La Biotecnologı́a moderna: una espada de Damocles en la era del gen

La Biotecnologı́a moderna: una espada de Damocles en la era del gen


Modern Biotechnology: a sword of Damocles in the age of the gene


Jesús ErazoORCID logo1

Pablo SulbaránORCID logo2

Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologı́as Libres, Mérida, Venezuela1,2

Universidad Politécnica Territorial del Estado Mérida Kléber Ramı́rez, Mérida, Venezuela1

jerazo@cenditel.gob.ve1

psulbaran@cenditel.gob.ve2

Fecha de recepción: 03/10/2023

Fecha de aceptación: 17/10/2023

Pág: 157 – 173

Resumen

La biotecnologı́a moderna, más allá del cruce de semillas y la fermentación, brinda una amplia gama de oportunidades para combatir enfermedades comunes y crónicas, solucionar la inseguridad alimentaria, contribuir con la eliminación de contaminantes en la naturaleza e incluso servir en la mitigación del cambio climático. Sin embargo, en analogı́a con la espada de Damocles, existe una advertencia valida sobre los riesgos potenciales de esta tecnologı́a, de modo que su progreso conlleva una gran responsabilidad. En tal sentido, el presente ensayo tiene como objetivo captar la atención sobre un tema que presenta profundas implicaciones para los seres humanos. Bajo este contexto, se da a conocer en su justa medida la tecnologı́a, se presenta sus alcances y los riesgos asociados a la selección artificial junto con los principales actores detrás de su desarrollo. La finalidad de este escrito es servir como referente para el debate oportuno de ideas, ası́ como una posible fuente para la toma de acciones a futuro sobre una tecnologı́a emergente inmersa en una biorevolución que se forja al calor de los avances de la ingenierı́a genética, la biologı́a molecular y sintética.

Palabras clave: biologı́a sintética, biotecnologı́a, CRISPR, ingenierı́a genética.



Abstract

Modern biotechnology, beyond seed crossing and fermentation, offers a wide range of opportunities to combat common and chronic diseases, solve food insecurity, contribute to the elimination of pollutants in nature and even serve in the mitigation of climate change. However, in analogy with Damocles’s sword, there is a valid warning about the potential risks of this technology, so its progress carries with it a great responsibility. In this sense, this essay aims to draw attention to an issue that has profound implications for humans. In this context, the technology, its scope and the risks associated with artificial selection are presented along with the main actors behind its development. The purpose of this paper is to serve as a reference for the timely debate of ideas, as well as a possible source for future action on an emerging technology immersed in a biorevolution that is being forged in the heat of advances in genetic engineering, molecular and synthetic biology.

Key words: synthetic biology, biotechnology, CRISPR, genetic engineering.



Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0


Introducción

La salud y los alimentos son dos pilares fundamentales y estrechamente relacionados para la calidad de la vida humana, en relación con ésta, la biologı́a moderna tiene el potencial de mejorarla de muchas maneras a través del aumento de la producción de alimentos, el desarrollo de nuevos medicamentos y la creación de nuevas fuentes de energı́as alternativas. Ante el incremento de la población mundial y los efectos negativos del uso de los combustibles fósiles en la salud del planeta, la biotecnologı́a gana cada vez más adeptos en el ámbito académico, ambientalista, sanitario, fitosanitario e industrial.

Está claro que la agricultura y los fármacos, sin lugar a dudas resultan más que esenciales para la supervivencia y el bienestar de la humanidad, además desempeñan un rol fundamental en la economı́a global e incluso en la calidad ambiental. Un elemento clave para su desarrollo y por consiguiente para el mejoramiento de la esperanza de vida de los seres humanos, ha sido el avance de la ciencia y la tecnologı́a en los sectores agrı́colas y farmacéutico.

En efecto, en los dos últimos siglos, los avances en biologı́a, quı́mica y biotecnologı́a, han permitido el sustento y la salud de millones de seres humanos. Por ejemplo, avanzado el siglo XIX, dos cientı́ficos revolucionaron las ciencias de la vida e impulsaron el progreso en la inmunologı́a clı́nica y la producción agrı́cola. En 1857, Louis Pasteur, un quı́mico y bacteriólogo francés, contribuyó con el desarrollo de la microbiologı́a al demostrar que el proceso de la fermentación es causada por microorganismos (hongos y bacterias). En 1866, Gregor Mendel, un monje agustino y naturalista austriaco, fue pionero en el estudio cientı́fico de los genes y la herencia, su descripción de las leyes fundamentales de la herencia, publicada en su libro Experimentos sobre hı́bridos en plantas, estableció las bases cientı́ficas de la genética.

En ese sentido, los descubrimientos de Mendel y Pasteur tuvieron un profundo impacto en la ciencia, la medicina y la salud pública. Por un lado, las leyes de Mendel son los pilares de la biotecnologı́a moderna: ingenierı́a genética y edición del genoma. Por el otro, el trabajo precursor de Pasteur sobre microorganismos, la fermentación y la inmunización, sirvió para el desarrollo del proceso alimenticio de la pasteurización, la esterilización y la creación de vacunas; elementos vitales para la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas. Más allá del cruce de semillas y la fermentación, las investigaciones pioneras de Mendel y Pasteur, son la base para una amplia gama de aplicaciones biotecnológicas como: cultivos transgénicos, elaboración de biocombustibles y diseño de nuevos materiales.

