Perspectiva relacional de la pedagogı́a crı́tica y el aprendizaje virtual. Desafı́os y oportunidades

Perspectiva relacional de la pedagogı́a crı́tica y el aprendizaje virtual. Desafı́os y oportunidades


Relational perspective of critical pedagogy and virtual learning. Challenges and opportunities


Mónica PérezORCID logo1

Tulio CarrilloORCID logo2

Universidad Politécnica Territorial de Mérida Kléber Ramı́rez, Mérida, Venezuela1,2

perezmonic@gmail.com1

tuliocarr@gmail.com2

Fecha de recepción: 30/04/2024

Fecha de aceptación: 21/05/2024

Pág: 173 – 185

Resumen

En la actualidad los docentes en general, dada la dinámica socio ambiental, se han visto obligados a migrar de la instrucción presencial tradicional de las aulas al aprendizaje remoto o a distancia. Como resultado de esta situación, los espacios virtuales de aprendizaje se han convertido en una nueva norma emergente para la formación, donde los docentes tratan encontrar formas innovadoras de involucrar a los estudiantes en experiencias de aprendizaje más significativas, en el que el contexto real de actuación del estudiantado juegue un papel importante. El enfoque que ha ganado popularidad hoy dı́a, es el de la pedagogı́a crı́tica, que enfatiza el interés pertinente de generar acciones donde los estudiantes piensen crı́ticamente sobre el mundo que los rodea incrementando su participación activa. En este ensayo, nos aproximamos a los desafı́os y oportunidades de involucrar la pedagogı́a crı́tica en el aula virtual; pretendiendo establecer una vinculación entre la pedagogı́a crı́tica y la educación virtual, y cómo ambas han construido una nueva forma del hecho educativo, diluyendo barreras cognitivas, tanto de tiempo y espacio; para de este modo, liberar lı́mites que apresaban de una u otra manera la cobertura y alcance de la educación; incentivando a su vez, la transformación personal y comunitaria a través de la apertura del pensamiento crı́tico creativo del estudiantado y la exteriorización de sus ideas en un medio pleno en diversidad e inclusión. En este escenario, hemos tomando las herramientas tecnológicas como el medio que acuna el conocimiento.

Palabras clave: aprendizaje en lı́nea, enseñanza universitaria, pensamiento crı́tico, Tecnologı́as de Información y Comunicación (TICs).



Abstract

Currently, teachers in general, given the socio-environmental dynamics, have been forced to migrate from traditional classroom instruction to remote or distance learning. As a result of this situation, virtual learning spaces have become the new emerging norm in training, in which teachers try to find innovative ways to engage students in more meaningful learning experiences, in which the real context of student performance plays an important role. The approach that has gained popularity today is that of critical pedagogy, which emphasizes the relevant interest of generating actions in which students think critically about the world around them by increasing their active participation. In this essay, we approach the challenges and opportunities of involving critical pedagogy in the virtual classroom; trying to establish a link between critical pedagogy and virtual education, and how both have built a new form of educational fact, diluting cognitive barriers, both of time and space; thus, to release limits that apprehended in one way or another the coverage and scope of education; encouraging in turn, personal and community transformation through the opening of students’ creative critical thinking and the externalization of their ideas in a full environment of diversity and inclusion. In this scenario, we have taken technological tools as the medium that cradles knowledge.

Key words: online learning, university teaching, critical thinking, information and communication technologies (ICTs).



Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0

El vı́nculo pedagogı́a crı́tica y educación virtual


La pedagogı́a crı́tica se ha convertido en las últimas décadas en una corriente educativa que busca fomentar el pensamiento crı́tico y la transformación social a través de la educación. Aun cuando su origen se remonta a los años 60 y 70 del siglo XX, esta surge en el contexto de los movimientos sociales que buscaban cambios polı́ticos y culturales a nivel mundial, en su momento emergió como respuesta a la falta de relevancia de la educación convencional que se desarrollaba en aquella época; en la actualidad la hemos vivenciado como la acción pedagógica que se desarrolla con la articulación del contexto vivencial y la transferencia de saberes y conocimientos, a fin de potenciar el pensamiento crı́tico en la persona, para con ello, fortalecer el desarrollo cognitivo, creativo, reflexivo como ser social.

