Mirada ontoepistemológica del saber popular como fuente de pensamiento complejo

Mirada ontoepistemológica del saber popular como fuente de pensamiento complejo


Ontoepistemological view of popular knowledge as a source of complex thought


Yelitza MaurielloORCID logo1

Ministerio del Poder Popular para la Educación, Trujillo, Venezuela1

yelimaupen@gmail.com1

Fecha de recepción: 09/12/2023

Fecha de aceptación: 18/05/2024

Pág: 95 – 108

Resumen

El saber popular constituye un conocimiento de naturaleza empı́rica, posee un profundo arraigo en la oralidad y herencia generacional. El objetivo del artı́culo, fue generar una visión ontoepistemológica del saber popular como fuente de pensamiento complejo; abrigando lo dialógico, lo recursivo y lo hologramático, de estos principios surgió la interrogante de investigación ¿cómo aseverar que lo popular en su contexto puede verse y asumirse en el marco de un saber? Para fundamentar la vinculación cultural del saber popular como pensamiento complejo se hizo necesario adoptar el método de investigación etnográfica, se empleó la técnica de la observación participante y entrevista en profundidad, para obtener la validez, confiabilidad y credibilidad de los resultados se llevó a cabo la triangulación de datos, técnicas y teorı́a. Los resultados indicaron tres conceptos: la ontoepistemologı́a popular, indicativa que el saber popular construye sus imaginarios. La condición humana, el saber popular es un acto de pensar y reflexionar. La religación espiritual/terrenal; significa el proceso interactivo entre el sujeto y sus realidades abstractas; tales como los ritos y actos de fe. La discusión reflejó la existencia de una franca conexión entre el saber popular y el pensamiento complejo, donde la unicidad de conocimiento se hace presente mediante el diálogo para aceptar y comprender las diferentes facetas de la vida. Las conclusiones refieren que la ontoepistemologı́a del saber popular es un entretejido universo de la intersubjetividad objetiva, cuyo sujeto es un ser que debe vivir asumiendo los desafı́os de la complejidad.

Palabras clave: complejidad, saber popular.



Abstract

Popular knowledge is knowledge of an empirical nature, deeply rooted in orality and generational inheritance. The objective of the article was to generate an ontoepistemological vision of popular knowledge as a source of complex thought; Embracing the dialogical, the recursive and the hologrammatic, from these principles arose the research question: how can we assert that the popular in its context can be seen and assumed within the framework of knowledge? To substantiate the cultural link of popular knowledge as a complex thought, it was necessary to adopt the ethnographic research method, the technique of participant observation and in-depth interview was used, to obtain the validity, reliability and credibility of the results, the triangulation of data, techniques and theory was carried out. The results indicated three concepts: popular ontoepistemology, which indicates that popular knowledge constructs its imaginaries. The human condition, popular knowledge, is an act of thinking and reflecting. Spiritual/earthly religation; it signifies the interactive process between the subject and its abstract realities; such as rites and acts of faith. The discussion reflected the existence of a frank connection between popular knowledge and complex thinking, where the uniqueness of knowledge is made present through dialogue to accept and understand the different facets of life. The conclusions refer to the ontoepistemology of popular knowledge as an interwoven universe of objective intersubjectivity, whose subject is a being who must live assuming the challenges of complexity.

Key words: popular knowledge, complexity.



Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0


Introducción

El saber popular constituye un conocimiento de naturaleza empı́rica posee un profundo arraigo en la oralidad y herencia generacional, donde se adquieren procesos técnicos ante ciertos oficios caracterı́sticos, tiene una fuente cultural de identidad, asociado con el mundo de creencias, a través de las cuales, interpretan las realidades sociales y de vida representándose a sı́ mismo y buscando representar a los otros, ası́ el saber popular actúa como un maestro adquiriendo estrategias para entender sus complejidades, aleatoriedades e incertidumbres.