Ahora bien, la biotecnologı́a es un campo en constante evolución y su futuro es muy prometedor. A medida que avanza sus herramientas y técnicas, se abre un amplio abanico de posibilidades de sus aplicaciones en el ámbito de la salud, la alimentación, la energı́a y el medio ambiente. Por ejemplo, la tecnologı́a CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) se está utilizando para intentar comprender la alteración genética que causa la anemia falciforme. Asimismo, se utiliza para editar los genomas de plantas cultivadas con fines de modificar su contenido nutricional, eliminar toxinas, aumentar su rendimiento, mejorar la resistencia a plagas, sequı́as e inundaciones (Doudna, 2022). Sin embargo, existen riesgos potenciales asociados a su uso. Por un lado, la ingenierı́a genética podrı́a utilizarse para aumentar el rendimiento fı́sico y la facultad cognitiva de cierto grupo de humanos. Por otro lado, la manipulación genética de plantas y animales puedan causar efectos adversos en la salud humana o daños ecológicos (Infante-López et al., 2022).

La espada de Damocles es una metáfora que se utiliza para referirse a una amenaza constante o a un peligro latente. Su origen se remonta a la antigua Grecia, donde se cuenta la historia de Damocles, un cortesano que le pidió al rey Dionisio que le permitiera experimentar el placer de ser rey por un dı́a. Dionisio accedió, pero colocó una espada afilada colgando de una sola crin de caballo sobre la cabeza de Damocles, para que este experimentara la constante amenaza de la muerte (Garrido y Puche, 2018).

En la relación con la anécdota de la espada de Damocles, que se utiliza para referirse a una amenaza latente, en el contexto de la biotecnologı́a moderna, se puede interpretar como una advertencia sobre los riesgos potenciales de esta tecnologı́a. En efecto, la no neutralidad de la tecnologı́a es una espada de Damocles porque tiene el potencial de favorecer un mejor presente y futuro para la humanidad, pero también plantea algunos desafı́os éticos y sociales como crear organismos genéticamente modificados que pueden tener efectos desconocidos sobre el medio ambiente o peor aún, la creación de armas biológicas que puedan causar enfermedades o muerte.

Por tanto, llegados a este punto, los avances cientı́ficos y tecnológicos en el campo de la biologı́a y sus repercusiones en salud y alimentación deben ser colocados en una balanza. En este contexto, surgen naturalmente las siguientes preguntas: ¿hasta qué punto el desarrollo de la biotecnologı́a moderna beneficia a la humanidad? ¿cuál es su impacto a futuro? ¿es una tecnologı́a democrática o de fácil acceso? y ¿a nivel global, quiénes están detrás de su desarrollo?.

En tal sentido, el presente ensayo tiene como objetivo captar la atención sobre un tema que presenta profundas implicaciones para los seres humanos. Por un lado, la biotecnologı́a brinda una amplia gama de oportunidades para combatir enfermedades y la hambruna, eliminar contaminantes ambientales y conservar la naturaleza. Por el otro, presenta un conjunto de desafı́os inherentes a la manipulación y modificación genética. Por tanto, la finalidad de este trabajo es dar a conocer en su justa medida a la tecnologı́a, comprender su alcance, principales actores, visibilizar sus aplicaciones, ventajas competitivas y riesgos, además servir como referente para el debate oportuno de ideas, ası́ como una fuente para la toma de acciones a futuro sobre una tecnologı́a emergente inmersa en una biorevolución que se forja al calor de los avances de la ingenierı́a genética, la biologı́a molecular y sintética.


Oportunidades y riesgos latentes de la biotecnologı́a

Por convenio, la biotecnologı́a se define como: “la aplicación de la ciencia y la tecnologı́a a organismos vivos, ası́ como a sus partes, productos y modelos, para alterar materiales vivos o no vivos para la producción de conocimientos, bienes y servicios” (Organization for Economic Cooperation and Development, 2005, p. 9). La tecnologı́a, tiene la facultad y el potencial de:

  • Aumentar la rentabilidad y eficiencia en los cultivos, la crı́a intensiva de animales y el desarrollo de medicamentos.
  • Contribuir con la mitigación del cambio climático.
  • Ayudar con la conservación ambiental.

Por tanto, la biotecnologı́a está siendo utilizada y se proyecta aumentar aún más su uso, durante las próximas décadas, en los siguientes sectores: agropecuario, forestal, pesquero, farmacéutico e industrial.

En términos prácticos, la biotecnologı́a modifica los genes de las células de plantas o animales con la finalidad de reforzar sus caracterı́sticas o crear nuevos organismos a partir de aquéllos. En general, el desarrollo de biotecnologı́a se basa en una amplia gama de disciplinas: biologı́a molecular, quı́mica, matemáticas, biónica, ingenierı́a genética, genómica, nanotecnologı́a e informática. El campo de sus aplicaciones va desde medicamentos y terapias que previenen y tratan enfermedades; diagnósticos médicos hasta biocombustibles (Barney y Lewis, 2022).

