Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista, Cojedes, Venezuela1
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Fecha de recepción: 30/01/2024
Fecha de aceptación: 11/03/2024
Pág: 236 – 247
El sistema de aprendices es un método de formación que permite a los individuos
adquirir habilidades y competencias especı́ficas de un oficio o profesión mientras
trabajan. Este enfoque de “aprender haciendo” es particularmente relevante en el
contexto laboral actual, donde las habilidades prácticas y la experiencia laboral son
altamente valoradas por los empleadores. A pesar de los esfuerzos del Programa
Nacional de Aprendizaje en el Instituto Nacional de Capacitación y Educación
Socialista (INCES) del Estado Cojedes, muchos jóvenes enfrentan dificultades para
integrarse al mismo y completar su formación debido a desafı́os como la falta
de motivación, el desinterés por temas técnicos, la falta de habilidades sociales
y emocionales, y la falta de recursos económicos. Este ensayo es producto de una
investigación llevada en la unidad de Coordinación Docente del INCES del Estado
Cojedes, ası́ como un arqueo documental en páginas especializadas sobre el tema
e ı́ndices de revistas académicas. El programa de aprendizaje en Venezuela ha
demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar la empleabilidad de los jóvenes
y fortalecer la productividad de las empresas. La investigación desarrollada concluye
que hay facilitadores capacitados, pero con limitaciones en herramientas y recursos
para aplicar estrategias innovadoras. Para abordar este desafı́o, se debe priorizar el
desarrollo de nuevas herramientas y recursos para aplicar estrategias innovadoras,
como la integración de plataformas de aprendizaje basadas en tecnologı́a y métodos
de aprendizaje colaborativo. Además, se debe enfatizar la importancia de la capacitación continua y el desarrollo
profesional de los facilitadores.
Palabras clave: capacitación laboral, desempleo juvenil, inserción laboral, sistemas
de aprendices.
The apprenticeship system is a training method that allows individuals to acquire
skills and competencies specific to a trade or profession while working. This
’learning by doing’ approach is particularly relevant in the current workplace
context, where practical skills and work experience are highly valued by employers.
Despite the efforts of the National Learning Program in INCES of the State of
Cojedes, many young people face difficulties in joining it and completing their
training due to challenges such as lack of motivation, disinterest in technical topics,
lack of social and emotional skills, and the lack of economic resources. This essay
is the product of an investigation carried out in the Teaching Coordination unit of
the INCES of the State of Cojedes, as well as a documentary archive in specialized
pages on the subject and indexes of academic journals. The apprenticeship program
in Venezuela has proven to be an effective strategy to improve the employability
of young people and strengthen the productivity of companies. The research
developed concludes that there are trained facilitators, but with limitations in
tools and resources to apply innovative strategies. To address this challenge, the
development of new tools and resources must be prioritized to apply innovative
strategies, such as the integration of technology-based learning platforms and
collaborative learning methods. Additionally, the importance of ongoing training
and professional development of facilitators should be emphasized.
Key words: apprenticeship systems, job insertion, job training, youth
unemployment.
Esta obra está bajo licencia CC BY-NC-SA 4.0
Los sistemas de aprendices representan una estrategia efectiva para la inserción laboral,
especialmente para los jóvenes que buscan adquirir experiencia práctica en su campo de interés.
Estos sistemas, que combinan la formación teórica con la práctica laboral, han demostrado ser
beneficiosos tanto para el aprendiz como para el empleador (Lerman, 2014).
El sistema de aprendices es un método de formación que permite a los individuos adquirir
habilidades y competencias especı́ficas de un oficio o profesión mientras trabajan. Este enfoque
de “aprender haciendo” es particularmente relevante en el contexto laboral actual, donde las
habilidades prácticas y la experiencia laboral son altamente valoradas por los empleadores.
Los sistemas de aprendices también ofrecen beneficios significativos para los empleadores.