A partir de esta premisa, el artı́culo planteó como objetivo generar una visión ontoepistemológica del saber popular como fuente de conocimiento complejo, para ello se analizaron los componentes de este saber, entrelazándolos con el pensamiento complejo planteado por Edgar Morı́n, dando a conocer que en ambas lógicas está presente la unidad entre la razón y emoción; abrigando lo dialógico, lo recursivo y lo hologramático; principios esenciales de la complejidad como método de complementariedad. En esta direccionalidad, el propósito del artı́culo es generar una mirada ontoepistemológica del saber popular como fuente de pensamiento complejo.

Ahora bien, ¿cómo aseverar que lo popular en su contexto puede verse y asumirse en el marco de un saber? Si bien es cierto, el pensamiento de la cientificidad ha considerado al saber popular como inculto, subdesarrollado, analfabeto e incapaz de desarrollar procesos de conocimientos válidos. En consecuencia, la ciencia clásica moderna lo ubica en el ámbito de la irracionalidad, carente de lógica y de objetividad.

La concepción descrita lı́neas atrás es simplista y fragmentaria, margina la implicación del pueblo con sus simbolismos, sus voces, esquemas y patrones de vida que les permite pertenecer al mundo social y configurar su propia identidad. Los pueblos, en su devenir existencial buscan identificarse con su raı́z cultural; es una manera de ser y estar, por medio de los lenguajes e interpretaciones de las realidades. Los pueblos en su saber complejo se desarrollan dentro de sus culturas, allı́ “evolucionan, mental, psicológica y afectivamente” (Morı́n, 1981, p. 39).

Precisamente la evolución de las sociedades presenta notorios aportes dejados por la ciencia, por ello, se precisa destacar, que, en este artı́culo, se posiciona un rigor cientı́fico, reconociendo las bondades y ventajas del pensamiento sustentado en la ciencia. También se reconoce la herencia emotiva y amorosa que el saber popular ha dejado a las comunidades, mediante prácticas de conservación del planeta, el cultivo por la vida y el afecto en las relaciones de solidaridad al prójimo.

Dentro de esta circularidad aparece el pensamiento complejo, desatando acciones para hacer coincidir la objetividad con la subjetividad, la pasión con la cautela; es decir, la unidad en la diversidad. El saber popular desarrolla procesos cognitivos; observando, interpretando, comprendiendo situaciones de vida; ejemplo de ello, es el lenguaje de los abuelos, el cual, casi siempre está impregnado de mensajes y moralejas para vivir bien y mejor.

Los procesos civilizatorios que minan la historia de los pueblos, han estado configurados desde las vertientes culturales, polı́ticas y sociales. Panorama indicativo de la fusión entre el ser y el sentir como hecho colectivo, donde la inserción de las tradiciones, costumbres y mitos, sin olvidar los procesos racionales, adquieren una relevancia de sentido identitario. De esta manera, surgen diferentes miradas que hacen converger a la persona con sus medios de convivencia social, armando las piezas fundamentales para el devenir de las sociedades. Desde esta perspectiva se asume la aproximación ontoepistemológica que le otorga validación al saber popular como fuente de un pensamiento complejo.


Consideraciones teóricas

Ontoepistemologı́a popular

El saber popular construye sus imaginarios y desarrolla su propia ontohermenéutica, en consecuencia, lo popular, adquiere una naturaleza existencialista fundamentada en la apropiación de sus realidades sociales e introspección de lo que han sido y pretenden ser. Sin embargo, este componente referencial ha estado sometido al desprestigio, por constituir saberes que no tienen el respaldo por parte del modelo cientı́fico tradicional, pero que, la estructura del lenguaje y cultura le hace merecedor de un sitial en la historia de las civilizaciones. Con relación a este argumento “la estructura lingüı́stica popular y su historia ha constituido valores prominentes en la memoria del saber popular” (Dussel, 1980, p. 127).

