Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Robinsón, Valencia, Venezuela1
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Fecha de recepción: 23/09/2023
Fecha de aceptación: 18/10/2023
Pág: 106 – 116
En el actual ámbito local, nacional y global, el ser humano requiere diferentes modos
de aprendizajes, ajustados a modelos educativos del siglo XXI, donde emerjan
nuevos criterios de formación profesional en etapa universitaria indispensables para
lograr la formación académica y habilidades, mediante desarrollos cognoscitivos de
un elevado nivel auto critico congruente a las necesidades del contexto social que
el mundo laboral en el presente, plantea. Por tal motivo, se realiza el abordaje
de los procesos metacognitivos desde el saber ser, saber conocer y saber hacer
que coadyuvan al ser humano que se forma, además se resalta la acción docente,
como interventor y acompañante del proceso formativo y el ente institucional
universitario, como factor primordial donde hace vida el sujeto y promueve su
diseño curricular y evaluativo, para lograr dicha formación por competencias. La
metodologı́a empleada para este encuentro de disertación, responde al enfoque
cualitativo a partir del análisis documental.
Palabras clave: aprendizaje, cognitivo, competencia, conocer, formación,
universitario.
In the current local, national and global sphere, human beings require different
modes of learning, adjusted to educational models of the 21st century, where new
criteria of professional training emerge at the university stage, essential to achieve
academic training and skills, through cognitive developments of a high level of
self-criticism consistent with the needs of the social context that the world of
work today poses. For this reason, the metacognitive processes are approached
from knowing how to be, knowing how to know and knowing how to do that help
the human being who is formed, in addition the teaching action is highlighted,
as intervener and companion of the training process and the entity. university
institutional as a primary factor where the subject lives and promotes its curricular
and evaluative design, to achieve said training by competencies. The methodology
used for this dissertation meeting responds to the qualitative approach based on
documentary analysis.
Key words: learning, cognitive, competition, know, training, universitary.
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0
El sistema educativo universitario venezolano, ya se asume desde la concepción de la
enseñanza aprendizaje por competencias, entendida en su máxima expresión, como esa
capacidad que tiene el ser humano indispensable, para afrontar ese desarrollo cognitivo
de modo congruente, con las necesidades y situaciones del contexto social. Por ello en la
actualidad es de vital importancia, tanto el acompañamiento pedagógico universitario, como
lograr esa complementación, inalienable de aspectos abocados a la planificación y evaluación
en la formación de un hombre innovador, con valores y desarrollo de conocimientos cientı́ficos
y humanı́sticos, sólidos, adaptados a las exigencias del quehacer profesional.
Para poder disertar, sobre la evaluación por competencias en educación universitaria en
la actualidad es necesario el abordaje de tres perspectivas fundamentales a modo primordial,
quienes representan los pilares esenciales, para dicho proceso, el análisis sustancial de la
acción docente, por ser uno de los principales protagonistas en quien recae, el rol planificador
con base en estrategias metodológicas, apropiadas, congruentes al contexto de formación de
los diferentes profesionales, además la acción del estudiante quien también, asume un rol
estratégico ya que representa, quien es capaz de poner en práctica esa habilidad de poder crear
en relación al ser, hacer y conocer sus potencialidades y por último y no menos importante el
papel institucional universitario, quien contribuye en gran medida de acuerdo a su estructura
curricular, presente en la formación de hombres sociales de sólidos valores ciudadanos, con posibilidades de asumir una educación conforme a la demanda del contexto social.
Ahora ¿Cómo lograr un proceso o modelo de formación por competencias y adaptarlo de
acuerdo a las exigencias de hoy? ¿En qué medida contribuye con la formación universitaria?
Sobre todo ¿Qué aprendizaje desarrollar para lograr formación por competencias? Todas estas
aristas emergen y forman parte de la disertación, con el fin de lograr establecer una posición
crı́tica que valore o se imponga e incluso permita abrir el compás, para el surgimiento de nuevas
y muy congruentes investigaciones en relación a la temática abordada.
