Entrevista a: Rubén Torres
Cultor popular - Encargado de la Fundación Red de Arte Mérida
Por: María Alejandra Rujano
En el espacio de la creatividad manual, donde la imaginación se entrelaza con la destreza de las manos, las muñecas de trapo son mucho más que simples
juguetes. Tejidas con retazos de tela, rellenas de sueños y adornadas con la singularidad de cada creadora o
creador, estas entrañables figuras trascienden su humilde origen para convertirse en vehículos de
expresión artística y catalizadores de conexión social. Las muñecas de trapo narran historias silenciosas,
transmiten emociones palpables y construyen puentes invisibles entre quienes las crean y quienes las admiran.
En la inventiva artesanal donde las muñecas de trapo cobran vida como manifestaciones artísticas y lazos sociales, la Fundación Red de Arte Venezuela es un
actor fundamental para difundir este valioso patrimonio cultural. Esta fundación gubernamental despliega su
labor a lo largo y ancho del país, creando un ecosistema que nutre precisamente estas iniciativas creativas,
incluyendo los talleres permanentes de muñecas de trapo que exploraremos en esta reseña, para
comprender a fondo cómo estas prácticas se desarrollan como dinámicos puntos de encuentro humano.
Nuestros primeros encuentros con la rica tradición de la muñequería popular venezolana se remontan aproximadamente al año 2014, hace una década. En aquel entonces, la destacada muñequera Raquel Aguilar nos propuso una colaboración que marcó el inicio de este camino: realizar talleres y brindarle apoyo en el Primer Encuentro de Muñequeras y Muñequeros en el estado Mérida. Esta iniciativa sentó las bases para un periodo comprendido entre 2014 y 2016, durante el cual los espacios de la Fundación Red de Arte Mérida se convirtieron en aulas para compartir el conocimiento ancestral de la muñeca de trapo venezolana, explorando sus orígenes, su historia y las técnicas para su elaboración.
Figura 1. Taller de elaboración de muñecas de trapo en la Red de Arte Mérida
Fuente: Rubén Torres (2025)
Más adelante, con la llegada de la pandemia, esta actividad experimentó un significativo resurgimiento impulsado por el Movimiento Nacional de Muñequeras y
Muñequeros de Trapo. Este movimiento elevó la importancia de la muñeca venezolana hasta el punto de
proponer su reconocimiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En este nuevo
capítulo, varios cultores tomamos el mando, asumiendo la responsabilidad tras el sensible fallecimiento de
Raquel Aguilar, la pionera de esta iniciativa en Mérida.
Desde entonces, hemos emprendido una serie de acciones de sensibilización centradas en la trascendencia de los juguetes tradicionales, con
especial énfasis en la muñeca de trapo. A través de diversos talleres, nuestro principal objetivo es destacar
la dimensión histórica, la perdurabilidad cultural y el profundo sentido de pertenencia que encierra esta
manifestación artística, difundiendo a su vez una variedad de métodos de confección.
La Fundación Red de Arte Mérida ha asumido un rol activo en la difusión de este arte, especialmente a
través de iniciativas formativas. Buscamos resaltar la importancia de retomar estas prácticas productivas, ya
que consideramos la elaboración de muñecas de trapo como una actividad económica viable y sostenible que
puede desarrollarse directamente desde los hogares. Este enfoque no solo promueve la creatividad individual
y familiar, sino que también fortalece la economía local a través de la producción artesanal.
Figura 2. Taller de muñequería tradicional
Fuente: Rubén Torres (2025)
Un principio fundamental que impulsamos es la conciencia sobre el reuso y el aprovechamiento de los materiales. La tradición de la muñeca de trapo venezolana tiene sus raíces en la reutilización de textiles domésticos. Aquellas telas que quizás ya no utilizamos por gusto o porque han sido reemplazadas, encuentran una nueva vida en la creación de estas piezas únicas. Rescatar estos materiales no solo honra la historia de esta artesanía, sino que también promueve la sostenibilidad, reconociendo la durabilidad de los textiles y su potencial para ser transformados en hermosas expresiones artísticas.
En los talleres que hemos llevado a diversas comunidades, nuestro enfoque principal se centra en tres aspectos fundamentales: la formación histórica de
la muñequería tradicional, su dimensión lúdica como herramienta de juego y expresión, y su potencial como
actividad productiva generadora de ingresos. Para llegar a las comunidades, generalmente establecemos
contacto con las escuelas o centros culturales, pero también abrimos nuestros espacios a cualquier persona
interesada en aprender el arte de crear estas muñecas. La experiencia de elaboración ha tenido un impacto
significativo en las y los participantes, evocando recuerdos entrañables de su infancia y de la creación
artesanal de juguetes en el hogar. Este proceso no solo rescata técnicas y saberes ancestrales, sino que
también revaloriza la importancia cultural y emocional de la muñeca de trapo.
La muñeca de trapo trasciende su condición de simple juguete, invitándonos al desarrollo de valores
esenciales como el cuidado y el respeto. Desde la infancia, estos objetos se convierten en compañeros de
juego y figuras de admiración con los que establecemos vínculos afectivos. La naturaleza antropomórfica de la
mayoría de las muñecas de trapo, ya sean representaciones femeninas, masculinas o incluso de la
fauna, facilita un acercamiento intuitivo hacia el cuidado y el respeto del cuerpo humano y, por
extensión, hacia los demás. Esta conexión temprana con la muñeca fomenta una comprensión profunda de
la importancia de la empatía y la consideración hacia el otro.