Ası́ pues, en esta corriente educativa el docente adquiere un papel más activo y contextualizado en la formación de los estudiantes, beneficiando desde la construcción del conocimiento la reflexión y el diálogo crı́tico en el aula, sobre los saberes que operacionalizan dentro de una relación dialógica, para alcanzar la anhelada formación integral. Se busca en este sentido, no solo cuestionar los modelos dominantes de formación escolar, sino de proponer otras vı́as de conocimiento y relaciones de poder, promoviendo el respeto a la diversidad y la equidad en la educación, que conduzcan a la generación de saberes desde la realidad vivida, como bien expone Carrillo (2020), “es a partir de la perspectiva de la pedagogı́a critica, en la relación dinámica entre mediador y discente, que se alcanza la formación integral del ser humano desde una visión humanizadora y humanizante” (s.p.).

Para ello, ha de tomarse en cuenta la realidad social y cultural del estudiantado articulando sus experiencias con los saberes académicos a fin de lograr la significatividad del conocimiento operacionalizado el cual adquiere un matriz personal, que empodera al estudiante para su participación en los diferentes ámbitos en que su hacer toma protagonismo social. De hecho, Freire (1970) define esta corriente como la “teorı́a de la educación e interpretación del mundo que ve la educación no simplemente como un medio para adquirir conocimiento, sino como un medio para el cambio social y la liberación (s.p.)” al referirse a la pedagogı́a crı́tica.

Atendiendo la intensión del presente artı́culo, se expone como a través de la educación virtual, puede en buena parte, desarrollarse el pensamiento crı́tico reflexivo desde esta corriente pedagógica, en el entendido que es un proceso dinámico de enseñanza y aprendizaje el cual es mediado, “por tecnologı́as de la información y la comunicación (TIC), que permiten la participación activa e interactiva del estudiante en entornos virtuales de aprendizaje, independientemente del espacio y tiempo en que se encuentre”(p. 48); ello, al referirnos en lo expresado por Garcı́a (2016).

Pérez-Valbuena (2021) indicó:

El interés despierta ante la preocupación que genera la transformación experimentada por la educación universitaria en estos últimos años, dentro de los cambios más notables podemos mencionar: la necesidad de innovar constantemente tomando en cuenta el contexto del dı́a a dı́a y adaptándonos a él mismo, el incremento de alumnos inmigrantes en las aulas, la ausencia de docentes dispuestos a “Crear y Rehabilitar” espacios educativos (fı́sicos y virtuales), la dislocación con la tecnologı́a y ausencia de estrategias que involucren las TICs, la necesidad de explorar con énfasis las capacidades crı́ticas y creativas del estudiantado, la ausencia de horizontalidad en los espacios educativos, entre otros, (p. 7).

La educación virtual enfatiza la importancia de la participación activa del estudiantado en su propio proceso de aprendizaje, donde es visto como constructor de su propio conocimiento el cual se ve significativamente enriquecido cuando interactúa en su entorno socio comunitario, su visión es más integral, pues se busca promover la creatividad, el pensamiento crı́tico y las habilidades de trabajo en equipo, que junto al plano socio afectivo, constituyen los pilares fundamentales para el aprendizaje virtual efectivo y significativo.

De modo que, la educación virtual puede ser una poderosa vı́a para el desarrollo de otras habilidades y destrezas más allá del ámbito tecnológico y del conocimiento propio de la disciplina curricular, como lo son la inclusión, la diversidad y la equidad en los procesos formativos en el que la educación hace parte de la vida de las personas; muy a pesar de que su éxito dependa del diseño y la implementación de las estrategias pedagógicas correspondientes para la articulación del contexto virtual de aprendizaje con el contexto socio cultural donde el estudiantado hace vida cotidiana.