Al invertir en la formación de aprendices, las empresas pueden desarrollar una fuerza laboral
altamente calificada y comprometida que se adapte a sus necesidades especı́ficas. Además,
los sistemas de aprendices pueden ayudar a las empresas a reducir los costos de contratación
y formación, ya que los aprendices a menudo se convierten en empleados a tiempo completo
después de completar su formación, (Wolter y Ryan, 2011).
A pesar de estos beneficios, la implementación de sistemas de aprendices puede presentar
desafı́os. Por ejemplo, puede ser difı́cil para las pequeñas empresas proporcionar la supervisión
y el apoyo necesarios para los aprendices. Además, los aprendices pueden enfrentar dificultades
para equilibrar las demandas de su formación y trabajo, (Muehlemann y Wolter, 2014).
Para superar estos desafı́os, es esencial que los sistemas de aprendices estén respaldados
por polı́ticas y programas adecuados. Esto incluye proporcionar incentivos financieros para
las empresas que contratan aprendices, ofrecer apoyo y orientación para los aprendices, y
garantizar que la formación de los aprendices esté alineada con las necesidades del mercado
laboral.
En consecuencia, los sistemas de aprendices representan una estrategia efectiva para la
inserción laboral. Al combinar la formación teórica con la práctica laboral, estos sistemas
pueden ayudar a los individuos a adquirir las habilidades y la experiencia necesaria para tener
éxito en el mundo laboral. Sin embargo, para maximizar los beneficios de estos sistemas, es
esencial que estén respaldados por polı́ticas y programas adecuados.
A pesar de los esfuerzos del Programa Nacional de Aprendizaje en INCES del Estado
Cojedes, muchos jóvenes enfrentan dificultades para integrarse al mismo y completar su
formación debido a desafı́os como la falta de motivación, el desinterés por temas técnicos,
la falta de habilidades sociales y emocionales y la falta de recursos económicos. Siendo el
Programa Nacional de Aprendizaje (PNA) un programa eminentemente social orientado a
brindar una formación integral a los adolescentes, preparándolos para su inserción laboral
tanto en el sector público como en el privado, es fundamental abordar estos desafı́os para
asegurar el éxito del programa.
Para mejorar el sistema de aprendizaje es necesario fortalecer la motivación y el interés de
los jóvenes por materias técnicas, ası́ como capacitarlos en habilidades sociales y emocionales,
como comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas. Además, proporcionar
recursos económicos e incentivos puede ayudar a reducir las barreras financieras que impiden
que los jóvenes accedan al programa.
Por otro lado, el PNA debe establecer asociaciones con empleadores y asociaciones
industriales para brindar a los jóvenes experiencia laboral práctica y oportunidades laborales.
Esto no sólo mejorará su empleabilidad, sino que también les dará un sentido de propósito y
dirección. El programa debe adaptarse a las necesidades del mercado laboral, garantizando
que los jóvenes reciban formación en las habilidades que se demandan.
En conclusión, el PNA es un programa valioso que tiene el potencial de tener un impacto
positivo en las vidas de los jóvenes. Sin embargo, para lograr sus objetivos, es fundamental
abordar los desafı́os que obstaculizan el éxito del programa. Al fortalecer la motivación y el
interés de los jóvenes, brindarles capacitación en habilidades sociales y emocionales y establecer
alianzas con los empleadores, el PNA puede convertirse en una herramienta más efectiva para
promover la formación integral de los adolescentes y su inserción al mercado laboral.
El enfoque de “Aprender Haciendo” es un pilar fundamental en los sistemas de aprendizaje
modernos. Este enfoque, también conocido como aprendizaje experiencial, se basa en la idea
de que los estudiantes aprenden de manera más efectiva cuando participan activamente en su
educación, en lugar de ser meros receptores pasivos de información, (Dewey, 2007).