El lenguaje es representativo de los pensamientos y sentimientos, a través de la palabra oral o escrita, el hombre marca un destino, trasladando el más amplio sentir de su mundo interior hacia el exterior, a partir de este criterio, se conforma uno de los hechos más notorios como la comunicación. Sobre la base de este principio, el saber popular dentro de su entorno cultural ha creado identidades de orden social, histórica y cultural, para ello tienen los relatos, las narraciones y cada uno de ellos muestra naturalidad en la expresión, la bondad y generosidad.

En cada etapa histórica la pregunta acerca del sentido del ser y la condición humana es una temática de interés desde la época de los griegos hasta la actualidad, gestándose diferentes planteamientos filosóficos centrados en la razón, el alma, el espı́ritu y la materia; estos conceptos han dado forma y cristalizan ideas para comprender cómo se construye el conocimiento. Desde tal aspecto, se argumenta que la ontoepistemologı́a popular es la manera como el pueblo conoce y comprende los fenómenos de su realidad, tal noción surge del encuentro con las condiciones ideales del pueblo, en las cuales emana una direccionalidad de certidumbre e incertidumbre, orden y desorden donde el individuo se torna sujeto y viceversa.

Resulta de gran interés preguntarse ¿cuáles son los principios de la ontoepistemologı́a popular? y ¿cuál es su inteligibilidad? Al respecto, podemos responder, desde dos aspectos: el primero, integra el rigor del ser, la realidad y el mundo interno del sujeto. El segundo, vincula los procesos cognitivos de asociación de saberes en marco de la vida y su sentido, ası́ como la relación de convivencia social. Estos elementos encuentran respaldo teórico en los aportes de Ugas (2011), Echeverrı́a (2012) y Morı́n (1992).


Principios de la ontoepistemologı́a popular

En la dinámica fenoménica popular el ser humano es una de las figuras centrales, ası́ se le compara con un instrumento ideado por Dios para llevar una vida ética, en el hombre reposa el alma y espı́ritu; componentes que le distinguen de otras especies. Los procesos de pensamiento y razón no le son ajenos, porque a partir de ellos, se puede conocer las intenciones más recónditas de la persona. Esta figuración es similar al aporte filosófico de Friedrich Nietzsche sobre la mente humana; argumento propicio que permitió fundamentar los principios de la ontoepistemologı́a popular, entre los cuales destacan: la condición humana, religación espiritual terrenal y recursividad del lenguaje.

La condición humana:

Un mundo imbuido en la indolencia carece de sentido humano y pierde su esencia para el cual fue creado. El saber popular reconoce este hecho y lo piensa reflexivamente, siente cómo la humanidad se aleja de la sensibilidad y del amor por el prójimo, advierte la presencia de una penumbra hostil en el curso civilizatorio, los favores, el agradecimiento y la bondad se convierte en una huella lejana de alcanzar dado el esquema que dicta la vanguardia global y tecnológica.

El principio de la condición humana merece ser repensado, porque este impulsa el interés sano hacia la persona como sujeto que convive en una comunidad, esta categorı́a adquiere significación axiológica, conexa los valores de sensibilidad por la vida y su naturaleza; es una red compleja con fundamento teleológico. Principalmente los ancianos del contexto popular son quienes privilegian este principio; ellos aconsejan, advierten y profetizan mensajes ejemplarizantes. Es la vinculación que emana entre el saber y el mundo, ası́, lo importante y necesario es valorar la vida de todo cuanto existe. De manera que la condición humana es el “sentido de pertenencia respecto al mundo en general” (Balza, 2011, p. 65).