Por lo tanto, la pedagogı́a crı́tica se consolidarı́a como uno de los enfoques más adecuados y pertinentes para la efectiva implementación de la educación virtual, ya que permite generar ambientes educativos significativos en ambos lados del ordenador o computador personal; logrando con ello, promover procesos de pensamiento para acciones crı́ticas y transformadoras desde un contexto digital, que ayuda a los estudiantes a navegar por las complejidades del mundo digital y a desarrollar una comprensión crı́tica de la información que encuentran y procesan, para luego activar las iniciativas de abordaje y transformación de sus contextos de actuación socio laborales y culturales.

En efecto, la pedagogı́a crı́tica se presenta como una opción expedita dentro de la educación alternativa efectiva, para su abordaje en la educación virtual, ya que consolida y desencadena procesos de pensamiento y procesamiento de información para el análisis, la reflexión de las problemáticas socio ambientales, comunitarias, tecnologı́a y sanitarias en las que participan tanto el estudiante como el docente, para generar acciones de creación propia que conduzcan a cambios positivos, en el que la equidad y la inclusión al mismo tiempo, favorezcan el desarrollo de otras competencias y habilidades tecnológicas del estudiantado para beneficiar el desarrollo endógeno sostenible, a la vez, que alienta al cuestionamiento del statu quo, como mecanismo para desafiar las narrativas dominantes del conocimiento disciplinar y para desarrollar un sentido filial con positivos efectos de los cambios en sus comunidades.

De hecho, Carrillo (2022), expresa que la pedagogı́a crı́tica, a pesar de no ser un enfoque novedoso es vigente hoy dı́a, pues busca el desarrollo de las habilidades reflexivas de los estudiantes, en estos tiempos de cambios en las estrategias de enseñanza. Dentro de sus caracterı́sticas, cabe destacar el de transformar el sistema educativo tradicional con intención de direccionarlo hacia una nueva práctica ética y polı́tica en beneficio del desarrollo humano, dado que es el espacio de acción, donde se activan los procesos de dialogicidad y socialización por medio del acto educativo virtual, en el que el pensamiento crı́tico reflexivo, según Carrillo et al. (2021) “sea el medio en el que tanto docentes y estudiantes se involucren en los grandes problemas sociales, investigando, solucionando, aprendiendo o construyendo” (s.p.) y, de este modo se permita ir aportando conocimiento para el acervo intelectual local y nacional, todo ello en beneficio del desarrollo y bienestar humano.

Una alianza estratégica: el vı́nculo hacia el éxito


Como se ha venido acotando, el término pedagogı́a crı́tica se refiere a un enfoque educativo que busca analizar el modelo educativo existente que no ha dado resultados para desafiar las estructuras de poder dentro de la sociedad; al mismo tiempo que fomenta el buen juicio, la participación, la equidad social y la justicia. Su énfasis surge en la importancia protagónica en la construcción del saber a partir de la relación dialógica del docente con los estudiantes en el proceso educativo que, esforzándose por crear ambientes educativos más activos se convierten en espacios llenos de vivencias, al tiempo de ser inclusivos, participativos y democráticos.

Esta es, una mirada a la educación que se presenta como una oportunidad cierta para la liberación y transformación del ser social que participa en el proceso educativo, en la que se empodera al estudiante para que tenga un papel activo en su proceso de aprendizaje y para que, se cuestione de manera consciente, a la vez que critique las estructuras sociales existentes, pudiendo aproximarse a realidades cercanas proponiendo nuevos modos de acción, siendo esta perspectiva de gran relevancia en el momento histórico vivido.

Del mismo modo, la educación virtual ha cobrado gran importancia en las últimas décadas, debido a la dinámica expansión de la tecnologı́a y la globalización, que ha permitido que la educación en lı́nea se haya vuelto una forma útil y hasta sutil para la instrucción tanto continua como a distancia y remota como no presencial; que ha fortalecido la formación profesional en eventos formales y no formales. Sin embargo, hoy dı́a existen grandes desafı́os en la implementación de la educación virtual y por esta razón, surge la pedagogı́a crı́tica como enfoque que puede resultar útil para enfrentarlos y generar nuevas rutas de formación más cónsonas con las realidades que se vienen dando.