Ahora bien, aunque el término biotecnologı́a – acuñado por el ingeniero agrónomo húngaro Karl Ereky en 1917 – puede resultar novedoso, sin embargo, los primeros productos biotecnológicos – que aun hoy en dı́a se siguen elaborando – se remontan a la prehistoria, cuando la humanidad comenzó a utilizar los microorganismos para fermentar alimentos y bebidas (pan, cerveza, vino, queso y yogurt). Cabe destacar que en el proceso biológico de la fermentación se utiliza bacterias y hongos para convertir los azúcares en alcoholes, ácidos y otros compuestos. En el siglo XX, el avance de la ciencia y la tecnologı́a propició el desarrollo de modernos productos biotecnológicos, por ejemplo, la insulina humana, vacunas, antibióticos y productos farmacéuticos contra el cáncer (Bisang et al., 2009). Es importante señalar que el primer producto biotecnológico moderno que utilizó la ingenierı́a genética fue la insulina humana recombinante, que se aprobó para su uso en el año de 1982.

Es necesario mencionar que son muchos los cientı́ficos que han contribuido al desarrollo de la biotecnologı́a, además sus descubrimientos han tenido un impacto significativo en la salud, la nutrición y la sostenibilidad del medio ambiente. Dentro de los más destacados: Louis Pasteur (desarrolló la teorı́a de la fermentación y la pasteurización); Frederick Griffith (demostró que la transformación genética podı́a transferirse de una bacteria a otra); Oswald Avery (demostró que el ADN era el material genético); James Watson y Francis Crick (descubrieron la estructura del ADN); Har Gobind Khorana (desarrolló un método para sintetizar genes); Stanley Cohen y Herbert Boyer (desarrollaron un método para transferir genes de una bacteria a otra); Kary Mullis (desarrolló la reacción en cadena de la polimerasa (PCR)); Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier (desarrollaron CRISPR-Cas9).

En la actualidad, los avances en biotecnologı́a están ocurriendo a un ritmo acelerado. Algunos de los avances más novedosos en biotecnologı́a incluyen: la edición del genoma (CRISPR-Cas9), la biologı́a sintética, bioimpresión, biocombustibles y los biodispositivos electrónicos (biochips). La edición genómica, resulta una tecnologı́a prometedora para el reforzamiento de las caracterı́sticas fı́sicas, quı́micas y/o nutricionales de especies animales y vegetales en paı́ses que carecen de grandes ingresos económicos. Además, el CRISPR tiene el potencial de utilizarse en análisis genético para el estudio del genoma ası́ como también para predecir el impacto de las mutaciones (Food and Agriculture Organization of the United Nations, 2022).


Edición genética

El desarrollo de los seres vivos está condicionado por la información genética contenida en el ADN. La edición y modificación de un genoma son técnicas de la ingenierı́a genética basadas en la inserción, reemplazo o eliminación de alguna secuencia de ADN en un organismo. Es conveniente señalar que la edición y la modificación genética son procesos distintos: en el primer caso, no se utiliza ADN de otras especies, mientras que en el segundo caso, la modificación, utiliza otro ADN (Iberdrola, 2015). Básicamente existen tres técnicas para la edición genética: Nucleasas de dedos de Zinc (ZNF), TALEN Y CRISPR-Cas9, siendo ésta última una de las más usadas.

Las Nucleasas de dedos de Zinc (ZNF ) se basan en el principio de que parte de una proteı́na reconoce cierta secuencia de ADN y la otra parte la corta. Cada ZFN contiene dos dominios distintos: una proteı́na dedo de zinc que comprende un dominio de unión al ADN (en inglés, DBD, DNA-binding domain) compuesto por dos componentes de “dedo” cosidos juntos y un dominio nucleasa de escisión de ADN (Beckman, 2023).

El método TALEN utiliza cierto tipo de enzimas denominadas nucleasas efectoras de tipo activador de transcripción las cuales pueden ser diseñadas para identificar y fragmentar selectivamente secuencias concretas de ADN dentro del genoma de un organismo. El nombre de las enzimas TALEN deriva de sus siglas en inglés Transcription Activator Like Efector Nuclease. Esta técnica tiene por objeto reconocer secuencias de ADN mediante la fusión de una serie de dominios de unión al ADN más pequeños. Se pueden generar secuencias personalizadas de TALEs para reconocer secuencias genómicas únicas (Espinosa, 2021).

CRISPR es el acrónimo de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, o Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Espaciadas. Es una tecnologı́a de edición genética basada en la adaptación de un sistema de edición del genoma de las bacterias, el cual es usado como mecanismo de defensa inmune. Una vez que ocurre el ataque de los virus, las bacterias sobrevivientes captan información del agresor a través de fragmentos de ADN del mismo y lo guardan en su propio ADN constituyendo un nuevo patrón de arreglos que se denominan CRISPR. “Si los virus atacan de nuevo, las bacterias producen segmentos de ARN a partir de los arreglos CRISPR para reconocer y adjuntar regiones especı́ficas del ADN de los virus” (Plus, 2022, p. 4). Por otra parte, Cas9 es una endonucleasa asociada a los CRISPR, conocida por actuar como “tijeras moleculares”, que corta y edita, en una célula, el ADN asociado a una enfermedad. Un ARN guı́a dirige las Cas9 al lugar exacto de la mutación en cuestión (Bayer, 2022).