Este todo incorpora ejemplos moralizantes del servicio, vocación y atención a la persona necesitada. El pueblo es muy empático con este proceder, la actuación de las parteras es un emblema representativo del modelo, al brindar asistencia y acompañamiento a la parturienta y lo hace de manera solidaria. La mayorı́a de los oficios artesanales o de saber empı́rico tienen como propósito el compromiso social en el ámbito del servicio comunitario, es un vivir para servir. Lo más profundo de la consciencia reposa en la utilidad para el vecino y al entorno, demostrando un saber ético. La ontoepistemologı́a popular se posiciona en la condición humana, comprendida en la necesidad de reconocerse todos los sujetos como humanos para construir una “ética para el prójimo” (Morı́n, 2006, p. 15).

Religación espiritual/terrenal:

El ser humano constantemente devela una necesidad de interacción consigo mismo y su entorno. Es ası́ como surge la religación espiritual/terrenal; tal concepto significa el proceso interactivo entre el sujeto y sus realidades abstractas; tales como los ritos y actos de fe que abren la comunicación de las dimensiones reales, imaginarias y sobrenaturales, construidas por el sujeto cultural que muestra la estela de sus creencias, temores y sueños bajo la tutorı́a de la vocación espiritual. Este código categorial atrae la “esfera de las cosas de la mente” (Morı́n, 2008, p. 17).

En este sentido, la sabidurı́a popular tiene una fuerte identidad con sus mitos y ritos, es una forma de percibir, estar y sentir, además de representar el mundo espiritual- terrenal. Emerge por consiguiente una connotación, las culturas tradicionales crean el universo imaginario y abre paso a las prácticas mı́ticas que buscan expresar sus verdades. El cúmulo de creencias y ritos devocionales perfilan un pensamiento analógico, cuya cristalización es la religiosidad y la proyección de fe ante una deidad.

Este perfil espiritual es inentendible para una visión racionalista, en consecuencia, en esta investigación se procuró dar a conocer que las prácticas de religación espiritual del saber popular, albergan un eco civilizatorio donde la materia y el alma se comunican y dejan ver la savia de la piedad y compasión. El espı́ritu describe las emociones y representa el alma, traduce las voces del accionar humano, desenlaza un paradigma profundamente intersubjetivo.

La religación espiritual/terrenal hilvana maneras de percibir las cotidianidades para entender las conexiones del cosmos en el cual todo está estrechamente asociado. En la medida que se consolide el crecimiento espiritual mejor se comprende cuál es el sentido que se debe tener en el plano terrenal. La concepción del saber popular rememora las formas de vida tradicionales, quienes siempre consideraban el sentido comunitario, los pueblos con sus cosmovisiones realizan planteamientos de orden empı́rico, mı́tico e idealista. Este conjunto de saberes y haceres configuran “espı́ritus y leyendas fabulosas” (Morı́n, 2008, p. 147).

Recursividad del lenguaje:

Uno de los rasgos constitutivos de la humanidad es su capacidad de hablar, expresar el lenguaje desde su propia complejidad cerebral, emocional y social. La recursividad del lenguaje encarna el proceso generador de ideas, pensamientos y palabras que circundan el espectro sociocultural del sujeto. Por lo tanto, los seres humanos están provistos del lenguaje y este requiere de las personas para concretarse en contenidos semánticos para reflejar un carácter complementario entre lo “autónomo y dependiente” (Morı́n, 2009, p. 167).

La recursividad lleva en sı́ misma un espı́ritu dialógico, en la ontoepistemologı́a popular, las palabras adquieren sentidos, tienen un eco de representatividad y dibujan escenarios de vida. Sujeto popular y lenguaje crean sus propias encrucijadas, el discurso tiene el amparo de la reflexión, la preferencia por el sı́mil se convierte en su sitial de honor. Las frases evocadas fungen como efectos iniciales y finales para dar a conocer el mundo cultural, pues el lenguaje abre las posibilidades para ello. La recursividad confiere una doble articulación entre la imagen y el sentido de lo dicho: esto implica que, a pesar de las incoherencias lingüı́sticas del lenguaje popular, lo realmente importante para los efectos de esta investigación, es la substancia expresiva.