El aprendizaje en lı́nea desde esta perspectiva, proporciona tanto a docentes como estudiantes, la oportunidad para llegar a aquellas comunidades o localidades distantes, remotas o marginadas que por diferentes motivos, no tienen acceso a la educación presencial, tradicional o convencional; en el que la implementación en el acto educativo virtual debe hacerse de manera activa y por qué no; con una postura crı́tica para evitar la reproducción en las desigualdades sociales que pueden existir en estas comunidades, que han venido vulnerando los derechos de formación e inclusión del estudiantado, como de formación y actualización del docente.

En consideración a lo anterior, la pedagogı́a crı́tica puede ser de gran ayuda para enfocarse en el estudio de diversidad de ejes temáticos hacia la comprensión e identificación de las inequidades sociales comunitarias, y ası́ poder crear e implementar nuevas oportunidades de trabajo intelectual o tecnológico con equidad. Es decir que es por medio del acto educativo virtual que puede promoverse “la gestión académica en razón y función del reconocimiento de la persona como un actor social en constante cambio, para intervenir activamente de los procesos socio productivos, polı́ticos y ecológicos en algún momento de su vida (Carrillo, 2022, s.p.).

Otro aspecto importante en la educación virtual es el papel y actitud del docente en el proceso educativo desde esta perspectiva. En un ambiente en lı́nea, el docente tiene una postura e influencia diferente en la educación del estudiante, lo que hace importante la necesidad de una pedagogı́a crı́tica, dado que esta puede ser útil para examinar las cosmovisiones del estudiantado, activar las diferentes posturas y realidades frente al hecho estudiado, y desafiar las estructuras del saber y del hacer en lı́nea para brindar una formación más equitativa y justa.

Además, desde esta perspectiva se enfatiza desde su acción la importancia de la participación colaborativa en el aprendizaje de los estudiantes en el proceso formativo, lo que puede derivar en un ambiente educativo colaborativo en lı́nea, fomentando la constitución de grupos de estudios, equipos de trabajo y comunidades de aprendizaje a partir de la virtualidad. En el contexto de la educación virtual, la pedagogı́a crı́tica puede aplicarse de varias maneras, por ejemplo, en lugar de simplemente impartir conocimientos en el uso de las tecnologı́as, se podrı́a crear un ambiente de colaboración y cooperación con el saber disciplinar en lı́nea, donde los estudiantes opinen, discutan ideas, identifiquen problemas, desarrollen trabajos de campo, realicen abordajes socio comunitarios, ası́ como también, apliquen sus propuestas que juntos encuentren soluciones efectivas a esos problemas del contexto socio comunitario donde hacen vida; involucrando con pertinencia las disciplinas del saber académico curricular, socializándolo a su vez en las comunidades virtuales, que han sido abiertas en los diferentes momentos de formación.

Igualmente, considerando el abanico de posibilidades de acción, se pueden incorporar temas libres de ı́ndole social relevantes para que los estudiantes puedan procesar información a partir de los hechos que viven en sus contextos socio-ambientales; al tiempo que discutan sobre sus visiones y reflexionen adoptando una postura crı́tica reflexiva frente a estos hechos y conocimientos abordados y procesados, por lo que la educación virtual no es un impedimento para aplicar la pedagoga crı́tica, sino que permite adaptarse a nuevas formas de enseñanza-aprendizaje teniendo en cuenta esta perspectiva, una en la que se sumerge cada individuo en la actualidad, donde están navegando constantemente, perspectiva representada por ser la era digital. Por ello, se hace imprescindible la generación de acciones en las que estos se involucren, participen y se desarrollen como seres sociales.