En ese sentido, la tecnologı́a CRISPR-Cas9 ha despertado interés en la comunidad cientı́fica en lo que respecta a la prevención y tratamiento de enfermedades humanas, sin embargo, hasta los momentos sólo se han hecho ediciones de genoma en células animales en laboratorios para el estudio de ciertas enfermedades. Aún se están realizando investigaciones para determinar la aplicabilidad de este enfoque en seres humanos. Además, se debe considerar que las ediciones de genoma se han realizado sólo en células somáticas, las cuales son distintas a las células sexuales (óvulos y espermatozoides), cuyos cambios pueden transmitirse a generaciones posteriores, trayendo en consecuencia implicaciones de orden ético y de seguridad. En virtud de lo anterior, la edición del genoma de células germinales y del embrión es actualmente ilegal en los Estados Unidos y muchos otros paı́ses (Plus, 2022).


Biologı́a sintética

Es la disciplina que tiene por objeto la ingenierı́a para la creación de nuevos sistemas biológicos no existentes en la naturaleza a partir de la manipulación de estructuras genéticas para perfeccionar procesos o funciones vitales y, a su vez, obtener productos de interés para el ser humano. La biologı́a sintética surge a raı́z del desarrollo de nuevas técnicas orientadas hacia evolución, adaptación e interacción entre los organismos existentes. En virtud de lo anterior, la biologı́a sintética permite el diseño y construcción de sistemas biológicos nuevos con mejores cualidades, o en su defecto, el mejoramiento de elementos biológicos ya existentes con nuevos atributos. Para que un sistema biológico sintético se considere como tal, se deben cumplir estrictamente las siguientes caracterı́sticas (Muñoz-Miranda et al., 2019, p. 3):

  1. Ser predecible a nivel computacional.
  2. Deben ser medibles.
  3. Controlables
  4. Transformables (adicionar funciones y/o regular funciones existentes).


La biologı́a sintética se apoya en la cooperación con otras áreas del saber tales como la quı́mica, la fı́sica, la computación, la estadı́stica, entre otras, lo que da lugar a la generación de productos de vanguardia. No obstante, a pesar de ser en principio tecnologı́a innovadora y adaptativa, puede acarrear riesgos e implicaciones a nivel económico, ambiental, ético y legal.

La biologı́a sintética ha permitido la generación de productos gracias a los avances de la ingenierı́a genética y sus aplicación se circunscribe a los campos de la farmacéutica, la quı́mica, agricultura y la generación de energı́a. Según United Nations Enviroment Program (UNEP, por sus siglas en inglés), se ha propuesto colocar organismos genéticamente modificados en el medio ambiente con el fin de alterar permanentemente poblaciones de especies para erradicar vectores de enfermedades, eliminar especies invasoras, y ayudar a plantas y animales amenazados a aumentar su fortaleza y adaptabilidad (UNEP, 2019).

Particularmente, en el campo de la farmacéutica uno de los trabajos ha consistido en la manipulación de levaduras para la obtención de insulina, o la artemisinina, un fármaco para el tratamiento del paludismo (GreenFacts, 2015). Además, en el año 2015, William C. Campbell, Satoshi Ōmura y Youyou Tu obtuvieron el premio Nobel de medicina por la sı́ntesis de una droga antimalárica, modificando la regulación de la vı́a del mevalonato mediante la introducción de doce genes de Artemisia annua en la levadura S. cerevisiae (Muñoz-Miranda et al., 2019). Por otra parte, en el área energética, uno de los resultados obtenidos consiste en la reescritura del código genético de la Escherichia coli con el objeto de transformarlos en generadores minúsculos de biocombustible.


Biochips

Son dispositivos cuyo principio de funcionamiento se basa en semiconductores que contienen información genética y son ampliamente utilizados en las ciencias biológicas. El biochip se fundamenta en la inmovilización de material biológico, sobre una superficie sólida para realizar un ensayo de afinidad entre el material inmovilizado sonda y el material de muestra blanco (Hermoso, 2005). Los biochips constan de millones de sensores individuales y otros componentes electrónicos para decodificar genes, y a su vez estructurar material biológico a través de un chip de ADN (gen), un chip de proteı́na o un chip biosensor (Rodrı́guez y Vargas, 2019). Los biochips son usados para detectar y medir elementos biológicos, permitiendo a los investigadores determinar la cantidad de moléculas en muestras.

Los biochips tienen una amplia aplicación en los análisis biomédicos tales como la imagenologı́a, diagnósticos y tratamientos de enfermedades. Los biochips pueden capturar imágenes a una resolución mucho más alta, lo que permite a los investigadores ver detalles imposibles de detectar por las técnicas de imagen convencionales. Esto resulta ser crucial para estudiar estructuras pequeñas como células o proteı́nas (Frackiewicz, 2023). En la actualidad se han logrado avances notables con el uso de biochips tales como los denominados laboratorios en un chip (Lab-on-a-chip o su acrónimo en inglés LOC), los cuales consisten en dispositivos a escala micrométrica que tienen por objeto la identificación de elementos bioquı́micos, control de mezclas a escala de picolitros (10 −12 litros), detección de actividad de proteı́nas y otras moléculas. Además, otro elemento de vanguardia es el órgano en un chip (organs-on-chips), el cual se concibe como un sistema biométrico que tienen como función principal lograr el mantenimiento de la unidad funcional de un órgano vivo en una estructura tridimensional (3D) (Macı́as, 2016).