En tal sentido (Jarquı́n, 2018) hace referencia a esta filosofı́a de aprendizaje desde sus inicios
con Jhon Dewey y reseña la importancia de sus investigaciones de la siguiente manera:
(...) le permitieron determinar que la practicidad lleva al estudiante a un espacio de producción y reflexión de experiencias relevantes de la vida social que permite el desarrollo de una ciudadanı́a plena. Llega a considerar que la experimentación desarrolla destrezas individuales, forja iniciativa y enriquece le espı́ritu, mediante el proceso constructivista. (p. 4)
El aprendizaje experiencial permite a los estudiantes aplicar teorı́as y conceptos en
situaciones prácticas, lo que facilita la comprensión y retención de la información. Este enfoque
también fomenta el desarrollo de habilidades crı́ticas como la resolución de problemas, el
pensamiento crı́tico y la adaptabilidad, (Kolb, 1984).
En los sistemas de aprendices, el enfoque de “aprender haciendo” es especialmente relevante.
Los aprendices se benefician enormemente de la oportunidad de aplicar lo que han aprendido
en un entorno de trabajo real. Esto no solo refuerza su comprensión de los conceptos, sino que
también les proporciona una valiosa experiencia práctica que puede ser crucial para su éxito
futuro, (Lave y Wenger, 1991).
Además, el aprendizaje experiencial en los sistemas de aprendices puede ayudar a los
estudiantes a desarrollar una mayor confianza en sus habilidades, ya que tienen la oportunidad
de ver los resultados de su trabajo de primera mano. Esto puede ser particularmente beneficioso
para los aprendices, ya que a menudo se espera que asuman roles de responsabilidad en sus
lugares de trabajo, (Rubio y Jiménez, 2021).
El enfoque de “aprender haciendo” es una herramienta valiosa en los sistemas de aprendices.
Al permitir a los estudiantes aplicar sus conocimientos en situaciones prácticas, este enfoque
puede mejorar la comprensión, aumentar la retención de información y desarrollar habilidades
crı́ticas necesarias para el éxito en el mundo laboral.
El Sistema de Aprendices adopta el enfoque de “Aprender Haciendo”, que implica una
inversión económica por parte de las empresas. Esta inversión se destina a la capacitación de
sus trabajadores, tanto regulares como de nuevos ingresos. Aunque esta estrategia requiere
un desembolso inicial, se espera que genere retornos favorables para el sector. Las empresas
que participan en este sistema no solo están invirtiendo en sus empleados, sino también en
su futuro. Al capacitar a sus trabajadores, están mejorando sus habilidades y, por lo tanto,
aumentando la productividad y eficiencia de su fuerza laboral.
La inversión en la capacitación de los trabajadores ha sido un tema de debate en el campo
de la economı́a durante mucho tiempo. Tradicionalmente, se creı́a que las empresas evitarı́an
invertir en el desarrollo de habilidades que los trabajadores podrı́an utilizar en otras empresas,
especialmente en las competidoras. Sin embargo, las investigaciones recientes han desafiado
esta noción, sugiriendo que las empresas que invierten en la formación de aprendices suelen
obtener buenos rendimientos, (Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.
Los rendimientos financieros de las empresas que invierten en la formación de aprendices
varı́an. Algunas empresas recuperan su inversión dentro del perı́odo de aprendizaje, mientras
que otras ven que su inversión vale la pena solo después de contabilizar la reducción de la
rotación, la contratación y los costos iniciales de capacitación. En general, el primer año de
aprendizaje implica costos significativos, pero posteriormente, las contribuciones del aprendiz
superan su salario y los costos de supervisión. En la Figura 1, se observa la curva del producto
marginal del trabajador y su contribución a la producción.
La mayorı́a de las empresas participantes consideran que los programas de aprendizaje
ofrecen la certeza de que todos los trabajadores tienen el mismo alto nivel de experiencia.
Además, estos programas garantizan un suministro adecuado de trabajadores bien capacitados
para cubrir aumentos repentinos en la demanda y para ocupar puestos de liderazgo, (Tejada y
Ferrández, 2007).