No obstante, la pedagogı́a crı́tica y la educación virtual todavı́a despliegan desafı́os significativos que necesitan ser abordados. Uno de estos desafı́os, si no resulta ser el más importante es la creación de un sentido de comunidad virtual y conexión empática entre estudiantes y docentes en lı́nea, aun cuando la conexión en lı́nea puede ser difı́cil de lograr, se necesita desarrollar estrategias especiales para mejorarla, también se precisa considerar la cuestión de la accesibilidad de los estudiantes y garantizar que los materiales y objetos educativos estén disponibles para todos, el cual es un factor de alta sensibilidad, a ser considerado. Siguiendo con este razonamiento, la pedagogı́a crı́tica es transcendental para enfrentar los desafı́os de la educación virtual y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación equitativa e inclusiva, puede ser la herramienta para desafiar las estructuras de poder y trabajar para crear ambientes educativos colaborativos y participativos en lı́nea, razón por la cual, la pedagogı́a crı́tica y la educación virtual son enfoques que se complementan al ser actuales, relevantes y pertinentes con estrategias y herramientas valiosas para la educación del siglo XXI y por tanto, deben ser utilizadas de manera ética, consciente y cuestionadora para maximizar su potencial, las habilidades y destrezas en tanto que sus beneficios.

Oportunidades para relacionar


Es obvio que los hechos apuntan hacia una revolución digital, una era que está llegando de modo acelerado, por esta razón se considera que cada dı́a están más presentes los ambientes virtuales de aprendizaje, obligando a dar una mirada crı́tica para responder al qué, cómo, dónde y cuándo usar los medios tecnológicos existentes, lo que conlleva a diseñar metodologı́as y estrategias efectivas para el aula virtual. Es, claro está, un nuevo paradigma educativo mucho más complejo y flexible.

Teniendo claro que la pedagogı́a crı́tica es una perspectiva educativa que busca analizar y transformar la realidad social a través del desarrollo de la conciencia crı́tica de los estudiantes. En el contexto virtual, esto puede lograrse a través de una serie de estrategias que fomenten la reflexión y el análisis crı́tico que, según Leiva, citado por Carmona e Ibáñez (2011), “La esencia del nuevo paradigma serı́a establecer en el sistema de enseñanza el cambio de la reproducción a la construcción de conocimientos” (s.p.) Algunas de las maneras en que se puede aplicar la pedagogı́a crı́tica en la virtualidad son:

  1. Fomentar discusiones abiertas, propositivas y crı́ticas genera oportunidades para que los estudiantes intercambien opiniones en lı́nea sobre temas que sean relevantes para ellos. Esto puede hacerse a través de foros, salas de chat o grupos de redes sociales.

  2. Promover la reflexión crı́tica permitiendo que los estudiantes compartan sus pensamientos y experiencias personales relacionadas con los temas que se están discutiendo. Esto puede hacerse a través de blogs, diarios en lı́nea o video-diarios. También se estimula proporcionando materiales de lectura crı́ticos que aborden temas sociales y polı́ticos actuales.

  3. Establecer equipos de aprendizaje colaborativo y participación activa, para que trabajen juntos en proyectos y acciones que estén dirigidos a temas relevantes y significativos como la creación de iniciativas comunitarias o proyectos de investigación, dando solución a problemáticas locales o globales. Esto les ayudará a incrementar su participación activa en procesos de cambio.

  4. Utilizar herramientas multimedia para el aprendizaje activo y crı́tico, proporcionando a los estudiantes recursos digitales que incluyan fotografı́as, videos, audios y textos y que contextualizan el problema a ser analizado. También ayudar a los estudiantes a prestar atención crı́tica a la calidad y la fiabilidad de los recursos utilizados.

  5. Promover el diálogo intercultural, orientando la redacción ensayos sobre culturas diferentes, compartiendo artı́culos escritos por autores de distintas áreas geográficas y étnicas, y suscitando oportunidades para aprender de diferentes culturas.

  6. Establecer conexiones directamente con el mundo real, generando análisis sobre la forma en que las polı́ticas públicas han afectado a los grupos marginados, el cambio climático o los derechos humanos.

  7. Incluir tiempos de reflexión personal permite al estudiante autoevaluarse y cuestionar su perspectiva compartida durante la clase.