Figura 3. Taller demostrativo de muñequería tradicional en la Escuela Dr. Ramón Parra Picón (Parroquia Lasso de la Vega)
Fuente: Rubén Torres (2025)
La producción de estas creaciones textiles se presenta como una actividad accesible a todos. Al considerarla productiva, reflexionamos sobre el propósito de cada pieza: ya sea para el juego, la contemplación o como un homenaje personal ligado al pasado individual y colectivo. Buscamos que las comunidades y participantes reconozcan en esta labor una valiosa oportunidad económica, impulsando la reproducción de estas figuras desde sus propios saberes. De esta manera, fomentamos no solo una fuente de ingresos, sino también la conciencia y valoración de las arraigadas tradiciones populares venezolanas.
Al retomar la realización de estos talleres, ya teníamos un bagaje de técnicas muy nuestras. Una de ellas, con un profundo peso cultural afrodescendiente, es la muñeca Abayomi (palabra de origen yoruba que significa “encuentro precioso”), creada únicamente con seis nudos y sin costuras. Posteriormente, exploramos una versión actualizada también sin costuras, evolucionando hacia la representación del cuerpo humano ensamblado con aguja e hilo, uniendo extremidades, tronco y cabeza. Este proceso nos abrió las puertas a la personalización de cada personaje, permitiendo que cada creador infundiera su propia visión en la figura resultante. Así, desde la sencillez de los nudos hasta la complejidad del cuerpo cosido, recorrimos un camino de exploración técnica y expresión individual.
Figura 4. Taller de elaboración de la muñeca Abayomi
Fuente: Rubén Torres (2025)
Tras explorar la profunda conexión entre la creatividad
manual, la expresión personal y el tejido social que encarnan las muñecas de trapo, y vislumbrar las
diversas técnicas, materiales e incluso el poder terapéutico inherente a su creación, es natural
preguntarse cómo iniciar este fascinante camino. A continuación, compartiremos algunos consejos y
sugerencias para aquellos que sientan la curiosidad de
explorar el arte de las muñecas de trapo como una forma de expresión artística única.
La muñeca de trapo se manifiesta como una expresión
plástica sin límites. Cada creador, ya sea mujer u hombre, al dar forma a estas figuras en su propio
entorno, concibe un nuevo ser con una identidad única. Este proceso creativo está intrínsecamente ligado a la
noción de cuidado, pues al interpretar un personaje, se realiza un estudio implícito sobre su destinatario, su
finalidad (lúdica, de compañía, conmemorativa, entre otras) y la manera en que se desea representarlo.
Otorgamos a estos personajes características humanas que reflejan nuestras intenciones, permitiendo que las
muñecas abarquen diversas edades y públicos, transmitiendo así los mensajes que deseamos comunicar a través de su forma.
Figura 5. Muñeca de trapo representativa del estado Sucre
Fuente: Rubén Torres (2025)
En los últimos tiempos, hemos experimentado una enriquecedora exploración en la creación de personajes históricos. Este ejercicio nos invita a investigar la identidad, las acciones y el legado de figuras significativas, buscando puntos de conexión con sus valores. Es fascinante reconocer el lenguaje plástico inherente a nuestro trabajo manual. A diferencia de producciones seriadas, cada muñeca de trapo tradicional y popular nace completamente a mano, sin patrones predefinidos. Esta ausencia de medidas estrictas permite que la forma de la muñeca surja de manera orgánica, conectándonos con nuestros entornos sociales y las visiones que anhelamos transmitir.
Figura 6. Representación del Dr. José Gregorio Hernández
Fuente: Rubén Torres (2025)
La diversidad se extiende a las técnicas y los materiales empleados. Mientras las muñecas tradicionales populares se caracterizan por estar cosidas y bordadas a mano, las contemporáneas incorporan rellenos diversos, desde materiales sintéticos hasta elementos naturales como semillas o hierbas, otorgándoles una dimensión interactiva. Hemos descubierto que la dedicación y la paciencia inherentes a la creación manual poseen un valor terapéutico, permitiéndonos conectar con nosotros mismos a través de la constancia. La transformación de un simple retazo de tela en una ilusión tangible para niños y adultos revela el asombroso poder de la creatividad y la destreza manual.
Figura 7. Representación de la Virgen María y pareja de esposos
Fuente: Rubén Torres (2025)
Así, esta conversación nos ha revelado cómo las
muñecas de trapo trascienden su materialidad para convertirse en custodias de nuestra herencia cultural y
un poderoso vehículo para la conexión social. Desde la Fundación Red de Arte Mérida, hemos visto cómo estas
figuras entrañables tejen historias, rescatan saberes ancestrales y promueven un modelo productivo
sostenible que nace desde nuestros hogares. La muñeca de trapo es un testimonio palpable de que, a
través de la sencillez de los materiales y la destreza de las manos, podemos crear obras de arte que transmiten
valores, educan y, sobre todo, nos invitan a cuidar y respetar nuestro patrimonio y a quienes nos rodean.
Este viaje por el universo de las muñecas de trapo nos ha permitido entender su profundo significado cultural,
su potencial terapéutico y su capacidad para transformar vidas. Es una invitación abierta a
sumergirse en este arte sin límites, a explorar nuevas técnicas y a reconocer el poder de nuestras propias
manos para dar vida a la imaginación.
Rubén Torres, es Licenciado en Letras Mención Historia del Arte y Docente en la Universidad de Los Andes (ULA). En la actualidad esta encargado de la Fundación Red de Arte y responsable del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (IARTES), entes adscritos al Ministerio del Poder Popular para la Cultura en el Estado Mérida. Su compromiso con la promoción de las expresiones artísticas y tradicionales se ha manifestado de manera significativa a través de su labor como facilitador de talleres permanentes de elaboración de muñecas de trapo en diversos municipios del estado Mérida, fortaleciendo así el tejido social local a través del arte textil.
Correo electrónico: iartesmerida1@gmail.com
Instagram: @rubnsto
@lakinkayeria