La inversión en la formación de los trabajadores puede ser beneficiosa para las empresas
a largo plazo. Aunque puede haber costos iniciales significativos, los beneficios a largo plazo,
como la reducción de la rotación y la contratación, ası́ como la mejora de la productividad,
pueden superar estos costos. Por lo tanto, las empresas deberı́an considerar la posibilidad de
invertir en la formación de sus trabajadores como una estrategia a largo plazo para mejorar su
rendimiento y competitividad.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el Sistema de Aprendiz es un “modelo en
alza” (Ripani et al., 2026) que cada vez suma sectores porque ven en ello mejoras sustanciales
en sus modelos productivos y adaptabilidad a los rápidos cambios que ocurren en el mercado.
Los principales modelos de aprendiz según el BID se están dando en: aprendices en el marco de
la educación superior, aprendices en sectores de punta y aprendices en femenino (sector servicio).
El impacto que tiene el Programa Nacional de Aprendices en el estado Cojedes está
centrado principalmente a empresas del sector comercio, restaurantes y hoteles, seguido
por el sector agrı́cola y pecuario, (Instituto Nacional de Estadı́stica, 2016). Ambos sectores
representan el 34 % de la población ocupada mayor de 15 años.
Es relevante destacar cómo estos sistemas dejaron de ser una opción de último recurso,
que estaba casi en exclusividad para sectores de tareas repetitivas y de fuerza humana, como
la construcción, electricidad del hogar, mecánica industrial y automotriz ligera, entre otras.
Ahora, se está abriendo un conjunto de posibilidades y nuevas formas a experimentar, como
en Australia que después de aprobar el programa de aprendiz puede solicitar ingreso a la
Universidad. Empresas como Jaguar y Rolls Royce de alta tecnologı́a automotriz han venido
implementando estos sistemas, incluso revela el estudio del BID que “reciben cada año más
solicitudes de admisión a su programa de aprendices, que las universidades de Oxford y
Cambridge”, (Ripani et al., 2026).
Pero no solo queda allı́, sino que también el sector femenino se ha visto impulsado por estos
avances en los sistemas de aprendices, ya que el sector servicio ha entrado también en la práctica
de esta modalidad y las mujeres están más prestas para este tipo de trabajos, aunque en Estados
Unidos se ha propuesto romper estereotipos incorporándolas igualmente a los sectores clásicos
y dando ayudas económicas para el cuido de los niños mientras ellas se entrenan en este tipo
de actividades.
Los programas de aprendices en América Latina y el Caribe han demostrado ser una
estrategia efectiva para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, fortalecer la productividad de
las empresas y promover el crecimiento económico en la región.
En paı́ses como Brasil, México y Colombia, los programas de aprendices han sido
implementados en diversos sectores, incluyendo la manufactura, la tecnologı́a de la información
y la construcción. Estos programas han permitido a los jóvenes adquirir habilidades técnicas y
prácticas, al tiempo que proporcionan a las empresas una fuerza laboral capacitada y adaptable.
La experiencia de estos paı́ses ha sido en gran medida positiva. Según un estudio del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), los programas de aprendices en Brasil han aumentado la
probabilidad de empleo formal para los jóvenes en un 16 % y han incrementado sus salarios
en un 18 %, (Novella y Pérez, 2017). En México, los programas de aprendices han reducido la
rotación laboral y han mejorado la productividad de las empresas.
Los beneficios económicos de estos programas son evidentes. Al mejorar la empleabilidad
de los jóvenes y la productividad de las empresas, los programas de aprendices contribuyen
al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza. Además, al proporcionar a jóvenes
oportunidades de formación y empleo, estos programas pueden ayudar a mitigar los problemas
de desigualdad y exclusión social en la región.
En las economı́as desarrolladas la relación desempleo juvenil y participantes en los Sistemas
de Aprendices son inversamente proporcionales, es decir, habrá menor desempleo juvenil a
medida que hay mayor participación en el Sistema de Aprendiz; Australia, Alemania y Austria
son ejemplos positivos, a diferencia de Francia, cuya participación en estos programas es menor
y posee la tasa de desempleo juvenil más alta entre los paı́ses europeos, (Fazio et al., 2016).