A estas estrategias pedagógicas hay que sumarles las “estrategias pedagógicas virtuales” que potencian el desarrollo de competencias, en este orden de ideas, Rodrı́guez y Espinoza (2017) señalan:

El diseño y la implementación de estrategias didácticas tanto en la educación presencial como en la creación de entornos virtuales son fundamentales para el logro de las condiciones que permitan la activación del proceso cognitivo, por ello han de estar bien sustentadas en un enfoque pedagógico, lograr la motivación, la participación, el interés y la conformación de metas e intenciones académicas marca la diferencia en el logro del aprendizaje autónomo y significativo (p. 91).


En la Tabla 1, podemos ver algunas de las actividades concretas que quedan adecuadamente facilitadas mediante el uso de las Tecnologı́as de la Información y Comunicación o TICs.

Estas estrategias pedagógicas virtuales, resultan ser las más expeditas para llevar a cabo el acto educativo virtual, lo cual, en concordancia con Baque y Marcillo (2020), “la virtualidad ha descentralizado el acceso al conocimiento, permitiendo beneficios a multiplicidad de usuarios, permitiendo al estudiante desarrollar módulos, asignaturas o cursos virtuales a los cuales está previamente inscrito en lı́nea, con el objetivo de desarrollar habilidades, competencias y destrezas en el que se comparten experiencias a través de interacciones didácticas” (p. 64).

Tabla 1: Actividades, contenidos académicos y valores democráticos de las TIC.
Fuente: Carmona e Ibañez (2011).



Para aplicar la pedagogı́a crı́tica en la virtualidad, es importante proporcionar oportunidades para que los estudiantes participen de manera activa y crı́tica en el proceso de aprendizaje, alentándoles a dudar para generar incógnitas y hacerse preguntas, pero también para hipotetiza, predecir y comprobar, además de analizar y reflexionar sobre los diversos temas abordados en el acto educativo virtual.

Es importante destacar la importancia que estas estrategias, las cuales son sólo algunas opciones, no obstante, la efectividad de éstas puede depender de la respuesta del grupo de estudiantes y del circuito educativo en el que se lleven a cabo. La versatilidad y creatividad en la aplicación y adaptación, también depende de la pericia del docente. Aquı́ es donde, de nuevo, la pedagogı́a crı́tica y la llamada escuela democrática, vienen en auxilio para la generación de alternativas que puedan mantener la dirección adecuada para el logro de los propósitos formativos, dentro de un ambiente participativo de justicia, equidad e igualdad.

Sólo si se proporciona un ambiente democrático, con una serie de estrategias metodológicas como las expresadas anteriormente, se podrán atender a la diversidad de intereses y culturas del estudiantado, ayudándoles a descifrar los mensajes explı́citos y subliminales de su mundo.

En efecto, no es únicamente el conocimiento construido en comunidades virtuales para la formación de competencias especı́ficas o colectivas; es trascender el acto educativo virtual desde una postura propia para el beneficio colectivo. Que según afirma Buckingham (2008), son “las instituciones educativas podrı́an ayudar a igualar el acceso a la tecnologı́a y compensar las desigualdades que persisten aún en la sociedad” (s.p.). En esta lı́nea actúan los estados y sus gobiernos, cuando dotan de infraestructura y materiales didácticos a todos los estudiantes de un ordenador ultra portátil, sin ningún tipo de discriminación.

Sin embargo, existe un gran desafı́o, y es que no todas las instituciones podrı́an estar adecuadas en dotación, equipamiento, infraestructura y materiales didácticos que puedan fortalecer el desarrollo de las condiciones para asegurar el acto educativo virtual y las comunidades virtuales. Pero, llegados a este punto, son las instituciones educativas quienes tienen que tomar las decisiones por sı́ mismas, desde una perspectiva también más crı́tica propositiva y ejecutiva, sobre cómo generar recursos tecnológicos, emplear la tecnologı́a para la formación del estudiantado y sus docentes. Todo ello, desde un punto de vista creativo que motive tanto al docente como al estudiantado en su desarrollo, uso y aplicación contextual, en el que se replantee un nuevo concepto de alfabetización digital, a través del uso de las TICs, encaminado hacia la superación de desigualdades, practica de la crı́tica social consciente, para la construcción de un mundo mejor, lo cual contribuirı́a a la revelación de mecanismos sociales de movilización cultural, ası́ como el empoderamiento y reconocimiento de las minorı́as, sin detrimento de su propio desarrollo y bienestar.