En la instancia del saber que construye el pueblo, las posturas corporales comunican más que las palabras, exclamaciones y gestos, entre otros, narran por sı́ mismas el estado de ánimo, lo que permitió concebir una instancia noológica, es decir, la gama de ideas intersubjetivas afines con las creencias y normas de comportamiento. Ello muestra otro aspecto de la recursividad del lenguaje en la ontoepistemologı́a popular.

El pueblo habla de su historia y ası́ configura su memoria, hace su práctica y la comenta, utiliza los sı́mbolos convencionales, interpela las realidades desde la opción ontoreflexiva; entendiendo a este término, como la capacidad de reflexionar sobre la naturaleza humana, concatenando el pensamiento racional y lingüı́stico. De allı́, se desencadena el encuentro con las historias de vida y la narración descriptiva, registra los acontecimientos que les han permitido superar momentos difı́ciles.

En el lenguaje se encuentra un refugio que permite abrigar prácticas y haceres genuinos como las formidables técnicas para cuidar y asistir los partos, resguardar la producción artesanal y sobrevivir ante los embates de la naturaleza. De ello deviene una cultura del lenguaje, ambos reposan en la recursividad y alientan lo hologramático; es decir, la totalidad y la particularidad que se gesta en la cotidianidad. La función social aparece nuevamente, la visión de conjunto retoma el auge y permite la inserción de las vertientes sujeto histórico y condiciones lingüı́sticas- culturales de la comunidad.


Método

El camino metodológico que guió la investigación fue el método etnográfico, el cual es propicio para estudiar, describir e interpretar todo lo relacionado con la cultura de los pueblos en su expresión de conocimiento naturalista, con una vivencia sociohistórica. En tal sentido, el artı́culo, estuvo sustentado en el paradigma de la investigación cualitativa con un enfoque interpretativo, de modo que, la etnografı́a sentó las bases en el registro, sistematización y codificación de la información, representando el “estilo de vida de un grupo de personas habituadas a vivir juntas” (Guardián, 2017, p. 160).

Bajo este principio, la observación participante se empleó como técnica para recolectar la información, formando el paso inicial para acceder al terreno de investigación, la cual se llevó a cabo en un sector rural denominado Cerro La Honda, comunidad del Municipio Escuque del Estado Trujillo, Venezuela; el tiempo empleado fue de seis meses, donde la investigadora, logró apreciar algunos oficios populares desarrollados en este espacio, como lo son: la partera, el sobandero y el rezandero de dicha comunidad; estas personas conformaron los informantes clave de la investigación.

La entrevista en profundidad no estructurada sirvió como otra técnica para recabar la información, dicha técnica fue dirigida con naturalidad, es relevante adjuntar, que no hubo un esquema de preguntas, sino más bien algunas orientaciones, para integrar los elementos que se aspiraban conocer, durante estas entrevistas los momentos estuvieron marcados por conversaciones fluidas, la actitud de los informantes fue de cordialidad y agrado por pertenecer a la investigación, demostrando jocosidad y también nostalgia por sus experiencias vividas. La actitud de los informantes reflejaba humildad y prudencia al relatar sus historias, reflejando sentido de pertenencia con su ambiente comunitario. Construyéndose una entrevista en forma de diálogo coloquial de acuerdo con (Martı́nez, 1998).

Para obtener la validez, confiabilidad y credibilidad de los resultados se llevó a cabo la triangulación de datos, técnicas y teorı́a. En este sentido se organizó lo obtenido en las observaciones y entrevistas, luego se procedió a la transcripción, codificando y categorizando los elementos que emergı́an según las opiniones y expresiones de los informantes clave, una vez alcanzado este proceder, se hizo las vinculaciones con la teorı́a en la construcción de las miradas interpretativas que se circunscriben en el artı́culo. Este camino metodológico fundamentó la triangulación desde tres vertientes esenciales tales como, la “codificación abierta, axial y selectiva” (Strauus y Corbin, 2002, p. 12).