Los programas de aprendices en América Latina y el Caribe han demostrado ser una
estrategia efectiva para mejorar la empleabilidad de los jóvenes y la productividad de las
empresas. Sin embargo, para maximizar sus beneficios, es necesario abordar los desafı́os
existentes y garantizar una implementación efectiva y sostenible de estos programas. Según
(Fazio et al., 2016) existen evidencias que:
(...) en el caso de Brasil, donde una evaluación de impacto de la ley de aprendices indica que, después de completar el programa, los aprendices tienen más posibilidades de encontrar un trabajo formal no temporal y ganar salarios más altos a corto y mediano plazo que las personas comparables que no participaron en el programa. (p. 16).
Los programas de aprendices en América Latina y el Caribe enfrentan varios desafı́os que
requieren atención y soluciones estratégicas. Uno de los principales desafı́os es la falta de
financiamiento adecuado, lo que limita la capacidad de estos programas para proporcionar
formación de alta calidad y oportunidades de aprendizaje práctico.
Además, muchos programas de aprendices luchan por mantenerse al dı́a con las cambiantes
demandas del mercado laboral. Esto se debe en parte a la rápida evolución de la tecnologı́a y la
necesidad de habilidades técnicas especializadas en muchos sectores, (Brunello y Wruuck, 2021).
Otro desafı́o es la falta de acceso a la educación y la formación en áreas rurales y
comunidades desfavorecidas. Esto puede exacerbar las desigualdades existentes y limitar las
oportunidades para los jóvenes en estas áreas, (Gontero y Novella, 2021).
Finalmente, la falta de conciencia y comprensión de los beneficios de los programas de
aprendices puede limitar la participación. Muchos empleadores y jóvenes pueden no estar
conscientes de las oportunidades que ofrecen estos programas, (Smith, 2019).
Para superar estos desafı́os, es esencial aumentar el financiamiento y el apoyo para
los programas de aprendices. Además, los programas deben adaptarse continuamente para
satisfacer las cambiantes demandas del mercado laboral. También es crucial mejorar el acceso
a la educación y la formación en áreas rurales y desfavorecidas. Por último, se deben realizar
esfuerzos para aumentar la conciencia y comprensión de los beneficios de los programas de
aprendices.
En caso Venezuela es una polı́tica pública que tiene como órgano rector al Instituto
Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES) donde el Programa Nacional de
Aprendizaje derivada de la ley del Instituto, que establece la obligación civil de todas las
entidades de trabajo que cuenten con 15 o más trabajadores de contratar y formar a un
número de aprendices en el marco del proceso social de trabajo.
El Programa Nacional de Aprendizaje (PNA) en Venezuela es una iniciativa de formación
y capacitación cientı́fica, técnica, tecnológica y humanı́stica, dirigida a adolescentes y jóvenes
entre 14 y 18 años. Este programa tiene como objetivo preparar a los jóvenes para su tránsito
productivo hacia la vida adulta y su inclusión en el proceso social del trabajo. La experiencia
de Venezuela con el PNA ha sido notable. Según el INCES, el PNA ha contribuido en la
formación integral de los adolescentes, preparándolos para realizar ocupaciones productivas y
lograr su inserción en el mercado laboral, público o privado, como primer empleo, (Instituto
Nacional de Capacitación y Educación Socialista, 2022).
Además, el gobierno venezolano ha lanzado recientemente un programa llamado “Edúcate
en Venezuela Mujer”, como parte de la Gran Misión Venezuela Mujer, que tiene como finalidad
brindar un apoyo económico con el que las ciudadanas puedan empoderarse personal y
profesionalmente a través de los planos formativos del Ministerio del Poder Popular para la
Educación y el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, (Oficina de
Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnologı́a, 2022).
En conclusión, los programas de aprendices en Venezuela han demostrado ser una estrategia
efectiva para mejorar la empleabilidad de los jóvenes y fortalecer la productividad de las
empresas. Sin embargo, es necesario seguir trabajando para superar los desafı́os existentes
y garantizar una implementación efectiva y sostenible de estos programas.