Los diferentes cambios económicos y sociales a nivel regional, nacional y global, a lo largo
de los años, han incidido notoriamente en el estilo y modo de vida de la población, hecho que
reviste, la actual necesidad de incorporar y generar, transformaciones a nivel universitario, con
el propósito de crear nuevas alternativas, medidas, adecuaciones que permitan la incorporación
de algunos programas, conforme al reglamento de la normativa de educación superior, más
cónsonos, adaptados a partir de las actuales necesidades que hoy el contexto social nos plantea.
A nivel mundial la población en la actualidad, ha sufrido el efecto generado incluso por un
severo brote pandémico, por citar un ejemplo el reciente COVID-19, este ha traı́do consigo
de forma concreta, una profunda inestabilidad y un desajuste en las rutinas cotidianas del
ser humano y sobre todo que, ha incidido notoriamente en la normalidad en los modos de
vida social, este impacto además, generado desde lo económico y sobre todo laboral del sector
educativo a nivel superior, ha afectado a los diversos agentes interventores, personal docente,
estudiantado, autoridades, sobre todo el dependiente del sector universitario nacional, donde
las instituciones, ya requieren adoptar, ajustar medidas acordes para el desenvolvimiento
y eventuales circunstancias que hagan frente a dichas actividades académicas, donde es
fundamental la incorporación, incluso de un nuevo paradigma, derivado de las tecnologı́as
desde la sociedad de la información, para poder recurrir a ese espacio académico fundamental.
Hoy más que nunca, estamos llamados a crear nuevos escenarios de aprendizaje significativos
destinados a la planificación, capacitación, evaluación y generar esa posibilidad orientada
adquirir entrenamientos indispensables, para la formación tecnológica y fortalecer, habilidades
y destrezas, dicho de otra forma que permita al sujeto desarrollar ese ser, conocer y hacer desde
su ámbito de aprendizaje. Con diseño curricular universitario, para enriquecer todo aquello que
el hombre es capaz de aprender y poner en práctica, siempre desde la complementariedad y
desarrollo integral en la diversidad y descubrimiento de hipótesis, disertación de conocimiento
y profesiones. Se incorpore un tipo de aprendizaje, mediante un desarrollo cognitivo, cuyo
nivel de aprendizaje a la proyección de análisis y experiencias investigativas que fortalezcan.
Venezuela como paı́s latinoamericano y parte del mundo, no escapa a estas difı́ciles circunstancias que cambian la vida y por consiguiente los criterios para una educación universitaria adaptadas a dichas exigencias. Sin embargo, como paı́s en desarrollo, esto ha repercutido, drásticamente en el proceso de enseñanza tradicional, presencial en aulas
universitarias, donde converge ese tronco común y gesta del conocimiento cientı́fico y
humanı́stico de los jóvenes futuros profesionales del paı́s y sobre todo, el desarrollo del plano
académico docente universitario, por ello el proceso de transformación del conocimiento, está
muy comprometido a las actuales circunstancias, con énfasis en el espacio donde convergen las
ideas, hipótesis, propuestas y sobre todo el resurgimiento del conocimiento cientı́fico social y ese
camino transitado desde un nuevo paradigma, dirigido a la formación de competencias de los
estudiantes universitarios, más si son referidas a un espacio con una nueva visión de innovación.
Por otra parte, la Ley de Universidades (1970), aún vigente en su capı́tulo II sección1 en su
artı́culo 145 contempla “la enseñanza se suministrará en las universidades y estará dirigida a
la formación integral del alumno y a su capacitación para una función útil a la sociedad.” En
este mismo orden de ideas ellas representan, esa estandarte formativo, direccional, académico,
cuyos fines de acuerdo a esa comunidad espiritual, cientı́fica y humana, estará siempre al
servicio de la nación, con el claro objetivo de formar, ese ser en esencia, con valores morales y
cı́vicos, solidos capaz de asumir, ese rol profesional y doctrinario en relación a las necesidades
del contexto social y cuya fortalezas formativas cientı́fica, estarán dirigidas a la búsqueda de
soluciones de las problemáticas que surjan en el plano vivencial y nacional.