Desde esta perspectiva, la codificación abierta permitió conocer los aspectos identificadores de los oficios populares desarrollados por los informantes clave, encontrándose un fuerte arraigo a la visión de vida y a los dones, es decir, ser partera es una representación del saber de vida y por lo tanto constituye un servicio para quien lo necesite. Con la codificación axial, se alcanzó a reconocer los puntos centrales de estos oficios, donde el denominador común es la experiencia, el conocimiento heredado de los padres y el sentido de la convivencia. La codificación selectiva actuó como el referente clave en la sı́ntesis de la construcción teórica epistemológica que le da validez al saber popular como fuente de pensamiento complejo.

Desde esta perspectiva, se presentan los principios constitutivos de la ontologı́a popular para alcanzar su inteligibilidad como sabidurı́a subyacente del pueblo, el cual crea conocimientos y saberes desde una incidencia que agrupa aspectos como; la objetividad y la intersubjetividad, tal relación se encuentra respaldada teóricamente en los procesos civilizatorios y su dinámica sociocultural ampliamente estudiados por Edgar Morı́n.


Resultados

Existe una franca conexión entre el saber popular y el pensamiento complejo, donde la unicidad de conocimiento se hace presente mediante el diálogo para aceptar y comprender las diferentes facetas de la vida. La recursividad del lenguaje se convierte en un ir y venir de la palabra más su significado, la palabra representa la honorabilidad de la persona donde se muestra cómo lo hologramático es representado por el pensamiento más la acción humana.

Este carácter permite percibir la inteligibilidad entre el saber popular y el pensamiento complejo. El enraizamiento de estos dos grandes conceptos está en la vida de los seres humanos, quienes disponen de una configuración cerebral sistémica tales como: las ideas, pensamientos y acciones cognoscentes unidas con el mundo reflexivo con el fin de encontrar sus propias verdades. Desde esta perspectiva, la inteligibilidad del saber popular y el pensamiento complejo es una dimensión teórica construida en la presente investigación.

Comprende, por lo tanto, los diversos modos de conocimientos desarrollados por la sabidurı́a popular en los cuales subyacen analogı́as y lógicas, es decir, el pueblo concatena el pensamiento emotivo con el racional, estas vertientes interpretativas se profundizan desde la intersubjetividad objetiva, el escenario cultural/histórico y un pensamiento simbólico/mı́tico/racional. Bajo esta égida, interpretar este saber es apreciarlo en su sentido lógico/emotivo, mirarlo atendiendo a la memoria, creencias y valores significativos de la cultura.

A continuación, se presentan tres grandes categorı́as que forman parte de la discusión propia del artı́culo.


Intersubjetividad objetiva

Cada nivel de pensamiento, teorı́a y disciplina están engranadas con los enfoques cientı́ficos; cuyos resultados alcanzan la vasta civilización humana y transversalizan los espacios sociales. Esta posición argumentativa permite asumir que el saber popular tiene su propia intersubjetividad objetiva; la misma se comprende como una cualidad que permite poseer una consciencia racional y reflexiva de sus mundos, para encontrarse a sı́ mismo, verse reflejado en otras miradas, para ser entendido, implicando un constante mirarse “a sı́ mismo como otro” (Ricoeur, 2003, p. 137). Es una implicación de relación entre individuo-sujeto-esfera social y cosmos.

A estos efectos, se puede aseverar que la intersubjetividad objetiva se comunica con dos perfiles esenciales; en primer lugar, está el emotivo, caracterizado por la sensibilidad, intuición y la temática relacionada con el alma y espı́ritu adquieren una dimensión especial. En segundo lugar, aparece el accionar de la razón, el pensamiento lógico y analı́tico, cabe referir la existencia del diálogo entre la cualidad analógica/explicativa en el saber popular, este contexto se caracteriza por comprender sus realidades, para ello apela al recurso del lenguaje metafórico.

