Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres, Mérida, Venezuela1
sroca@cenditel.gob.ve1
Fecha de recepción: 23/10/2023
Fecha de aceptación: 30/10/2023
Pág: 175 – 189
La tasa de finalización es un indicador de la eficiencia y el impacto de los cursos en
lı́nea. Sin embargo, para utilizarlo con efectividad es necesario conocer su alcance
y sus limitaciones. En este trabajo se exploró la tasa de finalización de cursos
en lı́nea a través de una investigación documental y de un caso de estudio. Para
ello, se examinó el porcentaje de estudiantes aprobados en general y el porcentaje
de estudiantes activos aprobados como referentes para la evaluación de cursos.
Con respecto al caso de estudio, se encontró que la mayorı́a de los estudiantes
no acreditados está conformada por estudiantes inactivos, y que la mayorı́a de
los estudiantes activos sı́ completaron los cursos con éxito. En el artı́culo también
se exponen algunas iniciativas de formación en lı́nea basadas en los indicadores
de culminación de cursos. Entre las conclusiones, se plantea que las tasas de
finalización deben ser tomadas en cuenta para la evaluación de las estrategias
de enseñanza-aprendizaje, y se presentan propuestas que ilustran el manejo de
indicadores en la gestión de cursos.
Palabras clave: cursos en lı́nea, estrategia educativa, evaluación de cursos,
indicadores, tasa de finalización.
Completion rate is an indicator of the efficiency and impact of online courses.
However, to use it effectively it is necessary to know its scope and limitations. In
this work, the completion rate of online courses was explored through documentary
research and a case study. To do this, the percentage of approved students in
general and the percentage of active students approved were examined as references
for course evaluation. Regarding the case study, it was found that the majority of
non-accredited students are made up of inactive students, and that the majority
of active students did complete the courses successfully. The article also presents
some online training initiatives based on course completion indicators. Among the
conclusions, it is proposed that completion rates should be taken into account for
the evaluation of teaching-learning strategies, and proposals are presented that
illustrate the management of indicators in course management.
Key words: online courses, educational strategy, course evaluation, indicators,
completion rate.
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0
La tasa de finalización de cursos en lı́nea (TF), es decir, la relación entre los estudiantes
aprobados y los estudiantes inscritos en un curso, representa una alternativa para evaluar la
eficacia de los esfuerzos de formación de una organización y su impacto en el entorno. Sin
embargo, medir e interpretar la TF puede resultar en cierto modo complicado. Por una parte,
los datos para estimar los resultados de un curso pueden ser obtenidos solo con funcionalidades
de administración de plataformas y pocas veces son divulgados al público, lo que dificulta
la realización de estudios independientes. Ası́ mismo, el indicador requiere que se realicen
precisiones con respecto a casos que son relevantes para la evaluación de los cursos, como la
presencia de participantes inactivos, o se corre el riesgo de perder información útil para la
planificación y evaluación de experiencias educativas.
En tal sentido, resulta necesario recopilar casos de estudio para estimar la importancia de
este indicador en la gestión de cursos en lı́nea. Ello permitirá generar conocimientos sobre
el contexto real de los cursos en lı́nea, reconocer la utilidad y las limitaciones del indicador,
y plantear alternativas para utilizarlo eficientemente. Tal esfuerzo resulta pertinente para
plantear estrategias de formación a través de cursos en lı́nea con mejores resultados y mayor
impacto.
En este artı́culo se explora la tasa de finalización de cursos a partir de una investigación
documental y de un caso de estudio, tomando como referencia datos obtenidos de la
plataforma Toparquı́a del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologı́as Libres
(CENDITEL), entre 2022 y 2023. En correspondencia, se aborda la tasa de finalización como
problema de investigación, luego se presentan los resultados de su utilización en la evaluación
del caso de estudio, y finalmente se plantean algunas actividades pertinentes para el desarrollo
e implementación de los cursos en lı́nea.
Puede haber diferentes factores que expliquen por qué los estudiantes completan o
abandonan un curso, tales como la motivación personal o la usabilidad de la plataforma de
gestión de aprendizaje. El estudio de la tasa de finalización de cursos en lı́nea se caracteriza por
recoger estudios basados en un número de casos muy limitado, por lo que existe la necesidad
de realizar estudios globales que tomen en cuenta diferentes variables (Jordan, 2015a, p. 342).