Principales retos

Sin embargo, la biotecnologı́a y su herramienta emblemática: la edición de genes, plantea para la humanidad una serie de desafı́os a superar, por ejemplo (Doudna, 2022):

  1. Garantizar la no monopolización por parte de las grandes corporaciones tecnológicas de los beneficios de la tecnologı́a.
  2. Garantizar el acceso y la distribución equitativa de los recursos genéticos superando las atribuciones de propiedad intelectual.
  3. Desarrollar las habilidades tecnocientı́ficas necesarias en genética.
  4. Conservar el germoplasma antiguo y mantener el entorno natural inalterado.
  5. Garantizar los derechos o bienestar de los animales.
  6. Evitar el uso de la selección direccional para otros fines.
  7. Identificar los peligros potenciales sobre el medio ambiente, la biodiversidad y la salud humana antes de la comercialización de nuevos productos modificados genéticamente.
  8. Apoyar la diversidad de cultivos, particularmente variedades desatendidas.
  9. Crear los métodos adecuados para evaluar la calidad de los productos editados genéticamente de manera que garanticen la seguridad alimentaria y la nutrición.
  10. Desarrollar el marco legal para la regulación sanitaria y fitosanitaria.
  11. Identificar el impacto de la bioeconomı́a.
  12. La aceptación pública.
  13. Costos y tiempo de desarrollo.

Ciertamente, la creación de un producto biotecnológico resulta en un proceso complejo que requiere:

  1. Una amplia gama de conocimientos y habilidades en ingenierı́a genética, biologı́a molecular, microbiologı́a, nanotecnologı́a y bioquı́mica.
  2. Formación de ideas y descubrimientos cientı́ficos.
  3. Investigación y desarrollo para validar la idea y convertirla en un producto viable.
  4. Ensayos clı́nicos que puede llevar varios años para evaluar su seguridad y eficacia.
  5. Largo proceso de regulación por parte de las autoridades sanitarias para su uso y/o comercialización.
  6. Gran cantidad de capital o necesidad de financiación.
  7. Acceso a instalaciones de laboratorio y equipos especializados para llevar a cabo su investigación y desarrollo.
  8. Asumir los riesgos de que el producto no sea eficaz o seguro.

Asimismo, la selección direccional o artificial, presenta una serie de desafı́os éticos y sociales sobre los cuales se deben reflexionar:

  1. La posibilidad de que cultivos más productivos y resistentes a las plagas, queden concentrados en un pequeño número de corporaciones agroindustriales, aumentando la desigualdad y dificultando el acceso de los pequeños agricultores al mercado agrı́cola.

  2. Provocar cambios inesperados en el medio ambiente que resultarı́an en la aparición de nuevas plagas, enfermedades o especies exóticas invasoras a causa de la alteración de las caracterı́sticas genéticas de los organismos.

  3. Aunque puede ser una declaración muy futurista, podrı́a utilizarse para crear una nueva clase de individuos que sean genéticamente superior – aumentando su inteligencia o fuerza fı́sica – al resto de la población.

  4. Puede conducir al desarrollo de una nueva forma de vida no humana, por ejemplo, biobots – robots creados a partir de células – con consecuencias inimaginables para la humanidad.

  5. Causar la pérdida de diversidad genética debido a que al seleccionar organismos con ciertas propiedades deseadas – por la competencia de espacio y recursos energéticos – podrı́an estar eliminando o disminuyendo a los organismos con caracterı́sticas evolutivas no deseadas.

  6. Puede conducir a la creación de organismos con rasgos no deseados. Al seleccionar las caracterı́sticas deseadas en unos organismos, puede ser que no se controle sus rasgos no deseados.

  7. Crear organismos genéticamente modificados que no existen en la naturaleza, puede plantear preocupaciones sobre su seguridad y ética.

  8. Crear organismos para cumplir con ciertos propósitos. Podrı́a conducir a una situación en la que los organismos sean tratados como objetos, en lugar de seres vivos.

Otro aspecto a considerar es el potencial armamentı́stico de la biotecnológica, es decir, el uso de biomateriales para desarrollar nuevos reactivos para explosivos, por tanto existe un riesgo latente para la seguridad nacional, en tal sentido se hace necesario consolidar un programa de biodefensa para abordar el peligro del uso deliberado de armas biotecnológicas contra poblaciones. Asimismo, el ADN de un individuo se puede utilizar para evaluar sus puntos débiles y utilizar esta información en su contra (Marler y Gerstein, 2022). Aunque pueda parecer una distopı́a, la guerra en el futuro se podrı́a estar definiendo en términos biológicos, con soldados mejorados mediante tecnologı́as cyborg, interfaz cerebro-computadora y reingenierı́a genética (Russell, 1990). En efecto, este tipo de tecnologı́a cambiará sustancialmente la forma en que se defiende un paı́s. Por ejemplo, el uso de sensores de base biológica adheridos al cuerpo, transformarán la forma en que el ejército monitorea a sus combatientes (DiEuliis et al., 2022).