Las universidades nacionales, representan desde su conformación, las instituciones, con
amplias cualidades requeridas, según bases o fundamentos en las que fueron fundadas, sobre
todo inspiradas en la autonomı́a universitaria en la cual se gestan sus funciones, para generar,
esa posibilidad de formación gratuita, con pertinencia y equidad social, ası́ como establece
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) (1999), en su artı́culo
103 la cual sostiene que toda persona tiene derecho a una “educación integral de calidad,
permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades” esto permite al Estado la obligación
y responsabilidad a estos derechos consagrados siempre, como propósito principal el asegurar
el acceso de calidad a la educación superior.
Ahora, el término competencia y su importancia en los procesos de evaluación de los
aprendizajes sobre todo universitarios, representa esa vı́a que, conlleva a valorar todos los
procesos con base en objetivos planteados, actitudes y desempeño, son determinadas con
énfasis en esa recolección de información y permite identificar y reconocer esa habilidad del
estudiante, frente al desarrollo de las competencias, Por lo tanto, la evaluación por competencia
se fundamenta, en esa actuación integral del ser humano, esa capacidad de hallar, la resolución
de problemas entorno al saber conocer, saber ser y saber hacer en un contexto determinado,
puede ser de carácter formativo, ese que demuestra el desempeño del estudiante en relación a la participación activa, ensayos, talentos del estudiante y de carácter sumativo que, va a proporcionar un resultado del desarrollo de competencia a través de pruebas escritas,
entrevistas, son más puntuales ya que, están destinadas a medir y analizar, esos resultados
logrados por los estudiantes universitarios.
Por otra parte, es necesario trabajar en función del diseño y producción de instrumentos de
evaluaciones que generen indicadores, para determinar ese nivel de competencia, conocimientos,
procedimientos actitudes, alcanzado por los estudiantes universitarios en el contexto donde
se desenvuelva para determinar el nivel de aprendizaje, relacionado al desempeño lógico,
actitudinal y procedimental del logro de los objetivos alcanzados por el ser humano de forma
competente durante su aprendizaje o proceso de formación universitaria. Es fundamental,
además entender, las competencias, como “comportamientos observables y habituales que
posibilitan el éxito de una persona en una actividad o función”(Tobón, 2013, p. 88). El
desarrollo de las competencias de algún modo implica, ese saber hacer en este caso, referido el
manejo de acuerdo a los problemas presentes y sobre todo, donde se ponga de manifiesto, la
posibilidad de actuar de forma favorable conforme a los conocimientos y el uso de recursos,
apropiados e indispensables.
Desde el nivel universitario, aun cuando es discutido dicho enfoque, sobre educación por
competencias, por diversos paı́ses, sobre todo, este camino desde la actualidad posibilita, la
organización propedéutica dirigida mediante diseños curriculares, además, proporcionan a los
estudiantes el desarrollo de un determinado programa, por un lapso de tiempo determinado en
los que sea acreditable, la fase formativa que, como resultado le permita de modo satisfactorio,
la posibilidad de inserción en el plano laboral y profesional, ası́ como, esa prosecución, para el
mejoramiento en posteriores estudios avanzados de formación (Tobón, 2007).