No obstante, el reconocimiento de este indicador resulta necesario para optimizar el diseño de
cursos, con miras a fomentar el acoplamiento entre las expectativas de los estudiantes y la
propuesta de formación de una organización.
Para aprender sobre la importancia de la tasa de finalización de cursos es necesario explorar
el contexto de los cursos en lı́nea. La información más accesible corresponde a los resultados de
los cursos en lı́nea masivos y abiertos, por lo que se utiliza como referencia. En tal sentido, de
acuerdo con las fuentes consultadas:
En general, se reconoce que los niveles de finalización de cursos no son tan altos como
se espera. Entre las razones por las cuales los estudiantes abandonan los cursos, se señalan
factores como carencia de tiempo, escasa motivación, sentimientos de aislamiento y baja
interactividad (Khalil y Ebner, 2014). Un trabajo consultado expone variables como dificultad
del curso, falta de intención de completar, disposición de tiempo, ausencia de apoyo y exigencia
de habilidades digitales (Onah et al., 2014). Otro estudio expone que las principales variables
de abandono son el diseño de las actividades, la motivación intrı́nseca y extrı́nseca, y la
comunicación entre los estudiantes (Estrada-Molina y Fuentes-Cancell, 2022). Entonces se
puede distinguir entre los requerimientos “personales” (motivación intrı́nseca, capacidad de
autogestión), las condiciones “sociales” (integración grupal, acompañamiento) y los aspectos
técnicos (diseño de contenidos) que influyen en el desenvolvimiento de los estudiantes y en las
posibilidades de culminar los cursos.
Algunos trabajos hacen énfasis en el compromiso de los estudiantes, es decir, en su
disposición a involucrarse en el proceso de formación hasta completarlo (Redmond et al.,
2018). Una investigación considera que los principales retos para lograr el compromiso
de los estudiantes son la tutorı́a individualizada, la interactividad y la retroalimentación
(Estrada-Molina y Fuentes-Cancell, 2022). Ası́ mismo, uno de los aspectos clave es la presencia
de los facilitadores, considerada como la capacidad de los instructores para transmitir los
contenidos del curso (Reyes-Fournier et al., 2018). La tutorı́a y la retroalimentación de los
facilitadores se presentan entonces como factores que fomentan el compromiso de los estudiantes.
Por otra parte, algunos estudios se centran en la variable de satisfacción. Entre los factores
que favorecen la satisfacción de los estudiantes se encuentran la posibilidad de comprender
el material y de colaborar, el control sobre el proceso de formación, la adaptabilidad de la
plataforma, la gestión del tiempo y la motivación; la presteza del facilitador para responder
y la facilidad para evaluar el progreso (Dziuban et al., 2015). Ası́, categorı́as como el diseño
de contenidos y las posibilidades de interacción que ofrecen las plataformas se consideran
relacionadas con la satisfacción de los estudiantes.
Vale mencionar que la utilización de la tasa de finalización de cursos también encuentra
detractores. Por ejemplo, se considera que definir la tasa de finalización como un porcentaje
de los estudiantes matriculados es demasiado simple y depende de variaciones en el
comportamiento de los estudiantes (Jordan, 2015a, p. 355). De acuerdo con Ho et al. (2014),
“la tasa de certificación de cursos es un indicador engañoso y contraproducente acerca del
impacto y el potencial de los cursos en lı́nea” (p. 2), debido a que el registro en los cursos en
lı́nea no es equiparable a los cursos presenciales, y los participantes inscritos tienen libertad de
acceder a los contenidos sin necesidad de certificarse.
Ciertamente, resulta clave reconocer las diferencias entre los cursos presenciales y los cursos
en lı́nea, para evitar pasar por alto sus caracterı́sticas especı́ficas y transferir criterios de
evaluación de los primeros a los segundos. No obstante, es significativo que “las inscripciones
totales y las personas que completaron la obtención del certificado son las estadı́sticas que se
presentan con mayor frecuencia en el dominio público” (Jordan, 2015a, p. 355). Por lo tanto,
resulta pertinente conocer el contexto de uso del indicador y realizar estudios de caso con la
información disponible.