En resumen, la biotecnologı́a es una tecnologı́a que tiene el potencial de mejorar a la sociedad humana en todos sus aspectos. Sin embargo, es importante reconocer que existen un conjunto de desafı́os éticos y sociales por comprender y superar con éxito. Es fundamental trabajar en sistemas éticos y legales que permitan garantizar que la tecnologı́a se utilice de manera responsable y segura para el bien común de la humanidad y del planeta.


El biotecnocapitalismo: la mercantilización de la bios

El biotecnocapitalismo se puede entender como la aplicación de la biotecnologı́a a las actividades económicas. Naturalmente, las primeras investigaciones en biotecnologı́a se dieron en el ámbito académico y con aplicaciones en la biologı́a, la salud y agricultura. A partir de la década de los noventa del siglo XX, inició un gran interés y una fuerte inversión en investigación y desarrollo por parte de grandes corporaciones semilleras, quı́micas y farmacéuticas, entre las cuales se encuentran: Syngenta, Monsanto, Dow Chemical Company, BASF, DuPont Corporation, Bayer, Roche y Pfizer. En general, las principales corporaciones biotecnológicas del mundo están ubicadas en los Estados Unidos y Europa. Estas empresas tienen un gran impacto en la economı́a mundial, no solo desarrollan, producen y comercializan productos biotecnológicos (medicamentos, alimentos, productos farmacéuticos, productos industriales y otros productos basados en la biologı́a) sino también la explotación de patentes, métodos o modelos (Bisang et al., 2009). Por supuesto, el capitalismo se interesa por la biotecnologı́a por dos razones básicamente: i) su potencial de generar nuevos productos y servicios con un alto valor económico y ii) posible reducción de costos.

Ahora bien, las grandes corporaciones biotecnológicas buscan consolidar su monopolio en los sectores agrı́colas y farmacéutico, desde la producción y distribución de semillas/herbicidas hasta la creación y comercialización de medicamentos/vacunas. Para lograr su objetivo, adoptan más de una estrategia que consisten en:

  1. La compra a nivel internacional de empresas de semillas y sus canales de comercialización.
  2. Fusiones y adquisiciones o convenios con la industria quı́mica, farmacéutica y afines.
  3. Alianzas con universidades y sus institutos de investigación.
  4. Financiación de las operaciones a pequeños y medianos productores agrı́colas.

A través de esta serie de acciones, las megacorporaciones logran: i) la internacionalización; ii) el control de la tecnologı́a y el conocimiento genético a través de la posesión o patente del gen (levaduras, fermentos, enzimas, proteı́nas), los métodos de selección y reproducción de nuevas variedades genéticas; iii) la introducción y expansión de las semillas genéticamente modificadas; iv) condicionar a los agricultores al consumo de determinados agroquı́micos asociados con las semillas transgénicas y al uso de nuevas técnicas basadas en cultivos transgénicos; v) establecer la fidelización del consumo; vi) impulsar la demanda de nuevos productos y/o procesos; vii) territorialidad a través del desarrollo local de nuevas variedades de soja, maı́z, algodón entre otras; ix) potenciar los desarrollos preexistentes; x) proteı́nas recombinantes con aplicaciones biomédicas o terapéuticas (Bisang et al., 2009).

En términos generales, las megacorporaciones de la biotecnologı́a se dividen en dos categorı́as principales: 1) empresas de biotecnologı́a agrı́cola centradas en el desarrollo y la comercialización de cultivos genéticamente modificados, agroquı́micos y otros productos para la agricultura (Ejemplo: Bayer, Dow Chemical Company, Dupont corporation, Syngenta, Monsanto); 2) Empresas de biotecnologı́a médica dedicadas al desarrollo y la comercialización de medicamentos y tratamientos biotecnológicos (Por ejemplo: Pfizer, Roche, Novartis, Johnson & Johnson).

Además, las megacorporaciones de la biotecnologı́a son actores importantes en la economı́a global y en la sociedad. Estas empresas tienen un gran impacto en la economı́a mundial, por ejemplo, en el año 2022, a pesar de una leve disminución en los ingresos en el campo de la biotecnologı́a médica, se mantuvo una trayectoria de crecimiento estable, pudiendo recaudar 54.600 millones de dólares de inversión anual. En la actualidad, existe más de una decena de productos biológicos patentados que representan más de 145 mil millones de dólares en el mercado mundial de tecnologı́as médicas. Adicionalmente, en el transcurso de 2022 se firmaron acuerdos de alianza entre empresas vinculadas al área de la biologı́a, por un valor potencial de 132.100 millones de dólares. Por otro lado, la innovación biofarmacéutica espera la aprobación de más de un millar de candidatos a fármacos activos, modalidades terapéuticas, nuevas terapias celulares y genéticas, nuevos productos desarrollados a través de plataformas de ARNm, nuevos radiofármacos y conjugados anticuerpo-fármaco (Ernst & Young, 2022).