Desde otra perspectiva, la construcción de un currı́culo, sobre todo universitario, por
competencias, se requiere de criterios mı́nimos que permitan un estudio con bases inherentes
al momento actual de aportes, en atención al contexto externo, elaboración de un perfil
académico profesional, competente de egreso, un engranaje curricular, donde el desempeño
del estudiante universitario este acorde, a la medida y exigencia de manera que responda a
esas habilidades en el plano profesional, mediante un diseño didáctico que contribuya, con el
fortalecimiento de todo el cúmulo de aprendizajes que van a estar soportados, en un buen
proceso de evaluación de los diferentes módulos y asignaturas. Ası́ mismo, Montes de Oca
(2016) con énfasis, expresa que: “En el diseño curricular se concretan los fines y propósitos
educativos, tomando en cuenta los grandes problemas y posibles demandas sociales y culturales
(....)” (p.166). Por lo tanto, estos diversos módulos de formación, tienen que estar también
fundamentados en esas necesidades propias a cada estudiante universitario.
Las competencias en el desarrollo integral del ser humano, tienen una irreemplazable
perspectiva protagónica, porque se deriva de esa actuación idónea en vinculación con los conocimientos, las actitudes y por consiguiente todos los aspectos axiológicos determinados
por los valores que, también, son fundamentales a la hora de formar profesionales que se
adapten al contexto. En referencia a las competencias, Barriga (2019) plantea que: “para
enseñar-aprender-evaluar competencias, se requiere crear situaciones didácticas explicitas y
pertinentes, que permitan enfrentar directamente a los aprendientes a las tareas complejas
(generativas, orientadas a la solución de problemas) que se espera resuelvan” (p. 57).
Por su parte, el ser humano en respuesta a esa forma o dirección a seguir a la hora de
desarrollar esas habilidades, destreza y lograr esa complejidad de aprendizaje en la educación
universitaria, debe existir esa concatenación, entre ese análisis crı́tico, una sı́ntesis apropiada
y una elevada evaluación que reúna los criterios acordes, con el caso abordado o en estudio
desde el saber conocer, saber ser y saber hacer, las cuales, se podrı́an describir de acuerdo a
las siguientes, tres dimensiones (Tobón, 2013):
El conocimiento desde una perspectiva competente, implica la puesta en acción de ese conocimiento con autonomı́a, autocrı́tica, creatividad y unos fines especı́ficos (Tobón, 2013). En esta primera fase se integra, esa actuación dentro del ¿Qué? y ¿Cómo? con base en esa resolución de problemas. Digamos que en este caso el conocimiento, está apoyado en la lógica que permite al estudiante, ubicarlo desde un contexto real y de acuerdo a su análisis de acción que va ajustada al marco destinado a la resolución de los problemas existentes.
En una segunda dimensión encontramos la actitudinal, está comprendida por esos valores estratégicos afectivos y actitudinales. En este caso, ello implica, ese proceso que es difı́cil de distinguir a simple vista, sin embargo, depende de la actuación, el desempeño donde esa actitud es uno de esos componentes.
Por último la dimensión ética, ese proceso que también, está de modo fundamental representado por las habilidades, se trata de esa integración que emerge en el ser humano de esa comprensión de esa conciencia crı́tica, esa esencia que está en asumir los retos, esa responsabilidad, por todas esas acciones y actuaciones que indican esa calidad correspondiente, digamos que su significado, se sustenta en ese comportamiento eficiente, relacionado a problemas especı́ficos.
Para desarrollar los aprendizajes por competencia, debe existir una acción que permita hallar ese elevado nivel de formación académica, en referencia a procedimientos meta cognitivos (didácticos) y desarrollo autocrı́tico reflexivo (análisis, sı́ntesis y evaluación de los aprendizajes) para ello debe existir una absoluta coherencia con el paradigma empleado acorde al diseño educativo planteado. En relación a ello surgen las competencias de orden genérico, por ser las que se adaptan de una manera más flexible a esa participación colaborativa en torno a las problemáticas del contexto y cuyo fin es el de propiciar, desarrollar y representar trabajos desde la alianza mutua y por otro lado el de las competencias disciplinares propias, derivadas de esa autorreflexión o desarrollo cognoscitivo en función de esa congruencia paradigmática de la enseñanza universitaria, como indagación, análisis crı́tico, argumentativas descriptivas, con las metodologı́as y procedimientos para lograr respuestas al fenómeno en estudio (Tobón, 2013).