En lo que concierne al presente trabajo, la tasa de finalización de curso (TF) es un
indicador que mide la relación entre el número de personas inscritas en un curso y el número
de personas que alcanzan el criterio de aprobación (Jordan, 2015a). En términos generales,
la TF constituye una forma de observar la eficacia de los cursos, porque permite estimar los
resultados puntuales de una experiencia de formación a partir de la relación entre inscritos
y aprobados. Ası́ mismo, facilita evaluar el impacto de los esfuerzos de capacitación, dado
que ayuda a estimar la manera en que contribuyen a superar la brecha de conocimiento en
la materia del curso. Por lo tanto, la tasa de finalización es un indicador importante para la
planificación y seguimiento de estrategias de formación a través de cursos en lı́nea.
Para obtener la TF se requieren dos datos básicos: el número de inscritos y el número de
aprobados. Se trata de datos cuantitativos que se obtienen fácilmente con las herramientas
de administración de cursos. La TF es el producto de dividir el número de estudiantes que
aprobaron un curso (Ea) entre el número de estudiantes que se inscribieron (Ei), para luego
expresar el resultado en términos porcentuales. La fórmula del indicador es TF=(Ea/Ei)100.
Ası́, por ejemplo, en un curso donde hubo 100 inscritos y 40 aprobados corresponde:
TF = (Ea/Ei)100 ; TF = (40/100)100 ; TF = (0, 4)100 ; TF = 40 %
Para probar la relevancia de la TF como indicador en la evaluación de cursos, se utilizaron
datos de la plataforma Toparquı́a (CENDITEL, 2023a) del Centro Nacional de Desarrollo e
Investigación en Tecnologı́as Libres (CENDITEL). En general, la plataforma ofrece cursos
en materia de metodologı́as organizacionales y programas de software libre, los cuales
proporcionan contenidos multimedia, evaluaciones, foros, atención por correo y mensajerı́a,
acreditación, entre otros aspectos. El sistema de gestión de aprendizaje implementado es
Chamilo (2023), que brinda una experiencia de usuario más sencilla que otras plataformas de
software.
En este estudio se tomaron los resultados de 5 cursos impartidos en 2022 y 2023,
seleccionados en razón de la disponibilidad de datos para realizar una comparación. Los cursos
que cumplieron con los criterios fueron: Seguridad de la Información (SI), Sistema Web de
Firma Electrónica Murachı́ (SM), Metodologı́a de Planificación Estratégica Situacional para
la APN (MP), Formulación de Proyectos Operativos con SIPES (MS) y Metodologı́a de
Planificación Integral para Espacios Comunales (MC). Para conocer con amplitud la propuesta
de formación, puede consultarse Ochoa et al. (2018) y Roca et al. (2021).
En primera instancia, se definió la participación en los cursos en función de dos variables:
consulta de los materiales de formación y realización de las actividades evaluadas (Jordan,
2015a, p. 350). En el caso de estudio se verificó una relación directamente proporcional entre
ambas variables, de manera que el avance porcentual en la consulta de contenidos fue correlativo
con el avance porcentual en las evaluaciones (por ejemplo, en el curso MP 2022 se constató un
coeficiente de correlación de Pearson de 0,98). Por lo tanto, se adoptó la variable de realización
de las evaluaciones y se tomó como referencia el criterio de acreditación efectiva de los cursos
examinados. En tal sentido, la muestra de aprobados estuvo definida por el grupo que obtuvo
un mı́nimo de 70 % de la calificación en el promedio de las evaluaciones. Esto permitió obtener
el número de aprobados (Ea) y compararlo con el número de inscritos (Ei) en cada curso, y por
lo tanto calcular la tasa de finalización (TF). La Tabla 1 expone la tasa de finalización de los
cursos estudiados:
Tabla 1: Tasa de finalización de los cursos de Toparquía en 2022 y 2023.