Colaboración y conexiones globales


Bajo las consideraciones anteriores, la pedagogı́a crı́tica ha demostrado ser una estrategia efectiva tanto de enseñanza como de aprendizaje en muchos contextos educativos, sin embargo enfrenta algunos desafı́os, su efectividad en ambientes virtuales depende de varios factores, como la calidad del diseño instruccional del curso, aunado a la formación, capacidad y actualización del profesorado para facilitar, guiar y mediar el aprendizaje desde una postura crı́tico reflexiva en lı́nea; que junto a la disponibilidad y accesibilidad de recursos y herramientas digitales, puedan asegurar la óptima ejecución de sus acciones.

Algunos estudios han encontrado que la pedagogı́a crı́tica puede ser particularmente efectiva en ambientes virtuales: fomentando una mayor participación y colaboración de los estudiantes que interactúan en lı́nea, creando un espacio de diálogo más inclusivo y diverso, y permitiendo una reflexión desde su propio hacer cotidiano formativo más profunda y a la vez autocrı́tica sobre temas complejos relacionados al contexto donde se desenvuelve cara uno de los que participan en el acto educativo virtual. A pesar de ello, se presentan otros desafı́os, especialmente en aquellos entornos donde la interacción cara a cara se limita o se dificulta, pues aun cuando las estrategias puedan contribuir a un acercamiento fı́sico presencial, debe considerarse las estrategias que conlleven a que la participación genere otros espacios de convivencia en los contextos en el que se desenvuelven los integrantes del acto virtual formativo. Por lo tanto, se necesitan más investigaciones para determinar mejor la efectividad de la pedagogı́a crı́tica en ambientes virtuales y cómo se abordan otros desafı́os para implementarla con éxito.

Concretando

Puntualizando en este momento, la pedagogı́a crı́tica es una corriente educativa que busca formar ciudadanos conscientes y capaces de analizar y cuestionar el entorno social, polı́tico y cultural en el que se desenvuelven. Las TIC son un conjunto de materiales, dispositivos y herramientas esenciales en este proceso, ya que permiten acceder a un mundo cada vez más globalizado, complejo y diverso, razón por la cual, la relación de la pedagogı́a critica con la educación virtual, a pesar de sus desafı́os resulta ser un encuentro dialógico interesante para el desarrollo de alternativas más contextualizas de formación en espacios de poco acceso o remotos.

Si bien, la educación virtual se asegura con el adecuado uso de las TIC, es importante comprender que éstas ofrecen acceso a información y conocimientos que antes eran inaccesibles para muchos estudiantes y docentes. Gracias a los beneficios que ofrece internet, cualquier persona puede acceder a diversos contenidos, destacándose en los procesos de formación aquellos de corte académico, con los complementos en noticias, apoyo de publicaciones e investigaciones cientı́ficas, con otros recursos y medios educativos, a disposición de los procesos formativos virtuales. Además, se dispone de las plataformas de aprendizaje y enseñanza en lı́nea y los cursos abiertos en lı́nea (MOOC, por sus siglas en inglés), que permiten una mayor accesibilidad y flexibilidad para aprender y adquirir nuevas habilidades o destrezas.

Aun cuando no se lleve a efecto el acto educativo virtual, los estudiantes pueden usar redes sociales y herramientas digitales para conectarse con personas de diferentes culturas y perspectivas, y ası́ ampliar su visión del mundo. Este mecanismo de interacción intercultural, ha venido ejecutándose de forma libre y espontánea. Otro desafı́o es el que se enfrenta al evaluar la calidad y la veracidad de la información disponible en la red, y a distinguirla de la propaganda o las noticias falsas; esto serı́a un buen ejemplo, para relacionarlo con los cuestionamientos éticos dentro del acto educativo virtual y la adecuada formación del estudiantado.

