchoncho, garbanzos, caraotas
chivatas, auyama. Las mujeres estaban pendientes de las gallinas, de los marranos. En Palo
Verde habı́a chivos, y ganado. Antes también se sembraba mucha caña y habı́a un trapiche pa’
allá abajo. Y habı́a un molino para el trigo. Para el año 55, empezaron a llegar los isleños,
para sembrar cebolla de cabeza, tomate y papa. Y trajeron el primer tractor, y ahı́ los bueyes
descansaron. Habı́a un señor que se llamaba Milord, ese traı́a de todo lo que uno necesitaba.
Entonces se acabaron las siembras tradicionales, porque decı́an que eso no daba nada, que eso
no da utilidad. Además, los isleños ayudaban con las carreteras y las lagunas y la gente de
las fincas se ponı́an contentos. Después pa’ 1960 con Betancourt vino la Reforma Agraria, y
eso fue una lucha muy grande para que nos dieran las tierras a los campesinos. Ya después se
fueron metiendo otras hortalizas, y lo bueno es que son ciclos cortos rapiditos, y uno sembraba
de a pedacitos y eso daba plata (Ramón).
...Cuando llegaron los musiu de España, por ahı́ en el 70, metieron todo de papa, con
quı́micos y abonos y el tractor, y nos dejaron los suelos desprotegidos y acabados. Hoy en dı́a
todavı́a hay gente que siembra su papa, porque es muy rentable. Y de esa semilla de antes, por
ejemplo, de trigo, no quedo casi nada hoy en dı́a, ni linaza y otras autóctonas, hay personas
que mantienen sus semillas, por ejemplo, en Palo Verde todavı́a hay gente que tiene de esa
semilla guardada (Carmen).
...Cuando yo llegue a Venezuela tenı́a 15 años, en 1960, y de una vez fue a trabajar y a
sembrar. El que traı́a la semilla de papa en esa época era Milord, la compraba en Canadá, ese
ayudaba a todo el mundo, pero habı́a que trabajar. Se fundó Agroisleña que también traı́a la
semilla, traı́a de todo (Alejo).
...Las tradiciones han desaparecido mucho. Cuando llegaron esos curas a la iglesia de Sanare,
no les gustaba las tradiciones culturales campesinas. Antes se hacı́an muchos cultos pa’ la gente
que se morı́a, les cantaban, y eso yo no lo vi más. Quedo como fuertemente la Zaragoza, pero
también se ido decayendo. La Zaragoza es muy parecida a la fiesta del jojoto, la fiesta del jojoto
es una celebración indı́gena, la zaragoza es la danza ritual del maı́z, guardada en la memoria
étnica por generaciones. Para San Isidro, si habı́a diez juntas de bueyes, diez juntas iban pa’
Sanare, hoy si acaso bajan dos, y eso porque se quieren echar unos palitos. Lo que si se ha
quedado fuertemente, es nuestro San Antonio, no se pasan dos meses sin que alguien no le
haga un velorio, con tamunangue. La Cruz de mayo también se ha ido acabando, antes uno se
preocupaba de tener su crucecita (Ramón).
La expresión “campesino” es una categorı́a genérica propuesta desde la antropologı́a social
a partir de los años 1950, para designar a un grupo cuyo comportamiento económico se
explica por sus actitudes, valores y sistemas cognoscitivos. Los campesinos se consideraban
insertos en una cultura tradicional donde los contenidos culturales y los valores se trasmiten
en forma verbal, no se gobiernan necesariamente por intereses económicos y tienen que ver con
determinantes como el parentesco y la mitologı́a (Heynig, 1982), hoy en dı́a se considera que
la construcción identitaria no puede ser sometida a juicios de valor ni a formas de verificación,
porque la identidad se configura con aquello que le otorga sentido a la propia existencia de
cada sujeto y de cada grupo social.
...Toda mi vida he estado en la actividad agrı́cola, con mis padres. Ya hoy atiendo mi
propia siembra. Esto me llena como mujer, me gusta ser campesina, es un orgullo para mı́,
se lleva en la sangre, para mi es lo grande, trabajamos para darle comida a la población
venezolana. A veces hay dificultades, pero uno las sabe llevar. Y aprendemos técnicas nuevas,
es un aprendizaje continuo. Ser mujer campesina es algo grandioso, es el amor a la tierra, al
aire, a los pájaros, a todo, a las matas, yo no viviera sin esto (Carmen).