CURSO | 2022 | 2023 |
---|---|---|
SI | 42,47 | 47,21 |
SM | 22,22 | 51,95 |
MP | 45,15 | 45,78 |
MS | 49,60 | 54,24 |
MC | 32,06 | 62,43 |
Promedio | 38,30 | 52,32 |
En la Tabla 1 se observa un promedio de 38,30 % y 52,32 % de estudiantes aprobados en
2022 y 2023, respectivamente, que resulta más alto que las cifras publicadas en la bibliografı́a
consultada. La utilización de la tasa de finalización permite observar la relación entre los
estudiantes aprobados y los estudiantes inscritos durante un perı́odo de tiempo, con el fin de
visualizar los resultados particulares y realizar comparaciones. Por ejemplo, se puede observar
que solo en algunos casos la proporción de acreditados alcanzó la mitad de los inscritos en el
curso, o que hubo un incremento de 14,02 % en el promedio de estudiantes aprobados entre
2022 y 2023. Por lo tanto, resulta interesante indagar en las caracterı́sticas del grupo de
estudiantes que no completó el curso.
Tomando en cuenta estos resultados, se consideró pertinente examinar otros datos vinculados
con la culminación de los cursos. Ho et al. (2014, p. 13) identificaron cuatro grupos de
participantes de acuerdo con su desenvolvimiento en los cursos:
Ese trabajo determinó que el nivel de certificación fue de 6 % entre los estudiantes “solo registrados”; 9 % entre los estudiantes “solo visto” y 62 % entre los estudiantes “solo explorado” (p. 15), por lo que se verificó una relación positiva entre el recorrido del curso y la acreditación. En tal sentido, en el presente estudio se utilizó la data disponible para clasificar a las personas inscritas en las siguientes categorı́as:
Vale mencionar que para definir a los conjuntos de estudiantes activos e inactivos se pueden utilizar diferentes criterios, de acuerdo con los objetivos de evaluación. En este caso, se utilizó un criterio diferente al propuesto por Ho et al. (2014), dado que se dividió a los participantes en dos grupos: estudiantes activos (realizaron algunas o todas las evaluaciones) y estudiantes inactivos (no realizaron ninguna evaluación). Por ejemplo, los estudiantes que tuvieron una participación mı́nima en el curso y no se certificaron, se consideraron “activos” y “no aprobados”. Esta decisión se apoyó en el criterio de acreditación de los cursos de referencia. La Tabla 2 presenta una relación de los participantes activos (aprobados y no aprobados) e inactivos en los cursos examinados:
Tabla 2: Estudiantes activos, aprobados, no aprobados e inactivos en el total de inscritos.
CURSO | 2022 | 2023 | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
ACTIVOS | APROBADOS | NO APROBADOS |
INACTIVOS | ACTIVOS | APROBADOS | NO APROBADOS |
INACTIVOS | |
SI | 47,95 | 42,47 | 5,48 | 52,05 | 49,75 | 47,21 | 2,54 | 50,25 |
SM | 33,33 | 22,22 | 11,11 | 66,67 | 58,44 | 51,95 | 6,49 | 41,56 |
MP | 52,91 | 45,15 | 7,77 | 47,09 | 51,08 | 45,78 | 5,30 | 48,92 |
MS | 62,40 | 49,60 | 12,80 | 37,60 | 65,31 | 54,24 | 11,07 | 34,69 |
MC | 40,67 | 32,06 | 8,61 | 59,33 | 68,51 | 62,43 | 6,08 | 31,49 |
Promedio | 47,45 | 38,30 | 9,15 | 52,55 | 58,62 | 52,32 | 6,30 | 41,38 |
La Tabla 2 permite observar varios aspectos relevantes para la evaluación de los cursos. Como en el caso anterior, es posible visualizar los resultados particulares y realizar diferentes comparaciones:
Estos resultados concuerdan con los datos presentados en el apartado anterior sobre la
participación de los estudiantes y la acreditación en los cursos. En sı́ntesis, si los estudiantes
inactivos ocupan cerca de la mitad de todos los estudiantes inscritos, entonces una parte
significativa de los estudiantes que no culminaron está representada por estudiantes que solo se
inscribieron pero no participaron en los cursos. En el caso de estudio, los estudiantes inactivos
conformaron en promedio el 84,79 % y el 86,31 % de los estudiantes no acreditados en 2022 y
2023, respectivamente. Por lo tanto, la tasa de inactivos resulta más importante que la tasa de
aplazados, lo que implica que es necesario encontrar variables que complementen el ı́ndice de
finalización como medida para la evaluación de los cursos.