En cuanto al campo de la biotecnologı́a agrı́cola, el tamaño de mercado a nivel mundial, alcanzó la cifra de 93.100 millones de dólares en 2021 y se proyecta que logre 214.600 millones de dólares en 2031, creciendo a una tasa compuesta anual próxima al 9 % entre los años 2022 y 2031. El mercado de biotecnologı́a agrı́cola comprende la producción y comercialización de semillas hı́bridas, cultivos transgénicos, biopesticidas y biofertilizantes. Los principales actores son KWS SAAT SE & Co, Merck KGaA, ChemChina, Bayer AG, Corteva, Nufarm, Limagrain, Mitsui & Co., Evogene Ltd., Valent BioSciences LLC. y Marrone Bio Innovations (Supriya y Vitika, 2023).

Además de la agricultura y la medicina, las megacorporaciones de la biotecnologı́a están activas en otras industrias. Por ejemplo, están desarrollando nuevas fuentes de energı́a renovable, como el biocombustible y biomateriales. Es importante señalar que en el campo industrial, existe un término conocido como biotecnologı́a blanca, referido al uso de enzimas y microorganismos en la producción de alimentos, medicamentos, detergentes, papel y pulpa, textiles y bioenergı́a. El mercado global de la biotecnologı́a blanca tuvo un caudal de 641.680 millones de dólares en el 2020 y se proyecta un aumento del 15 % para el quinquenio 2021 – 2026. Dentro de los principales actores se encuentran: Eucodis Bioscience GMBH, DuPont, Koninklijke DSM NV, BASF SE y Evonik Industries AG (Mordor Intelligence, 2023).

Es importante señalar que en la actualidad, las Big Tech – en alianza estratégica con el sector académico, agrı́cola y biofarmacéutica – están incursionando en el sector de la biotecnologı́a. Por ejemplo, Microsoft a través de su plataforma Azure ofrece sus modelos de inteligencia artificial (IA) y computación en la nube para el análisis y secuenciación del genoma. Asimismo, Alphabet por intermedio de su división de investigación de ciencias biológicas, Verily, busca el desarrollo de nuevos fármacos basados en la genética y genómica. En IBM Research, llevan a cabo investigaciones en inmunoterapia con la ayuda de IA, genómica funcional e ingenierı́a celular. Del mismo modo, GE Research buscan desarrollar soluciones tecnológicas para la industria biomédica mediante el uso de biologı́a molecular, celular y computacional, bioquı́mica y quı́mica sintética. Aunque es corta la lista presentada de las grandes corporaciones tecnológicas, sin embargo, demuestra la magnitud de la importancia que tiene los casos de uso de la biotecnologı́a no sólo dentro del sector agrı́cola y/o farmacéutico.

Indudablemente, la biotecnologı́a se constituye como un pilar fundamental en la economı́a y el sector tecnológico, por tanto no es fortuito que en la última década, las invenciones o innovaciones en ese campo de ciencias de la vida se hayan incrementado, representando uno de los primeros sectores técnicos en realizar solicitudes de patentes en la Oficina Europea de Patentes (OEP). La mayor cantidad de solicitud de patentes proceden de empresas privadas en su mayorı́a estadounidenses y europeas, el resto de las solicitudes la realizan institutos cientı́ficos y universidades. Por ejemplo, los principales solicitantes son Hoffmann-La Roche (155 patentes); Institut national de la santé et de la recherche médicale (76 patentes); University of California (71 patentes), Novozymes (64 patentes); CJ CheilJedang (64 patentes); BASF (61 patentes); Sanofi (60 patentes); Johnson & Johnson (53 patentes); Regeneron Pharmaceuticals (51 patentes) y Amgen (45 patentes) (European Patent Office, 2022).

Claramente, las megacorporaciones de la biotecnologı́a y las Big Tech tienen los recursos necesarios para llevar a cabo proyectos de investigación complejos y costosos, por tanto están jugando un papel importante en el desarrollo de nuevas tecnologı́as además que son actores importantes en la economı́a mundial. Algunas de las principales áreas de investigación y desarrollo son: cultivos genéticamente modificados, nuevos tratamientos médicos para enfermedades genéticas, nuevas fuentes de energı́a renovable y nuevos materiales como los biomateriales. Por supuesto, plantean un conjunto de desafı́os éticos y sociales relacionados con la concentración de poder económico y polı́tico, dependencia tecnológica, promoción de cultivos genéticamente modificados bajo la excusa del cambio climático, uso estratégico de los alimentos y medicamentos con fines de control masivo, posibles impactos negativos en el medio ambiente y en la salud humana y la equidad en el acceso a los avances en biotecnologı́a. Por ende, es fundamental obligar a estas empresas a trabajar de manera responsable y transparente para garantizar que las tecnologı́as biológicas se utilicen de manera segura y ética.

Para finalizar, el biotecnocapitalismo es una tendencia del capitalismo que está en rápido auge debido a los avances en biologı́a molecular y en tecnologı́as disruptivas. Asimismo, plantea una serie de desafı́os, como la monopolización de la tecnologı́a, riesgos de soberanı́a y seguridad alimentaria e implicaciones éticas y ecológicas.