En concordancia con las consideraciones anteriores, se destaca el planteamiento de Brookfield (2005) cuando nos dice que:

La pedagogı́a crı́tica se define por su compromiso con la transformación social y por la creencia de que la enseñanza y el aprendizaje deben involucrar a los estudiantes en los esfuerzos para analizar y tomar medidas contra las formas de opresión y dominación en la sociedad (s.p.).

Es importante destacar que tanto docentes como estudiantes, deben estar conscientes de las limitaciones de las TIC que están presentándose en la actualidad; que, a pesar de su potencial, estas herramientas no pueden reemplazar la interacción humana ni las experiencias de aprendizaje basadas en la práctica y la experimentación, siendo un desafı́o que puede superarse desde la pedagogı́a critica. Otro, corresponde a un visible riesgo de dependencia de la tecnologı́a y de caer en la superficialidad o el entretenimiento en detrimento del aprendizaje significativo.

En conclusión, la perspectiva relacional de la pedagogı́a crı́tica con la educación virtual es una oportunidad cierta de desarrollo del conocimiento, la cual es mediada por las TIC que pueden complementarse mutuamente para formar ciudadanos capaces de ser creativos, analizar para reflexionar en pos del entorno donde hacen vida y transformar el mundo que les rodea.

Las estrategias que se promueven desde esta perspectiva relacional, resultan ser oportunidades idóneas para la formación en cualquiera de los niveles en el que el docente como el estudiante parten de la alfabetización tecnológica para trascender este ámbito al desarrollo humano sostenible, el cual resulta ser un desafı́o considerando los tiempos actuales.

Es importante entonces, fomentar un uso responsable y consciente de las TIC en el proceso educativo virtual, enfatizando de forma estratégica y transversal, la importancia del contacto humano, la interacción participativa y la experiencia práctica en los contextos reales de actuación, dentro de un mecanismo de actualización permanente que contribuya a la divulgación del conocimiento en esta materia.

De acuerdo con Pérez-Valbuena y Santo (2022):

Ası́ como la influencia que esto refleja en cada uno y por su puesto en los procesos educativos. Considerando lo anterior, es imperante adoptar los procesos de desaprender y reaprender dentro del contextos emergentes, transdisciplinarios como parte de la maleabilidad y creación de una identidad más cercana a los orı́genes. (p. 72)

Referencias

Baque, P., y Marcillo, C. (2020). Estrategias pedagógicas innovadoras en entornos virtuales de aprendizaje. Dominio de las Ciencias, 6 (3), 56-77. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7539680

Brookfield, S. (2005). Pedagogı́a crı́tica: reflexiones y práctica. Ediciones Morata.

Buckingham, D. (2008). Más allá de la tecnologı́a. Ediciones Manantial.

Carmona, J. e Ibáñez, L. (2011). Pedagogı́a crı́tica y Web 2.0: formación del profesorado para transformar el aula. REIFOP, 14 (2). https://www.redalyc.org/pdf/2170/217019031007.pdf

Carrillo, T. (2020). La grupalización como factor crı́tico de las comunidades de aprendizaje [Tesis doctoral]. Universidad Politécnica Territorial de Mérida Kleber Ramı́rez.

Carrillo, T. (2022). La pedagogı́a crı́tica: Seminario Medular de Estudios Abiertos. Universidad Politécnica Territorial de Mérida Kleber Ramı́rez.

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Freire, P. (1970). La pedagogı́a crı́tica: Seminario Medular de Estudios Abiertos. Continuum.

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Pérez-Valbuena, M., y Santo, R. (2022). Un suspiro poético de la descolonización del conocimiento en América Latina, con rostro de educación venezolana. Miradas Transcomplejas, 2 (2).https://miradastranscomplejas.wordpress.com/2023/01/15/un-suspiro-poetico-de-la-descolonizacion-del-conocimiento-en-america-latina-con-rostro-de-educacion-venezolana/

Rodrı́guez, Z., y Espinoza, N. (2017). Trabajo colaborativo y estrategias de aprendizaje en entornos virtuales en jóvenes universitarios. Revista Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo, 7 (14). https://www.scielo.org.mx/pdf/ride/v7n14/2007-7467-ride-7-14-00086.pdf