La distinción entre estudiantes activos e inactivos permite fundamentar la utilización de otro
indicador, una tasa de finalización de estudiantes activos (TFa), que se puede calcular de forma
análoga a la tasa de finalización general, comparando el número de estudiantes aprobados (Ea)
con el número de estudiantes activos (Ec), de forma tal que: TFa = (Ea/Ec)100. En la Tabla
3 se excluyó el grupo de los participantes inactivos (V = 0), para comparar los resultados de
los estudiantes activos (V > 0) con respecto a los estudiantes aprobados y no aprobados:
Tabla 3: Estudiantes aprobados y no aprobados en comparación con los estudiantes activos.
CURSO | 2022 | 2023 | ||
---|---|---|---|---|
APROBADOS | NO APROBADOS |
APROBADOS | NO APROBADOS |
|
SI | 88,57 | 11,43 | 94,90 | 5,10 |
SM | 66,67 | 33,33 | 88,89 | 11,11 |
MP | 85,32 | 14,68 | 89,62 | 10,38 |
MS | 79,49 | 20,51 | 83,05 | 16,95 |
MC | 78,82 | 21,18 | 91,13 | 8,87 |
Promedio | 79,77 | 20,23 | 89,52 | 10,48 |
La Tabla 3 permite observar otros aspectos de los cursos de referencia. En este caso, se examinaron las caracterı́sticas del grupo de estudiantes que utilizó los recursos didácticos ofrecidos en los cursos:
Luego de examinar los datos disponibles en los cursos de referencia, la adopción de indicadores de finalización permitió confirmar los siguientes aspectos:
Los resultados obtenidos permiten apoyar la tesis de que la participación activa es un
aspecto decisivo en la culminación de los cursos: mientras las personas avanzan en el trayecto
de formación (consultando los contenidos, realizando las evaluaciones e interactuando con los
facilitadores) tienen mayores posibilidades de aprobar el curso. La tasa de finalización general
permite observar que una parte importante de los estudiantes matriculados no realizó el curso
para acreditarse, lo que concuerda con los datos recopilados en la investigación documental.
Pero ası́ mismo, la tasa de finalización de estudiantes activos demuestra que la mayorı́a de los
estudiantes que iniciaron el proceso de formación sı́ cumplieron los objetivos de acreditación.
Por lo tanto, para incrementar la tasa de culminación de los cursos, resulta fundamental
fomentar iniciativas que permitan reforzar la motivación y el compromiso de los estudiantes
con las metas de acreditación.
Es claro que la evaluación de cursos requiere conocer la variedad de condiciones en que se
realiza cada experiencia, con el fin de ponderar su impacto en los resultados generales. Por
ejemplo, en la Tabla 1 se observa un incremento de 25,11 % en estudiantes activos del curso SM
entre 2022 y 2023, lo que en parte se apoyó en la optimización de la infraestructura tecnológica.
Por otro lado, en la Tabla 2 se observa una disminución de 1,83 % de estudiantes activos en
el curso MP 2023 con respecto a MP 2022, lo que se vio influenciado por un incremento de
147 % en la matrı́cula de inscritos. No obstante, la Tabla 3 muestra que en ese curso hubo un
aumento de 4,3 % de estudiantes activos-aprobados, lo que da cuenta de un alza en la tasa de
estudiantes certificados.
Tales ejemplos ilustran que los indicadores contribuyen a realizar juicios de valor basados
en datos, pero que también es necesario tomar en cuenta los aspectos prácticos de la realización
de cursos. En otras palabras, se deben evaluar los cursos en función de los indicadores y de
su contexto. Esto permitirá realizar juicios fundados y planificar acciones para atender a los
estudiantes de modo diferenciado. Por ejemplo, al momento de generar reportes de evaluación,
resulta útil distinguir entre estudiantes “inscritos”, “ausentes” (inactivos), “aprobados” y
“aplazados” (activos), dado que es posible observar el comportamiento de los estudiantes
y proporciona información para formular acciones que fomenten su motivación y su compromiso.