...Ser campesino es una ancestralidad, es reivindicar una cosmovisión, es asumirnos como
una etnicidad, descolonizadora, en resistencia cultural, ideológica y espiritual, es asumirnos
como un pueblo con nuestros saberes ancestrales, nuestros saberes campesinos, es asumirnos
maestros pueblos, libros vivientes, es demostrarnos a nosotros mismos y a los demás de que
somos una antropologı́a viviente que llueva o truene está resistiendo y descolonizándose todos
los dı́as, pese a la transculturización, pese al capitalismo, pese a la invasión de la cultura
imperial, de los dogmas religiosos en el mundo y en la cosmovisión campesina. Nosotros los
sanareños somos ricos porque tenemos cultura ancestral y nos sentimos orgullosos de ser
campesinos y también somos andinos (Morocho).
...No estamos en peligro de extinción, como dicen algunos investigadores, para nosotros
a pesar de que somos una minorı́a étnica somos una potencialidad, espiritual, cultural,
producimos teorı́a del conocimiento desde nuestros saberes, desde nuestra cosmovisión, nuestro
arraigo, desde nuestra identidad (Morocho).
...Lo primero de un campesino es tener mucha fe, lo segundo es trabajarlo para poder
lograrlo. Esto necesita mucha disciplina, esto es muy sacrificado. A veces las siembras
no se dan tan bien y uno tiene que seguir, porque no podemos esperar que venga usted y
nos dé una charla. Los campesinos somos las personas más valiosas del planeta... ¿Quién se
come una bola petróleo, quien se come un hierro, quien se come un pedazo de aluminio? (Tulio).
...Nosotras las mujeres campesinas, ratificamos nuestro compromiso de resistencia en el
campo, de participación plena en las organizaciones y exigiendo que se reconozca nuestro
trabajo productivo; se valore, se asuma colectivamente y se comparta el trabajo reproductivo y
de cuidado, condición fundamental para hacer realidad nuestra participación plena (Gaudy).
El agroecosistema es un sistema complejo regido por los intereses de las personas que hacen
vida en ellos y sus formas de vida. Según los entrevistados no cualquiera puede sembrar ni
adaptarse a la vida en el campo. Hoy en dı́a se suma a la complejidad de los agroecosistemas
en territorios rurales, el hecho de que son una mezcla de caracterı́sticas o prácticas de manejo
de los sistemas productivos campesinos con los industrializados o modernos, con principios
contradictorios; una forma, basada en que la naturaleza está a disponibilidad de los actores
sociales y por lo tanto es considerada como un factor de producción; la otra forma, basada en
una cultura y unas condiciones ecológicas propias que a través de un proceso de coevolución
han logrado prácticas tradicionales fundadas en un conocimiento con memoria e identidad local.
Para los investigadores es necesario comprender que la recuperación de saberes y de
la cultura local es esencial para la conservación de la agrobiodiversidad. Darle valor al
conocimiento campesino y su experiencia, relacionado a su historia y a su identidad, es
condición importante para garantizar la resiliencia socioecológica y la sostenibilidad. Se trata de elementos relacionados a la memoria socioecológica obtenida de sus historias de vida, de
sus tradiciones y oralidades y de su identidad como campesino:
...No se puede poner a sembrar el que no sabe, porque pierde los riales. Yo aprendı́ fue
con mi papá. Y yo he enseñado mucho, hasta a los peritos. Siempre uno está innovando,
observando, tomando decisiones, viendo la siembra, todos los dı́as. Por ejemplo, hay que
conocer bien la semilla, saberle bien las labores del cultivo, lo que necesita. El abono también
hay que saberlo echar, pa’ no quemar las matas, eso no es pa’lante (Oscar).
...Aquı́ la agricultura puede durar mucho tiempo, porque los hijos se van con sus papás a
trabajar desde pequeños, que si a regar, que si a sembrar, y ellos le cuentan todo a uno, y
cuando ya les toca a los hijos solos, ya tienen una ventaja de conocimiento y ası́ poco a poco
va avanzando la tradición, eso aquı́ no se ha perdido, es la forma de vida de las mayorı́as de
las familias, que dependen de una siembra para mantenerse, no tienen otros oficios, y por eso
se mantiene (Vı́ctor).
...Aprendı́ con mi abuelo, que me contaba todo y eso me encantó demasiado, casi no estudié
por eso, yo me metı́a hacer lo que hacı́a mi abuelo, me gustaba lo que él hacı́a, yo hacı́a lo
que él hacı́a, atendiendo la caraota y lo demás, y fui creciendo en este mundo agrı́cola (Charly).