A partir del análisis de los resultados obtenidos de la aplicación de las herramientas de
recolección de datos por parte de los facilitadores en el Programa Nacional de Aprendizaje
del estado Cojedes, se evidencia que la institución cuenta con facilitadores capacitados en el
área, pero con herramientas y recursos limitados para aplicarlos de manera efectiva. Esto ha
resultado en una deficiencia en la aplicación de estrategias innovadoras, lo cual es un aspecto
crı́tico para el éxito del programa.
Las actuales transformaciones sociales, tecnológicas, polı́ticas y económicas han hecho
esencial renovar el proceso de formación, centrándose en la participación activa de los
aprendices en su experiencia de aprendizaje. La transmisión tradicional de conocimientos ya
no es suficiente y las estrategias innovadoras que promuevan la participación y el compromiso
son cruciales para garantizar el éxito del programa.
Para abordar estos desafı́os, el programa debe priorizar el desarrollo de nuevas herramientas
y recursos que faciliten la aplicación de estrategias innovadoras. Esto podrı́a incluir la
integración de plataformas de aprendizaje basadas en tecnologı́a, técnicas de gamificación y
métodos de aprendizaje colaborativo. Además, el programa debe enfatizar la importancia de
la capacitación continua y el desarrollo profesional de los facilitadores para garantizar que
estén equipados con las habilidades y conocimientos necesarios para implementar eficazmente
las nuevas estrategias.
Existen algunas herramientas relevantes que se adaptan al entorno y tipo de aprendizaje,
aunque su utilidad puede variar. Sin embargo, se pueden destacar algunas de las más populares
en el mercado. Entre ellas se encuentran Google Classroom, Edmodo y Moodle; estas tres
herramientas tienen caracterı́sticas similares y son adaptables al método de aprendizaje.
Permiten la interconexión entre los estudiantes y los facilitadores, además de facilitar la gestión
del aprendizaje mediado por la tecnologı́a. También se integran perfectamente con las clases
presenciales.
Estas aplicaciones son útiles cuando se complementan con otras de aprendizaje colaborativo.
En este caso, Trello o Assana son herramientas ideales para que el facilitador y los aprendices
puedan llevar a cabo proyectos con responsabilidades compartidas. Cada aprendiz puede
monitorear su propio desempeño y, al mismo tiempo, tomar en cuenta la responsabilidad que
todos tienen en el éxito del proyecto.
La gamificación como método de aprendizaje ha ido evolucionando en los últimos años y se
ha visto acompañada por avances tecnológicos. El xAPI (Experiencia API) es una herramienta
tecnológica avanzada en el ámbito de las plataformas de aprendizaje en lı́nea que permite
conocer la realidad y optimizar los Entornos de Gestión de Aprendizaje (LMS, por sus siglas
en inglés). Además, proporciona perspectivas detalladas sobre el comportamiento de los
estudiantes, lo cual resulta invaluable a la hora de desarrollar estrategias de mejora constante.
Los juegos serios están diseñados especı́ficamente para fomentar el aprendizaje y se pueden
adaptar según el contexto. Es aquı́ donde se destaca la importancia de integrar un entorno
xAPI, ya que permite al facilitador realizar un seguimiento preciso de los pasos que el aprendiz
toma para resolver problemas. Algunos juegos que podrı́an ser considerados en el INCES de
San Carlos son ”Farming Simulator 22”, que simula la gestión integral de granjas agrı́colas;
“Pacific”, un juego que desarrolla habilidades de liderazgo y gestión de equipos en entornos de
alto riesgo; y “A Way Out”, que fomenta el trabajo en equipo y la resolución de problemas.
La integración de este tipo de herramientas en el Programa de Aprendiz, eventualmente,
potenciará la motivación para obtener mejores resultados, ası́ como brindará beneficios al
combinar lo presencial y virtual.
El análisis de los resultados obtenidos de la investigación resalta la necesidad de que el
Programa Nacional de Aprendizaje de Cojedes se adapte a los nuevos tiempos y priorice el
desarrollo de estrategias innovadoras que promuevan la participación activa y el compromiso
de los aprendices. Al hacerlo, el programa puede garantizar su éxito y relevancia continuos en
el contexto social actual.
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