En tal sentido, la distinción entre estudiantes activos e inactivos es relevante para
planificar medidas en el manejo de cursos. Por ejemplo, se pueden enviar mensajes dirigidos
especı́ficamente a los estudiantes inactivos para tratar de que se incorporen al curso, y mensajes
dirigidos a los estudiantes activos para motivarlos a completarlo con éxito. Ası́ mismo, es posible
evaluar al curso tomando como referencia solo la experiencia de quienes utilizaron los recursos
disponibles y separar a quienes no superaron la etapa de inscripción. De hecho, es lo que ocurre
cuando se envı́a una encuesta de satisfacción a los estudiantes y ésta es respondida casi en
totalidad por quienes terminaron el curso.
La efectividad de los cursos en lı́nea se encuentra relacionada con diversos factores. Por
ejemplo, algunos autores los agrupan en cinco categorı́as: gestión institucional, ambiente de
aprendizaje, diseño instruccional, servicios de apoyo y evaluación del curso (Cheawjindakarn
et al., 2012). Otro trabajo clasifica los aspectos según se relacionen con el papel del instructor,
el desempeño del estudiante, las tecnologı́as utilizadas y el apoyo institucional (Selim, 2007).
La idea es que el éxito del curso depende de múltiples variables, como la estabilidad de la
infraestructura, la usabilidad de la plataforma, el diseño educativo, los materiales didácticos,
el papel de los facilitadores y la disposición de los estudiantes; por lo que no se puede reducir
a un conjunto limitado de elementos.
En lo que concierne a las estrategias educativas, las acciones de diseño, desarrollo e
implementación tienen una repercusión importante en la finalización de cursos. En tal sentido,
se puede utilizar la tasa de finalización para orientar el manejo de los cursos en lı́nea. Por
ejemplo, en cuanto a la presentación del curso, la sı́ntesis gráfica y audiovisual favorece la
facilidad de consumo de contenidos y la retención de información. Ası́ mismo, en cuanto
a la implementación del curso, el acompañamiento activo influye en la motivación y el
compromiso de los estudiantes por terminarlo (Clark y Mayer, 2016; Ghirardini, 2011). Por lo
tanto, trabajar sobre estos aspectos deberı́a contribuir a mejorar los resultados de tal indicador.
A continuación se presenta un resumen de las actividades realizadas en el caso de estudio,
tomando como referencia las etapas de desarrollo e implementación del enfoque ADDIE
(Branch, 2009):
En 2023 se hizo énfasis en la comunicación con los estudiantes activos e inactivos. En
el caso de los activos, se incluyeron mensajes informativos, recordatorios y ejercicios de
autoevaluación; y en el caso de los inactivos se agregaron correos de invitación con las ventajas
de los cursos. En particular, se consideró pertinente ubicar la certificación como meta ideal de
la experiencia de los participantes. Ası́ mismo, se continuó brindando respuesta a los usuarios
en materia de dudas de contenido y soporte técnico, utilizando servicios de mensajerı́a, correo
electrónico y foros de la plataforma. Como resultado, el número de mensajes programados se
incrementó 125 % en Toparquı́a, y alrededor de 225 % en Telegram. En ambos casos, se ofreció
información sobre pautas del curso, manejo de la plataforma, condiciones de acreditación,
encuesta de satisfacción y, en el grupo de Telegram, cuestionarios de autoevaluación, entre
otras iniciativas.
En sı́ntesis, el objetivo de la gestión educativa es fomentar un encaje entre las expectativas
de los participantes y la experiencia que ofrece la propuesta de formación, con miras a lograr
resultados positivos para la culminación de cursos. En tal sentido, la tasa de finalización general
y la tasa de finalización de estudiantes activos pueden complementarse como indicadores que
orienten el diseño, desarrollo e implementación de los cursos en lı́nea.
Como se ha señalado, la posibilidad de completar un curso en lı́nea depende de varios
factores. Por ejemplo, la estabilidad de los servicios de infraestructura y la usabilidad del
sistema de gestión de aprendizaje son elementos que bien pueden facilitar u obstaculizar el
desenvolvimiento de los estudiantes. En condiciones óptimas, una comunicación eficiente con
los usuarios y una infraestructura estable son requisitos clave para garantizar la estabilidad
de los servicios de formación. Pero incluso con todas las condiciones ideales cubiertas, la
modalidad de formación en lı́nea posee complejidades que superan la disponibilidad de una
infraestructura sólida y de un óptimo diseño de contenidos.