La evaluación es la fase de mayor relevancia del proceso de enseñanza- aprendizaje
universitario, como proceso destinado a esa formación de carácter pedagógico que permite
conocer, identificar las posibles debilidades existentes en el logro de los aprendizajes de los
estudiantes universitarios, el sistema de evaluación, como parte del proceso formativo, genera
ese eslabón entre el método empleado, la pedagogı́a y la evaluación (Arribas, 2017). En todo
caso, permite esa valoración de la naturaleza humana desde ese rol que desempeña y sobre
todo como indicativo, nos proporciona esa posibilidad de saber, si el aprendizaje deseado, se
enrumba al camino correcto.
La evaluación es imprescindible tanto, para el docente, por su finalidad formativa
pedagógica, como para el estudiante, porque le permite reflexionar y mejorar, su aprendizaje,
como producto de esa retroalimentación que le puede ser proporcionada y valorada por el
docente universitario en su momento requerido.
La evaluación por competencia, ofrece la posibilidad al estudiante de generar entornos de
aprendizaje desde el acercamiento de las experiencias académicas a ese entorno profesional en
las que pueden desarrollar, una serie de destrezas y habilidades integradoras y destinadas a la
acción, les da posibilidad de enfrentarse a problemas prácticos, permite desde una recogida de
información, evidenciar la mediada y progreso del estudiante, sobre su desempeño y aprendizaje
esperado en relación a su perfil de formación académica y profesional Valverde et al. (2012).
Para logar dicha evaluación por competencia, se requiere y debe existir esa intención didáctica,
esa parte pedagógica inductiva que, se plantea métodos y técnicas que permiten, acompañar
e incorporar, esas estrategias, cuyos tópicos, sean ajustados a las necesidades formativas
primordiales que, permita formar seres humanos, con perfiles, con capacidades, habilidades
y destrezas profesionales en función de esas necesidades del contexto social. Dentro de esos
saberes reguladores de la educación desde las competencias se encuentran tal como lo señala la
Figura 1 los siguientes:
Figura 1: Saberes de la educación.
Fuente: Elaboración propia (2023).
En todo caso, para que exista la evaluación por competencias, se deben tomar en
consideración diversos agentes integradores fundamentales, para poder planificar, coordinar,
aplicar y representar todo aquello ajustable a ese proceso de enseñanza aprendizaje de la
educación universitaria, dicho de otro modo, debe asumir un rol fundamental la acción
docente, estudiante y por consiguiente la institucional, por los planes curriculares existenciales
(Bonnefoy, 2021). Cada sujeto interventor en ese proceso de formación analiza, interpreta y
proyecta, posiciones argumentativas, para disertar en relación a una temática abordada en
el que también incide el paradigma empleado por los hallazgos de ese cúmulo de adquisición
de nuevas experiencias y por lo tanto nuevos conocimientos que arrojan como resultado el
robustecimiento de esa afinidad por competencias.
Los factores docente, evaluación e institucional antes planteados, tienen como propósito,
alcanzar el desarrollo integral del ser humano, estos deben estar sujetos a ese desarrollo
meta-cognitivo desde su recorrido y mejoramiento de modo que esa acción participativa del
estudiante universitario, durante su fortalecimiento académico, pueda no sólo desarrollar
habilidades de aprendizaje. Además, pueda de forma introspectiva, hacer esa relación y
revisión de detalles para mejorar en cuanto a esos logros y posibles debilidades existenciales,
es ahı́ donde juega un papel fundamental el docente, quien no solo planifica, sino está en el
deber de retroalimentar esa actuación y desempeño.