...Aquı́ siempre ha venido gente de todas partes y de universidades a aprender de nosotros,
hacer prácticas aquı́, y damos conferencias, charlas, talleres, a veces no damos abasto, la gente
de Las Lajitas, el grupo Moncar, Bojó, Palo Verde, siempre están enseñando a la gente de las
alternativas de producción (Carmen).
...Y cada quien tiene su experiencia, por ejemplo, yo no me puedo poner a cortar esas
matas, hay gente que sabe podar, otras no, hay gente que se le dan los semilleros bonitos, a
otros no. Uno tiene que entender bien el sistema. Y saber de las tecnologı́as, de los sistemas
de riego y otras cosas (Tulio).
...Se pusieron a meter un poco e’ café. ¡El café es complicado! ¡Y esa gente sabe es de la
papa! (Ramón).
La zona de piedemonte andino del estado Lara ha sido ejemplo para la organización
comunitaria y la agroecologı́a desde hace más de cuatro décadas, especı́ficamente con
la experiencia de: 1) la Cooperativa La Alianza, formada en 1976 por el padre Mario
Grippo, y campesinos de Bojó y de Monte Carmelo; 2) CECOSESOLA, originalmente
Central Cooperativa de Servicios Sociales Lara, el cual ha funcionado de forma autónoma
con respecto al gobierno, a través de la compra segura de la cosecha, la planificación, la organización y la prestación de algunos servicios cooperativos; 3) La feria de la semilla,
evento de origen campesino, en donde los agricultores, se hacen presentes para intercambiar
semillas, conocimientos, inquietudes, experiencias, junto a agricultores de todo el paı́s, incluso
otros paı́ses. También hacen presencia instituciones del Estado, colectivos, organizaciones,
investigadores, interesados en conocer y apoyar este tipo de iniciativas, desde una mirada
activista, militante y polı́tica respecto a la protección de la semilla y el quehacer agrı́cola.
...Esta cooperativa nació con un grupito de 9 personas, con fuerza, escardilla y pico, sin
plata, una cooperativa de producción es muy fuerte, se necesita la tierra, sembrar. Empezamos
con flores, fresas, después con tomate, papa, repollo, caraotas, durazno, manzanas, higo, eso
era solo el grupo de Palo Verde, en Las Lajitas, el grupo de Monte Carmelo, estaban puro con
flores, y luego las hortalizas, y luego nos unimos (Bruno).
...La Finca se llama Las Lajitas, pero la organización se llama Cooperativa Mixta La
Alianza, y tiene ya 40 años de fundada, hemos pasado por experiencias buenas y experiencias
malas, cosas felices y cosas no tan felices. Esta cooperativa nació con las personas de Bojó
y Monte Carmelo, para trabajar organizado, y eso ha quedado en el acompañamiento de
la comunidad, en la organización, también mucho acompañamiento en la parte técnica,
muchos cursos, toda esa experiencia, ha sido muy valioso, y ha habido intercambios con otras
instituciones como el INIA, siempre con u intercambio práctico y teórico (Carmen).
...Nosotros como productores organizados, nuestra experiencia en el buen manejo de
financiamiento, hemos sido eficientes, cuando el Estado nos ha dado créditos lo hemos
regresado a tiempo y lo hemos aprovechado, también somos serios con los cupos de
CECOSESOLA, para comercializar nuestra cosecha, y tener nuestros fondos, aunque ahora
todo es tan costoso que no alcanza para nada (Omar).
Se resalta un hecho que nació en este territorio también, especı́ficamente en el caserı́o
Monte Carmelo, producto de esa memoria socio ecológica del intercambio que los acercó al
cooperativismo y es la celebración anual de “La feria de la semilla” realizado desde el año
2005, de origen campesino con el objeto de intercambiar semillas y compartir saberes. De
este evento se obtuvo la “Declaración de la Semilla Campesina” escrita por Gaudy Garcı́a,
campesina e investigadora local.
...Una vez al año celebramos el dı́a internacional de la semilla, y nos conocemos e
intercambiamos semillas, de otros lugares, de otros estados de otros paı́ses, y nos damos a
conocer con otras personas. Yo pienso que el dı́a de la semilla es el encuentro más sagrado,
para ese fortalecimiento espiritual, ese fortalecimiento personal, ayer estábamos las comadres,
los amigos, los que tenı́amos años que no nos encontrábamos, nos hizo encontrarnos el dı́a de
la semilla (Gaudy).
En sus experiencias organizativas es transversal la preocupación de la disponibilidad de
las semillas de hortalizas que son hı́bridos importados en su gran mayorı́a dependientes de un
paquete agronómico de insumos costosos y a veces no disponibles en el mercado, generando
una gran dependencia tecnológica y pobreza.