Reflexiones finales

Desde el uso de cultivos transgénicos para la producción de alimentos resistentes a las plagas y a condiciones climáticas adversas, hasta la producción de medicamentos que pueden tratar enfermedades crónicas o graves. Pasando por la innovación en la industria textil, mediante la creación de fibras artificiales y tintes biológicos, ası́ como la restauración de la naturaleza, mediante la creación de microorganismos genéticamente modificados para limpiar aguas subterráneas y suelos contaminados por compuestos tóxicos, la biotecnologı́a – y su explotación económica – es todavı́a un campo emergente y prometedor.

Sin embargo, se hace necesaria y oportuna la reflexión sobre el potencial riesgo de la biotecnologı́a en los siguientes aspectos: 1) la alteración del genoma humano; 2) los derechos humanos y de los animales; 3) la falta de certeza o de estudios cientı́ficos sobre sus efectos a largo plazo en los ecosistemas y sus cadenas tróficas; 4) creación de nuevas formas de vida; 5) efectos negativos desconocidos o no deseados en la salud humana; 6) uso con fines militares o destructivos; 7) la propiedad intelectual y la distribución equitativa de los beneficios de los descubrimientos e innovaciones; 8) la soberanı́a de los paı́ses en sus recursos naturales y culturales puede ser afectada por las megacorporaciones que dominan la investigación y el desarrollo de la biotecnologı́a.

Al respecto, en la actualidad el desarrollo de la biotecnologı́a moderna está muy relacionada con las Big tech y Big pharma, principales impulsoras e inversionistas en ese área de la ciencias de la vida. El monopolio, la posible falta de transparencia y responsabilidad junto con una fuerte inversión mil millonaria en la investigación en este campo, permite a las megacorporaciones tener una gran influencia, ventaja competitiva y dominio en el mercado global de los alimentos y medicamentos, obteniendo como consecuencia grandes beneficios económicos además del poder de persuasión en la toma de decisiones en instituciones gubernamentales, pudiendo imponer sus intereses económicos y polı́ticos sobre los paı́ses, generar dependencia tecnológica y vulnerabilidad en la seguridad alimentaria y en los sistemas sanitarios.

En ese sentido, la metáfora de la espada de Damocles puede ser relevante para ilustrar la analogı́a de la no neutralidad de la tecnologı́a y el poder de las grandes corporaciones. Por ejemplo, la espada simboliza el potencial de la tecnologı́a para causar daño, mientras que el rey Dionisio representa a las las Big tech y Big pharma que controlan la tecnologı́a, que más allá de tener un impacto significativo en la humanidad, pueden promover la injusticia, la opresión o el sometimiento en el ser humano.

Por tanto, no se puede subestimar la importancia del desarrollo de la biotecnologı́a por parte de las megacorporaciones. En tal sentido, a medida que continúa su avance, se hace necesaria que exista y se cumpla una regulación o marco legal que asegure el uso responsable y ético de la biotecnologı́a tanto a nivel local de cada paı́s ası́ como en el ámbito internacional, de manera que afiance su desarrollo sostenible y por ende el bienestar común de la humanidad. Por supuesto, es fundamental el fomento de la educación y la creación de conciencia sobre sus alcances y potenciales riesgos tanto en la academia como en la población en general, ası́ como el diálogo entre las comunidades, corporaciones tecnológicas y entes gubernamentales, la participación pública en la toma de las decisiones que se planteen en el desarrollo de este campo, de forma tal que aseguren soluciones que respondan a las necesidades y demandas sociales.

Ahora bien, cada paı́s debe asumir el reto del desarrollo de la biotecnologı́a según sus capacidades y necesidades. Indudablemente, el desafı́o es muy grande porque se requiere grandes inversiones financieras, ademas de trabajar al unı́sono, cientı́ficos, tecnólogos, industriales, entes gubernamentales y las comunidades. El conocimiento libre y la colaboración son fundamentales para llevar a cabo las investigaciones necesarias que contribuyan a erradicar la enfermedad y la inseguridad alimentaria. Por ejemplo, una de las acciones que se pueden promover para reducir los costes, compartir experiencias, conocimientos, información y recursos, acelerar el proceso de investigación y desarrollo, es el modelo de innovación abierta a través del uso de plataformas digitales que permita la colaboración entre diferentes actores (universidades, laboratorios de investigación, laboratorios industriales, gobierno, comunidades) de modo que pueden facilitar el desarrollo de soluciones biotecnológicas que se encuentren más allá del beneficio comercial y se fundamenten en satisfacer necesidades reales de la humanidad, en un planeta que ya supera los ocho mil millones de personas, que demanda cada vez más recursos alimenticios y energéticos, bajo el marco de un cambio climático en ciernes.

Para finalizar, solo a través de la educación de la población sobre los potenciales beneficios y riesgos de la biotecnologı́a, estableciendo un marco regulatorio sobre su desarrollo y uso, se puede garantizar que esta tecnologı́a emergente se utilice de forma segura y responsable por el bien común, evitando que la espada de Damocles caiga sobre la cabeza de la humanidad.


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