Por otra parte, el rol institucional, juega un vértice relevante, para obtener un logro de competencias elevado, ya que de acuerdo a su diseño curricular, según los criterios constituidos
y consagrados de acuerdo a las leyes y reglamentos de universidades establecidos, también
permite que surja ese paradigma adosado desde una escala superior del aprendizaje, para reunir
y obtener, esa diversidad de resultados que respondan con esas evidencias que demuestran,
conforme los procesos meta-cognitivos en referencia a elaboración de proyectos, pruebas,
portafolios en fin indistintamente de las estrategias a emplear, para la evaluación que todos
confluyan con el logro deseado de esas exigencias, referente a esas competencias para mostrarse
al mundo, como profesionales ajustados al contexto laboral Cejas et al. (2019). En la educación
universitaria desde esos criterios a emplear desde una perspectiva cualitativa descriptiva, ajustar
el tipo de evaluación, ya sea de carácter diagnóstica, formativa, representativa y de resultados
elaborada para demostrar habilidades, destrezas y desarrollos del pensamiento humano ajustado
al contexto social de su propia realidad existencial.
En el ámbito universitario venezolano, la evaluación por competencias, es de vital
importancia, porque permite alcanzar esa realización, no solo como profesional de la docencia
universitaria, sino demostrar, ese acercamiento pedagógico formativo fundamental, lograr en
nuestros estudiantes, esa formación desde los diferentes procesos de planificación adaptados
al currı́culo requerido. Formar ciudadanos con amplios valores morales que sean capaces de
estudiar, con base en la resolución de situaciones de problemas reales y competencias que
comprendan, conocimientos, actitudes y habilidades.
Por lo tanto, es necesario aplicar dicho enfoque por competencia, porque contribuye con
el aumento de temas asociados y pertinentes al momento académico abordado, promueve,
la dirección a ese contexto social, organizacional, comunitario, profesional e investigativo.
Es posible llevar a cabo procesos de enseñanza-aprendizaje universitario que incentiven, el
desarrollo sostenible y las necesidades, primordiales, humanas, desde una perspectiva muy
puntual. Esto conlleva a dar significado al estudiante, en proceso de formación adquirir esa
plenitud, integral, actitudinal, aprender y poder desarrollarse de un modo pragmático desde
un plano más vivencial.
Permite además, lograr la incorporación de instrumentos de evaluación, como rubricas
de orden tecnológico, estas son fundamentales, sobre todo cuando, se trata de valorar esas
actuaciones de nuestros estudiantes desde una escala formativa de gran relevancia, porque
refleja esa formación fundamentalmente pedagógica que en esencia contribuye al mejoramiento,
crecimiento y aplicación de correctivos, formativos en cuanto a su desempeño y talentos
indispensables, como carácter ontológico del ser que se forma. Por otra parte, la evaluación
por competencias, posibilita desde la aplicación de rubricas diseñar y producir, recursos
de evaluación de carácter objetivo que reúnan criterios e indicadores que coadyuven a los
estudiantes realizar su propio análisis, de sı́ mismo, su actuación, ası́ como, identificar las posibles dificultades o debilidades que hayan resultado de su evaluación y realización, con
relación a ejercicios cognitivos, mediante datos representados por; pruebas escritas, orales,
entrevistas entre otras, fundamentales para lograr su mejoramiento académico.
Para concluir, los que asumen el aprendizaje y forman parte de un mundo anclado a Las
Tecnologı́as de Información y Comunicación (TIC), para lograr más que una aprehensión de
información contenida en la sociedad de la información debe contar, con las habilidades que
permiten generar un espacio colaborativo, mediante herramientas digitales, para hallar respaldo
cientı́fico, encaminar esa solución a los diferentes conflictos existenciales, ası́ como la producción
de un conocimiento acorde a exigencias del momento que brinde aportes para su gestión y
surgimiento de posiciones crı́ticas reflexivas, colaborativas y sobre todo representativas dentro
de la sociedad del conocimiento.
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