Es por ello que advierten en sus expresiones lo dependiente de insumos importados que
es el sistema hortı́cola convencional y el impacto de los conflictos polı́tico-económico contra
Venezuela. De igual manera, en ellos persiste la necesidad de generar semillas de aquellos
cultivos que pueden permitirlo por su condición botánica, origen y su adaptabilidad (Figura 1).
Figura 1: Seguimiento de cultivo con fines de producción de semillas en Monte Carmelo, estado Lara.
Fuente: Elaboración propia (2023).
...Nosotros dependemos aquı́ de los americanos, los americanos tienen la semilla, la
certificación, la patente, la venden cuando quieran, como quieran y a quien quieran. Y nosotros
aquı́ no podemos producirla. Al menos la de papa sı́. Este año nosotros metimos la semilla de
Mérida, la Marı́a Bonita, y nos fue bien. Ahorita vamos a meter 40 hectáreas. Un paı́s que no
produzca lo que consuma es un paı́s débil. Y antes conseguı́amos todo, ahora no conseguimos
nada. Yo no puedo meter cebolla, y que después no tenga el 12-12-24, pa’ poder cosecharla
(Alejo).
...La semilla casi no me preocupa, porque yo tengo, porque yo siembro granos, y guardo mi
semilla. Pero los que siembran hortalizas, si no pueden hacer eso, les baja mucho la producción si se ponen a sacar semilla de la que siembran (Marcos).
...En Las Lajitas hemos visto que usan puro abono orgánico, y decı́amos que eso no
da rentabilidad, porque tenı́amos todas las comodidades, pero ahora hemos visto que, si
da resultado, uno va para Las Lajitas y se ve un cambio total con lo demás, se ve que a la
final si resulta, a veces puede ser más costoso o más lento, pero si da buenos resultados (Vı́ctor).
...Yo estoy convencida que los problemas de alimentación no los va a resolver la agricultura
corporativa, no solo en Venezuela sino a nivel mundial, no lo va a resolver el monocultivo. Lo
va a resolver las siembras familiares, conuqueras, ecológicas. El capitalismo es un sistema que
nos tenemos que despojar, está haciendo daño (Gaudy).
...Aquı́ la solución es volver a los cultivos de antes, que eso no requiere tanto insumo y
puedes guardar la semilla. Y nosotros necesitamos también el apoyo de la ciudad, del pueblo,
no es solamente nosotros producir para ellos, es que ellos estén pendiente de uno también, y
eso nos da fuerza para seguir luchando, para seguir produciendo (Charly).
Para los campesinos, lo relacionado a la naturaleza, se presenta como un todo indivisible, por ejemplo, según el uso que le demos al agua, podemos afectar el suelo y el bosque, y como “el clima lo vamos cambiando poco a poco, y ya nada es como antes” (Tulio). Sus opiniones trasmiten cuatro preocupaciones: el uso excesivo de los agroquı́micos, denominados por ellos como venenos; el agua y la montaña; el suelo y los bueyes y los cambios del clima. La actividad agrı́cola se lleva a cabo en predios con cultivos diversos ubicados al pie del Parque Nacional Yacambú, que les otorga según sus propias expresiones, frescura y agua (Figura 2).
Figura 2: Seguimiento familiar a cultivo de caraotas en Palo Verde. Detrás se observa el Parque Nacional Yacambú.
Fuente: Elaboración propia (2018).
...Cuando vinieron esos estudiantes de medicina, por ahı́ por el 84, a ver si tenı́amos
veneno en la sangre, nos asustó mucho saber que la mayorı́a estábamos intoxicados con altos
niveles, incluso niños y mujeres que no trabajaban en el campo. En esa época todo estaba
sembrado era de papa, con los isleños, y se fumigaba demasiado, se hacı́an nubes de veneno, y
eso olı́a. Eso motivó a asumir con más seriedad el manejo orgánico, que hasta ahora tenemos
en Las Lajitas, donde nos ayudó mucho al principio el Padre Mario Grippo, que nos traı́a
semillas de Francia de diferentes hortalizas. La Finca Las Lajitas tiene hoy en dı́a 5 hectáreas
de manejo totalmente orgánico, pero igual dependemos del problema de la semilla importada.
Aquı́ el suelo se ve mejor, no hay tanta plaga y hay insectos benéficos (Omar).
...Antes no habı́a ese plaguero, las siembras se lograban con poco abono, no habı́a que
fumigar tanto, la tierra era trabajada con bueyes y la labranza era muy manual, el monte se le
dejaba. Yo me intoxiqué tres veces, fumigando tomate, largué todo el cuero, más bien ahorita
si le tengo miedo al veneno, como el del repollo, ese lo tuerce a uno, es demasiado fuerte, pero
uno le echa dos fumigadas y ese repollo sale sanito (Oscar).