En consecuencia, la intersubjetividad objetiva es un diálogo entre la emoción y la razón, porque el pueblo mira objetivamente sus contextos, pero también, los comprende desde sus intersubjetividades; en tal dinamismo figura lo complejo, como elemento que alterna diferentes situaciones para cohesionarlas sin perder de vista las particularidades individuales y colectivas. La mirada multidimensional de esta intersubjetividad objetiva posibilita engranarla en la esfera objetiva- racional- intuitiva que comunica lo reflexivo; argumento respaldado en el planteamiento Morinniano al referir, dialécticamente la necesaria articulación entre la “reflexión subjetiva y el conocimiento objetivo” (Morı́n, 2009, p. 30).

La investigación adopta que en los saberes del pueblo concomitantemente se articula la realidad objetiva con la percepción intersubjetiva, asumiendo la dialogicidad epistémica de las ciencias humanas, ahonda en una reconstrucción de significados como el alma, la mente y el pensamiento. La comprensión humana no está fuera del concepto, ella integra su sentido desde el fenómeno de la consciencia para interpretar el mundo, concebirlo y encontrar razones para vivirlo de forma compleja; sin reducir su esencia biológica/espiritual. Esta intersubjetividad traspasa la visión céntrica del hombre como ser trascendental; para colocarlo en su cotidianidad compleja que experimenta dudas, incertidumbres y azares.

A continuación, la presente Figura 1 presenta la intersubjetividad objetiva.


Figura 1: Intersubjetividad objetiva

Fuente: Elaboración propia (2023).


Escenario cultural-histórico

Los saberes nacidos del pueblo se desenvuelven en un escenario determinado culturalmente, esto constituye una circularidad entre sujeto-pensamiento y cultura que registra, describe y narra los ideales e imaginarios populares que reconocen su inscripción en el mundo. Tales saberes no solo están conformados por el sentido común; al contrario, sus caracterı́sticas complejas le atribuyen un alto contenido de inteligencia, praxis y técnicas, las cuales son utilizadas para abordar problemas, crear e innovar.

Los marcos paradigmáticos culturales siempre se hacen presentes en el saber popular; esto es un factor primordial, a partir de allı́ se abren los espacios del conocimiento, los saberes; en sı́, la cultura es la vida de una sociedad. Ello connota reciprocidad entre los ideales, la razón y el sentir; alianza de un pensamiento complejo que constantemente busca la relación, pero además, proyecta sus visiones y concepciones sobre el mundo natural, ideal y racional; cuyo norte es crear vı́nculos comunicativos entre el mundo interno y externo considerando el individuo, el sujeto y el ser social.

De ello deriva la filosofı́a de vida que se origina en el pueblo, cuyo punto álgido reposa en las reflexiones sobre la identidad cultural y la memoria histórica, el saber popular es relativo con sus conocimientos del campo y la ciudad, es vinculante a los aromas y texturas de las plantas. Tiene épocas de existencia, posee sus propios personajes, escribe las crónicas de vida, los ecos del tiempo traen recuerdos y el pasado es una metamorfosis entre presente y futuro; los cuales permanecen en la memoria colectiva, esta relación es percibida como la “hologramática discursiva” (Morı́n, 1992, p. 84).

La cultura está en el interior de los sujetos, luego ellos la integran a la sociedad, los seres humanos no pueden prescindir de ella y ella tampoco puede existir fuera de los sujetos. Ante ello, la investigación adopta que el escenario cultural/histórico, gira en torno a sus marcos paradigmáticos que construye creencias, patrones de vida e identidad local integrando los espacios de los saberes como un acto reflexivo del pensamiento. A continuación, se adjunta la Figura 2 de la categorı́a analizada.


Figura 2: Escenario cultural/histórico

Fuente: Elaboración propia (2023).