En este trabajo se expuso la relevancia de la tasa de finalización como indicador de
evaluación. Entre sus ventajas, se encuentra la sencillez de obtención y de interpretación,
su accesibilidad para la apreciación general de los cursos y su valor como insumo en la
planificación de actividades. Ası́ mismo, se exploraron las limitaciones del indicador, como la
inclusión de estudiantes inactivos en los datos de evaluación de cursos, lo que puede contribuir
a que se realicen juicios generalistas. La utilización del indicador en el caso de estudio permitió
observar tasas de finalización más altas que las reportadas en la bibliografı́a consultada, ası́
como variaciones temporales tales como el incremento en la tasa de aprobados. Además, ayudó
a visibilizar al grupo de estudiantes que no completaron los cursos, por lo que se consideró
importante encontrar alternativas de evaluación a partir de los datos disponibles. Esta
aproximación está basada en datos, pero fundada en el contexto y las condiciones prácticas de
la formación en lı́nea.
Para contrarrestar las limitaciones de la tasa de finalización general, se planteó la adopción
de una tasa de finalización de estudiantes activos, que permita distinguir entre los estudiantes
que no iniciaron la experiencia de formación, quienes solo la comenzaron y quienes la
completaron con éxito. Como se observó en el caso de estudio, la mayorı́a de los estudiantes
que no completaron los cursos está representada por participantes que se matricularon pero
no los iniciaron. En cambio, la mayorı́a de los participantes matriculados que sı́ realizaron
los cursos los terminaron con éxito. Por lo tanto, la participación de los estudiantes refleja
mejores resultados en la medida en que avanzan en la consulta del contenido, la realización
de las evaluaciones y la interacción con los facilitadores, lo que resulta en una medida del
compromiso de los estudiantes con los objetivos del curso. En tal sentido, el diseño de la
experiencia de formación y el acompañamiento de los estudiantes resultan fundamentales en el
manejo de cursos.
Este enfoque permite hacer un seguimiento diferenciado con miras a incrementar la
motivación y el compromiso de los estudiantes para completar el curso. La interacción con
el facilitador puede contribuir a reducir la sensación de aislamiento de los estudiantes y a
consolidar su interés en la certificación. Por ejemplo, además de resolver consultas en temas del
curso y de la plataforma, se pueden enviar mensajes segmentados, dirigidos especı́ficamente a
los estudiantes activos y a los estudiantes inactivos por separado, tal como se mostró en el caso
de estudio. En ese sentido, aunque los recursos gráficos sean excelentes, un curso que favorece
la interacción tendrá ventajas sobre un curso que prescinde de la interacción, en tanto que las
actividades de comunicación contribuyen a que los estudiantes superen las limitaciones propias
de la formación en lı́nea.
La formación en lı́nea requiere cualidades personales, como motivación intrı́nseca y
capacidad de autogestión, virtudes que se ponen a prueba en el trayecto de formación. Tal
como se expuso, entre las principales razones de abandono se encuentran el diseño de las
actividades y la sensación de aislamiento de los estudiantes. Por lo tanto, se deben ofrecer
elementos de motivación para impulsar el avance de los estudiantes, tales como facilidad de
consulta de contenidos y oportunidades de interacción con los facilitadores. En cuanto a los
recursos didácticos, una presentación sintética y gráfica contribuye a mejorar la dinámica de
uso de contenidos y la retención de información. En paralelo, el acompañamiento personalizado
en la etapa de implementación tiende a mejorar la continuidad de esfuerzos de los estudiantes.
Ambos aspectos resultan claves en la gestión de cursos en lı́nea y, por tanto, en el incremento
de la tasa de finalización.
Es claro que el tema de este trabajo resulta muy amplio. Por lo tanto, es recomendable hacer
seguimiento a este tipo de indicadores en otros casos de estudio. Uno de los aspectos a explorar
es por qué algunas personas no inician los cursos luego de inscribirse. Puede haber distintas
razones, como por ejemplo que el costo de matricularse (en términos de recursos personales)
es mucho menor que el costo de acreditarse; o que los programas de formación dependan de
servicios informáticos de terceros; etc. No obstante, el manejo razonado de indicadores de
culminación ha demostrado ser útil para planificar estrategias que permitan atender a los
estudiantes activos, incorporar a los inactivos y fomentar el cumplimiento de los objetivos
de aprendizaje.
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