...Veo la pérdida de biodiversidad a nivel local, plantas que ya no se ven, ya no se ven
algunos montes, algunas hierbas medicinales que usábamos para curar enfermedades y para
tratamientos, y eso también es por el mal uso de agroquı́micos (Omar).
...Nosotros avanzamos mucho en el manejo integrado de plagas, aquı́ se construyó un
laboratorio para crı́a de Trichogramma y Crisopa, donde logramos en una época llevar el uso
de estos controladores biológicos en un 60 % en la comunidad y eso es una respuesta también
en salud, pero hemos tenido que caer otra vez en la dependencia de los agrotóxicos (Gaudy).
...Cuando nosotros sembrábamos con mi papá, hace unos treinta años, nosotros no
utilizábamos tractores, puros bueyes, y eso no daña el suelo, no echábamos herbicidas, uno
arrancaba a mano, jalando, y entonces las matas no necesitaban tanto el veneno, ahorita no,
ahorita todo el mundo tiene el sistema diferente, y eso daña los suelos. Esos venenos duran
hasta más de seis meses en la tierra (Marcos).
...Fı́jese, antes no habı́a sistemas de riego, puro con agua del cielo, pero en esa época era
seguro que llovı́a, y lo veranos eran exactos, no hacı́a falta lagunas, ni tuberı́as, la naturaleza
era muy exacta, ya ahorita no es lo mismo, los tiempos están espaciados, y no es seguro, tienes
que tener riego, y sus bombas y lagunas. Si vienen vientos, son calientes, porque han acabado
con los árboles, y eso quita la frescura, y con los árboles las plantas se mantienen alegres con
ánimo de lograr sus frutos sin muchos problemas (Charly).
Estas fueron algunas de sus reflexiones sobre las experiencias, prácticas y hechos
socioecológicos vividos durante décadas, e incluso soluciones desde sus capacidades que
demuestran una gran capacidad adaptativa y resiliencia. Consideran que un campesino o
agricultor siempre está tomando decisiones, cambiando, innovándose y adaptándose.
Todos los entrevistados manifestaron ser un pueblo de mucha comunicación entre las
distintas generaciones, es decir, se aprecia una tradición oral familiar y comunitaria de
interpretación, acompañamientos, historias sobre los acontecimientos ecológicos y sociales que
se presentan en su cotidianidad. En ellos se encuentra una memoria socioecológica de prácticas
que sirvieron como fuente de adaptaciones para hacer frente a nuevas condiciones y para dar
forma a la dinámica de los ecosistemas hoy en dı́a.
Se obtuvo que, para ellos no cualquiera puede dedicarse a la agricultura, se necesita
mucho conocimiento y experiencia para saber tomar decisiones. También influye el intercambio
de conocimiento nacional y global, al que han tenido acceso por la formación académica,
intercambios con instituciones de investigación, donde adquiere aún más valor su conocimiento
y experiencia campesina, de tal manera que logran mantenerse en un mundo interconectado y
en permanente transformación.
Las entrevistas abiertas realizadas a este grupo de personas dedicadas durante generaciones a la labor agrı́cola, permitió conocer de cerca preocupaciones, alegrı́as, historias, expectativas respecto al agroecosistema que aún conserva un paisaje ecológico diverso, con condiciones ideales para la producción de hortalizas, frutales y café y el buen vivir. No obstante, es común en ellos la preocupación por el incremento de la deforestación, la erosión irreversible del suelo en algunos sectores, pérdida evidente de la diversidad biológica local de algunas plantas, aves e insectos, la reducción de afluentes de agua, y alta dependencia de insumos externos. Se concluye como valioso y positivo, que las generaciones más jóvenes reciben información y conocimiento permanente de padres y abuelos sobre prácticas agroecológicas y datos históricos de eventos sociales y ecológicos ocurridos en el pasado, que los prepara para orientar nuevas situaciones, a tiempo de identificar cultivos locales resistentes sembrados décadas atrás, siendo esta tradición oral una condición fundamental para la adaptabilidad climática y resiliencia.
Álvarez-Salas, L., Polanco-Echeverry, D. y Rı́os-Osorio, L. (2004). Reflexiones acerca de los
aspectos epistemológicos de la agroecologı́a. Cuadernos de Desarrollo Rural, 11 (74),
55-74. https://doi.org/10.11144/Javeriana.CRD11-74.raea
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