Pensamiento mitológico/simbólico/racional

En la ontoepistemologı́a del saber popular existe una estrecha relación entre las imágenes y los sı́mbolos, dando origen a un pensamiento contentivo de complejidad configurando elementos inundados por las cosmovisiones y esquemas de conocimientos descriptores de inteligibilidad. El culto por el amor a la vida y la esencia de constituirse ser humano perfilan su estructura sapiencial de orden antropológico e histórico. Muchas veces tales componentes no pueden ser comprendidos desde un pensamiento lineal, lo trascendental es que los pueblos crean la simbolización de manera densa, profunda, alcanzando criterios de universalidad; pues desde lo más interno del pueblo, lo “mitológico no es vivido como mito, sino como verdad” (Morı́n, 1990, p. 16).

Esta ecuación relacional es avalada por Edgar Morı́n cuando ilustra que las civilizaciones arcaicas desarrollaron dos modos de pensamiento, el primero es el de los sı́mbolos y los mitos, mientras que el segundo, es el relacionado con la experiencia y la técnica. Ambos modelos son complementarios, constatando el sentido humano dirigido por el accionar del pensamiento, en este aspecto, el saber popular, dentro del pensamiento complejo advierte la necesidad de observar sus mundos, los cuales están férreamente entrelazados con lo mitológico/simbólico/racional. Tres niveles de realidad que no están relacionados solamente a los conocimientos tradicionales, sino que abarcan la vida práctica social.

En la sabidurı́a del pueblo coexisten y se apoyan los elementos de esta triada; el mito energiza la historia e imaginarios y les permiten obtener una identidad muy local que se aprecia en los rostros de sus leyendas asombrosas relacionadas con espantos o aparecidos, también incluye el repertorio anecdótico que deduce experiencias espirituales cuyo toque mágico genera asombro y temores en la colectividad. En este universo mitológico, las montañas, lagunas y caminos poseen espı́ritus; el saber popular se interconecta con sus mundos naturales, humanos y sociales. Busca sus deidades, las idealiza, para descubrirse y permanecer en la memoria. La Figura 3 identifica la categorı́a descrita.


Figura 3: Pensamiento mitológico/simbólico/racional

Fuente: Elaboración propia (2023).


Conclusiones

Las reconfiguraciones de la ontoepistemologı́a del saber popular son un entretejido universo de la intersubjetividad objetiva, cuyo sujeto es un ser que debe vivir asumiendo los desafı́os de la complejidad. Al mismo tiempo, el escenario cultural histórico, describe el sentido de tal sabidurı́a desde un legado que cultiva los paradigmas existencialistas. El pensamiento mitológico/simbólico/racional, es la simetrı́a entre los sı́mbolos culturales, donde la aplicación de la lógica y la adopción de mitos buscan la representación de lo real.

La inteligibilidad del saber popular y su pensamiento complejo deja un conocimiento empı́rico/racional/simbólico e integra la dimensión mitológica al organizar y constituir una extraordinaria sabidurı́a que fundamenta la preservación de la vida, la ética comunitaria y la tecnologı́a artesanal. Empleando la lógica junto con el perfil intuitivo de manera complementaria; ello puede apreciarse en el aporte de la medicina tradicional dejada por los sabios ancestros.

Las miradas aproximativas reflejan la coexistencia de los simbolismos/empirismos y logicismos instaurados en las civilizaciones antiguas, quienes utilizaron una amplia variedad de saberes asociados con el arte, la caza, la ecologı́a y otros más. Fundamento que permite reafirmar que la visión ontoepistemológica de lo popular desde el pensamiento complejo enseña con arte y ciencia, cómo en la cotidianidad se entremezclan los sistemas ideológicos, supersticiones y racionalidades, este aspecto sin lugar a dudas corresponde a un enfoque cultural. La óptica antroposocial y espiritual también se halla presente en esta unidad compleja, porque al final, constituyen saberes que constantemente buscan la dialogicidad entre lo humano, espiritual y social.


Referencias

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